Gestión del cambio

El cambio nos ha gobernado desde que el mundo es mundo. A lo largo de la historia ha habido miles de cambios, de todo tamaño. Grandes y pequeños, rompedores y simplones… Que generan problemas o que los solucionan, en definitiva, de todo tipo. Y por ello, es importante hablar sobre la gestión del cambio.

Pero en los últimos años, parece que esto se ha hecho más evidente. Los cambios son mucho más rápidos, los paradigmas no son tan estables y no podemos saber qué pasará en un corto periodo de tiempo con la misma facilidad que antes.

El entorno VUCA

A este rápido cambiar de los tiempos se le ha denominado el entorno VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo). ¿Por qué? Muy fácil, porque estamos todos tan interconectados, que los cambios que se produzcan en un país del mundo pueden hacer que se genere un cambio en cadena en el resto de países.

La importancia de la gestión del cambio

Es importante por todo ello la gestión del cambio. No podemos dejar que todo pase al azar, sino que debemos detectar estos cambios y actuar en consecuencia. Es importante esta gestión del cambio simplemente porque, como dijo Charles Darwin, solo sobreviven aquellos que se adaptan. Y esa frase no excluye de ningún modo al mundo empresarial, sino que adquiere, si cabe, aún más significado.

Analiza el entorno o no verás venir el cambio

Pero esta capacidad de adaptación no es fácil, y no la regala nadie. Como se hacía en la antigüedad, deben existir en las empresas torres de vigilancia, que puedan detectar y anticiparse a lo que está pasando. Analizar el entorno es clave para detectar los cambios, o por lo menos sus señales.

Decisiones

La gestión del cambio también pasa por tomar decisiones. La toma de decisiones es un evento importante en el proceso de gestión del cambio por varios motivos. El primero es que aunque tengas en cuenta el entorno VUCA, analices el entorno y estés preparado para pasar a la acción, si no tomas las decisiones adecuadas esto no habrá servido.

En segundo lugar, la decisión óptima posiblemente no sea la primera que tomes, porque ante un cambio incierto nadie sabe cuál es el mejor camino. Pero debes estar preparado para reaccionar y volver a empezar rápidamente, y no quedar atrás ante el cambio. Es por ello que siempre hay que estar en constante evolución, pero en el momento oportuno, ni antes ni después. En la cresta de la ola.

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