¡BIENVENIDA SEÑORA CRISIS!

“BANDERAS ROJAS, SUDORES FRÍOS Y TEMBLORES POR DELANTE… LA CRISIS HA LLEGADO”

Las crisis, son parte de la vida, nunca sabes en qué momento van a hacerte una visita imprevista y por ello nos dejan siempre atónitos con su llegada. 

En una época tan impredecible donde prevalece el entorno VUCA, ha sido más evidente que nunca que las crisis siempre nos sacuden en nuestros puntos más débiles y pueden llegar a ser devastadores y dolorosos. Ejemplo de ello ha sido la crisis del COVID19. Además, suponen una recuperación difícil, en una situación caótica que no siempre hay solución. 

Pero ello no quiere decir que las crisis tengan solo efectos negativos, pues ellas son unas experiencias dinamizadoras del cambio y por tanto ayudan a crecer y desarrollarnos mejor cara al futuro. Y esto no sólo ocurre desde el punto de vista personal, si no que también se aplica a las empresas. Aquellas empresas que puedan gestionar mejor los momentos de crisis son aquellas que saldrán fortalecidas y más competentes.  

¿Pero cómo se puede gestionar correctamente una situación de crisis o conseguir minimizar los impactos negativos? Mediante una serie de pasos a seguir que te mostramos a continuación. 

Los primeros instintos pueden ser engañosos

De repente hay banderas rojas por todas partes, sudores fríos y temblores empiezan a apoderarse de nuestro cuerpo y mente nublando nuestro juicio. Claramente, estos estímulos nos indican que efectivamente la Señora Crisis ha hecho su aparición en nuestras vidas. ¿Qué es lo primero que ocurre en esta situación? Que nuestros instintos toman control de nosotros, haciendo que nos auto engañemos. 

Por este motivo al encontrarse con una situación de crisis, lo primero y más importante, es que no nos dejemos guiar y estar a merced de nuestros sentimientos del momento para que nos controlen y decidan cómo actuar. Debido a que, si esos instintos nos controlasen, en la mayoría de las ocasiones, nos llevaría el problema a uno mayor que el que teníamos en un principio o nos llevaría a realizar/tomar decisiones que sean más perjudiciales. 

Pero si no podemos utilizar nuestros instintos del momento, ¿cómo tendríamos que actuar para poder tener un mejor resultado y minimizar al máximo los efectos negativos? 

Pues mediante una la observación y en la planificación de una estrategia de actuación. 

¿Cómo superarlo? 

Antes que nada, es indispensable que ante la crisis que se nos presenta, observemos bien de qué trata y evaluemos correctamente la situación. 

Una vez evaluados sería bueno que respondiéramos a tres preguntas que nos ayudan a poner en situación del cómo esta crisis afecta a nuestra empresa directamente.

  • ¿Qué es lo que está en juego? 
  • ¿Qué necesitamos hacer o qué prioridades debemos tener en cuenta? 
  • ¿Cómo podemos ayudar en esta situación? 

Contestados estas preguntas, realizar un análisis interno nos ayudará a posicionar nuestra empresa, para poder diagnosticar problemas que tengamos internos y detectar oportunidades que sean beneficiosos y motiven para seguir en la dirección de nuestros objetivos. 

Después, hay que crear un plan de actuación, con una ventana de recuperación, en la que podamos dirigir las acciones que tenemos que realizar en conjunto para salir delante. P

Plan de actuación

El plan de actuación o estrategia tiene basarse en acciones cortas que puedan retroceder o corregirse y tener flexibilidad ante cualquier cambio o imprevisto que surja. Para ello es importante también, tener planes de contingencia para múltiples escenarios que se pudieran dar y han realizarse siempre teniendo en cuenta a todo el equipo. 

Por este motivo hay que mantener una comunicación frecuente, escuchar la opinión y las sugerencias de todos, para poder entender y conseguir un punto de vista lo más diverso posible. Esto no solo consigue que haya más confianza en el equipo, sino que hace que, ante las dificultades, el equipo trabaje conjuntamente para conseguir salir de la crisis y alcanzar la meta común. Y, esto lo que hace es que podamos trabajar más rápidamente, tengamos mas perspectivas y aumentemos nuestras oportunidades.

Como líderes si ese fuese el caso, tendríamos que saber delegar a los miembros de nuestro equipo y calcular los momentos en los que hay que dar el salto hacia delante y aceptar los riesgos.  Pues debemos de aceptarlos como parte del cambio y gestión ante la crisis. El tiempo, a veces también puede ser contraproducente, por lo que hay que saber que la espera eterna no siempre será una ventaja ya que puede que la oportunidad haya zarpado ya.

Conclusiones 

La crisis, como hemos indicado anteriormente, es algo que nos pilla de imprevisto y que nos dejar pasmados por su volatilidad, incluso, es posible que no haya una solución idónea para abarcarla y aun así es algo que nos va a poder ayudar ya que no sólo es una experiencia enriquecedora, si no que abre puertas hacia el cambio que en ocasiones no nos damos cuenta hasta que nos llama a la puerta directamente. 

Este cambio nos puede ayudar a encontrar nuevas oportunidades de mejorar nuestras competencias y posicionar nuestra empresa mejor, de mejorar nuestro modelo de negocio o metodologías de trabajo (ejemplo: el teletrabajo o el modelo de trabajo híbrido) y encontrar nuevos océanos azules inexplorados. Por este motivo les invito a leer mi post sobre cómo gestionar los cambios, disponible en el siguiente link: https://www.esic.edu/blogunlimited/2021/06/06/si-no-cambias-te-cambian/

Deja un comentario