Mujer tenía que ser… ¿DESIGUALDAD?

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Para evitar la desigualdad, todo empieza desde que uno nace. Dependerá del ámbito familiar, social y económico. La educación es la principal herramienta para paliar estas desigualdades. 

Si que es verdad, que ha habido un cambio notable en los últimos 10 años. El poder adquisitivo ha ayudado a este mejoramiento, puesto que, las posibilidades tanto en hombres como mujeres han sido más paralelas. También, han favorecido la implementación de leyes gubernamentales para mejorar e incentivar más al sexo femenino a la integración de estudios y trabajos, que anteriormente solo realizaba el hombre. Aunque, la desigualdad sigue presente en nuestra sociedad.

¿PERO… CÓMO HA AFECTADO LA DESIGUALDAD AL HOMBRE? 

Ahora, se han dado cuenta, de que la mujer puede llegar hasta donde se proponga, reduciendo así la desigualdad entre ambos sexos. A pesar de las trabas que han tenido que superar para demostrar su valía. Esto se ha visto reflejado en la tasa de natalidad, como consta en el Informe del INE  donde se observa un descenso considerable en los últimos 10 años.

El problema de la desigualdad de género, radica en las políticas de conciliación y planificación familiar, debido a que el Estado, no le dedica la suficiente inversión para tratar de que esto no suceda.  España, es uno de los pocos países europeos que no realiza una buena implementación de estas, datos extraídos del Informe UNAF 

Los hábitos diarios en el medio empresarial han evolucionado, teniendo los hombres que colaborar y participar con mujeres de rango superior. Todavía queda mucho por hacer, pero, es aquí, dónde deben de colaborar el ámbito privado-publico mediante la creación y sostenimiento de sistemas fiscales justos. Es necesario cambiar técnicas y políticas para que todo esto suceda.

¿CÓMO SEGUIR PROGRESANDO?

Las ayudas por parte del Estado para frenar la desigualdad deberían ser, impulsando políticas de eficacia-eficiencia, equidad y transparencia. Siendo imprescindibles para alcanzar dicho fin, ya que, aportan una concienciación y sensibilización en el hombre, lo que acabaría con la desigualdad. Gracias a este empuje, la mujer está levantando pilares muy altos en las empresas.

A nivel mundial se tiene como objetivo los 17 ODS, será arduo y prolongado, pero, con la constancia y acuerdos empresariales será factible con el tiempo. La población también deberá adaptarse a dichas propuestas, debido a que cada vez más, los ciudadanos buscan mayor cantidad de empresas que se dediquen al desarrollo sostenible.

Según el Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible del año 2019, realizado por Naciones Unidas expone que se esta produciendo un progreso, pero no equitativo, ya que, hay aspectos que requieren de mayor atención y esfuerzo para cumplirlos. 

Un claro ejemplo, se puede dar con la situación en la que nos encontramos. Con la COVID-19 toda estas desigualdades se han visto pronunciada, sobre todo en mujeres de colectivos vulnerables y exclusión social. Por ello, más que nunca, es de especial importancia ayudarnos unos países con otros a través del cumplimiento de los 17 ODS. Tras esta alarmante situación, la brecha entre los países desarrollados y subdesarrollados se incrementa exponencialmente, provocando carencias en los servicios públicos y aumentos en la desigualdad social. 

Como conclusión al tema a tratar:

¿EN QUÉ ASPECTOS PODEMOS CONTRIBUIR COMO CIUDADANOS?

Para mitigar estos problemas, es importante impartir educación. Las generaciones futuras tendrán que promover sociedades inclusivas para seguir apoyando y potenciando los ODS a todos los niveles. Recordad… sin desarrollo educativo, no hay progreso. 

Somos conscientes de que el cambio de este paradigma social, por desgracia, no va a ser solucionado en tan solo unos años, pero no debemos dejar la vista a un lado. 

Por mi parte, como estudiante del MBM en Esic Business and Marketing School, me prepongo paliar con estas desigualdades apoyando aquellas actuaciones ilícitas que suponga un retroceso en las aulas educativas, así como, en el ámbito empresarial. No nos tenemos que quedar con los brazos cruzados, es un problema de todos. 

Para finalizar, quiero destacar una frase crucial:

“La violencia racial, de género, sexual y otras formas de discriminación y violencia, no pueden ser eliminadas sin cambiar la cultura”. 

Charlotte Bunch

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