Resumen

En un contexto en el que la inversión en Social Media se ha convertido en una necesidad para las empresas, ¡Instagram y más! es una lectura obligada por su visión de Instagram, como herramienta de notoriedad estandarizada para las marcas, a través de los ojos de una serie stakeholders en el ámbito de la comunicación on y off line.

A medida que el lector se adentre en sus páginas, podrá comprobar de que se trata de un trabajo con tintes de Plan de Marketing Digital, configurado a la medida de la herramienta, que le ocupa, y siempre auspiciado por una serie de casos de uso que arrojan luz, acerca de cómo optimizar su uso.

El libro se divide en cuatro partes que van de lo general a lo particular, arranca presentando Instagram como una aplicación adaptada a las necesidades de un público objetivo, que busca saciar sus necesidades comunicativas desde un mensaje visual, inmediato y fácil de asimilar. Revela que las marcas que cumplen con estos snack contents, reciben, de media, un mensaje directo por cada cinco Instagram stories publicadas.

Una vez sentadas las bases sobre su idoneidad para comunicar, se da paso a un conocimiento más profundo de Instagram, así como de las aplicaciones que la complementan, dentro del ecosistema digital en el que se desenvuelve. En este sentido, se abordan aspectos relacionados con su gestión desde la web, la diferencia entre crear perfiles públicos o privados, la necesidad o no de crear una cuenta de empresa y su algoritmo o lógica programática, que decide el grado de reach o alcance de una publicación.

Pero donde más hincapié hace este libro, es en las estrategias y acciones comunicativas de los usuarios en Instagram para mejorar su posicionamiento y durabilidad en el feed. Y para ello, el autor recurre a especialistas del sector y a casos de uso de marcas como Sony Mobile, Dior o Iberdrola. Aparecen, entre otros nombres: Bastian Manintveld, presidente ejecutivo de 2btube.com, Pablo Lara Toledo, productor Transmedia de la webserie «si fueras tú», Rodrigo Rivas, fotógrafo y profesor de Instagramers Academia, y Luis Da Silva, administrador de @igerstube y coadministrador de @igersspain.

Todos coinciden, retomando lo dicho anteriormente respecto al plan de marketing, en que el usuario debe estar en el centro, ya que en un entorno conversacional como el de las RRSS, son el producto más codiciado en forma de medios ganados. Y por eso, las compañías de medios, marcas y anunciantes siguen detalladamente la evolución de sus tendencias de consumo, en esta red social. Dan testimonio del uso del formato vídeo en directo, así como de la evolución del zapping al multiscreening o del negocio de la audiencia al negocio de la atención. Por ejemplo, Jaume Lahoz, confundador de Topes de Gama, afirma en el libro el uso del formato Live, para cubrir presentaciones de productos en directo y para narrar momentos puntuales de los miembros de la compañía, para humanizar a la marca.

Otro aspecto tratado, tiene que ver con la omnicanalidad. El presentador de Río Salvaje en Be Mad y Cuatro, Kike Calleja, afirma que en un principio usaba las redes para tener contacto con los seguidores y fans. Sin embargo, se dio cuenta de que Instagram resultaba de gran utilidad para informar del rodaje, acercarse a los seguidores y promocionar nuevos programas.

Pero Phil González no es ajeno a los problemas de alcance orgánico de Instagram y da algunas recetas para tratar de saltar la vigilancia del algoritmo. Aconseja como primera medida el uso de las stories, no sólo por su mayor cobertura, sino porque aportan un toque de frescura, de comunicación más íntima y cercana hacia un público joven situado, mayoritariamente, entre 13 y 18 años. Una vicisitud que, según el autor, dio pie a iniciativas como #GenInstaTakeOver, donde se daba la oportunidad a unos pocos elegidos de tomar durante un día las riendas de la cuenta de Instagram oficial de alguna marca u organización de renombre.

La calidad de los contenidos también tiene cabida en su libro. Desde la novedad, ve posible la viralización. Propone algunas técnicas creativas como el Cinemagraph. Muestra algún ejemplo vía Zappar y recomienda alguna aplicación para llevar a cabo este tipo hibridación fotográfica.

Pero también quiere dejar claro, que el trabajo no tendrá sentido, si no es encontrable. Por eso, recomienda una serie de buenas prácticas como el mensaje directo de la aplicación o la gestión optimizada de hashtags para mejorar el alcance. Incluso va un paso más allá y desvela las actividades de los grupos de engagement, basadas en la promoción mutua entre varios usuarios de cuentas similares, en cuanto a temática y número de seguidores.

Sin embargo, en el texto, aunque se centra en técnicas orgánicas de posicionamiento, no se dan de lado las opciones paid media y la figura de los influencers. Se dedica un pequeño apartado a hablar de formatos publicitarios, de tipos de influencers, así como a dejar claro que la contratación publicitaria en Instagram depende de los objetivos y que se ajusta a cualquier tamaño de empresa y de presupuesto.

En la última parte, se ofrecen recomendaciones acerca de aspectos de ciberseguridad, así como de cuestiones técnicas a tener en cuenta a la hora de elegir una cámara o sus periféricos, tales como la luminosidad de la lente y el uso de estabilizadores, a la hora de grabar un vídeo. Además, a modo de anexo, se ofrecen una serie de preguntas frecuentes que todo usuario se podría hacer acerca de esta app conversacional.

En definitiva, nos encontramos ante un pequeño tratado sobre Instagram en el que autor hace de hilo conductor de una serie de personalidades en el ámbito de la comunicación y la empresa, donde se desvela todo lo necesario para poder sacar el máximo partido a Instagram, ya se sea empresa, celebridad o particular, poniendo el foco en las posibilidades comunicativas que el vídeo ofrece en sus distintos formatos, su encontrabilidad orgánica o de pago, sin descuidar la seguridad o las mejores herramientas para el desarrollo de esta actividad.