De responsabilidad
social a sostenibilidad
corporativa:
una revisión actualizada
From Corporate Social
Responsibility to
Corporate Sustainability:
an updated Review
aDResearch ESIC
Nº 17 Vol 17 · Primer semestre, enero-junio 2018  págs. 46 a 71
González Masip, J. y Cuesta Valiño, P. (2018)
De responsabilidad social a sostenibilidad corporativa:
una revisión actualizada
Revista Internacional de Investigación en Comunicación
aDResearch ESIC. Nº 17 Vol 17
Primer semestre, enero-junio 2018 · Págs. 46 a 71
DOI: 17.7263/ADRESIC.017.003
Jaime González Masip
Universidad Complutense de Madrid
jgmasip@ucm.es
Pedro Cuesta Valiño
Universidad de Alcalá
pedro.cuesta@uah.es
La responsabilidad social corporativa (RSC) es una disciplina de alto interés actualmente para
académicos y profesionales, pero que, sin embargo, no goza todavía de consenso en cuanto a
denición y enfoques fundamentales. A lo largo de las últimas décadas, han aparecido nuevos
componentes de la RSC, así como otros conceptos derivados que incorporan, en la mayoría
de los casos y al hilo de la creciente concienciación por el deterioro natural, una dimensión
medioambiental muy marcada que condiciona el resto de sus componentes. A pesar de tener
su origen en las expectativas y demandas de individuos y grupos sociales, la responsabilidad
corporativa es fuente de ventajas competitivas, entre las que se incluyen una mejora en la ima-
gen y la reputación de las empresas que la implementan y ejecutan positivamente, por lo que
resultan de alto interés para las mismas. El objetivo de este trabajo, basado en el contenido de la
tesis doctoral de González-Masip (2017), es la realización de una revisión teórica, fundamentada
principalmente en artículos de investigación, del concepto de responsabilidad social corporativa,
identicando algunos de sus fundamentos, componentes y evolución temporal, analizando su
relación con la responsabilidad medioambiental corporativa e incluyendo una revisión otros
conceptos relacionados con RSC, como sostenibilidad corporativa o ciudadanía corporativa.
Este articulo ayuda a comprender el fenómeno de la responsabilidad empresarial, la actuación
social corporativa y sus diferentes derivados, identicando las relaciones y conexiones existentes
entre similares conceptos para conseguir una visión general de la cuestión. También permite
comprender los diversos planteamientos de imagen social corporativa que la empresa puede
reejar a través de sus iniciativas de comunicación y que inuyen en el nivel de aceptación y
efectividad de las mismas entre consumidores y otros grupos de interés.
Corporate Social Responsibility (CSR) is a discipline of high interest to academics and
practitioners. Nevertheless, there is no consensus yet on a denition and fundamental
approaches. Over the last decades, new components of CSR have appeared, together with
other derivative concepts that incorporate a very marked environmental dimension that
conditions the rest of the ideas, as a result of the increasing awareness of the environmental
deterioration. Despite its origin in the expectations and demands of individuals and social
groups, corporate responsibility is the source of competitive advantages, which include the
image and reputation improvement for the companies, so the positive implementation of the
CSR turns out to be of high interest for enterprises. The aim of this paper, based on the content
of the doctoral thesis by González-Masip (2017), is to carry out a theoretical review of the
concepts of corporate social responsibility, identifying some of its foundations, components
and temporal evolution, analyzing its relationship with corporate environmental responsibility
and a review of other concepts related to CSR, such as corporate sustainability or corporate
citizenship. Based fundamentally on research papers, this article helps to understand the
phenomenon of corporate responsibility, corporate social action and its various derivatives,
identifying the relationships and connections between the various concepts to get an
overview of the issue. It also allows us to understand the diverse proposals of corporate social
image that the company can reect through its communication initiatives, and that inuence
the level of acceptance and eectiveness among consumers and other stakeholders
ABSTRACT
RESUMEN
JEL Classication:
M110, M140, M330
Key words:
Corporate social
responsibility, CSR,
corporate sustaina-
bility,
corporate citizenship,
corporate social
performance,
corporate social
responsiveness,
corporate environ-
mental responsibility,
CER.
Clasicación JEL:
M110, M140, M330
Palabras clave:
Responsabilidad
social corporativa,
RSC,
sostenibilidad corpo-
rativa,
ciudadanía corpo-
rativa,
Rendimiento social,
respuesta social,
responsabilidad
medioambiental,
RMC.
Nº 17 Vol 17 · Primer semestre, enero-junio 2018  págs. 46 a 71
aDResearch ESIC
48
Nº 17 Vol 17 · Primer semestre, enero-junio 2018  págs. 46 a 71
1. Introducción
La responsabilidad social corporativa (RSC) es
una disciplina de estudio que ha captado la aten-
ción de académicos y profesionales de manera
creciente en las últimas décadas (Aguinis y Gla-
vas, 2012; Waddock et al., 2002). Está relacio-
nada con aquellas actuaciones de empresas que
puedan contribuir al bien social, sobrepasando
los propios intereses de la empresa y sus obliga-
ciones legales o regulatorias (McWilliams y Sie-
gel, 2001). Tanto responsabilidad social corpo-
rativa como responsabilidad medioambiental
corporativa están relacionadas con el compromi-
so de las empresas en sus ámbitos sociales y en-
tornos naturales de operación (Bansal y Roth,
2000). Retratan la intención de la empresa por
generar un beneficio que va más allá del econó-
mico, atendiendo a las necesidades y exigencias
de los grupos de interés, que son aquellos indi-
viduos y colectivos afectados por la actividad de
la empresa o con influencia en la misma (Free-
man, 1984) que actúan en representación de la
sociedad y el medio natural.
Las expectativas de las personas de un com-
portamiento socialmente responsable por parte
de las empresas han aumentado significativa-
mente desde hace varias décadas. Los individuos
y colectivos esperan de manera creciente que las
corporaciones sean social y medioambiental-
mente responsables frente a fenómenos como la
degradación forestal, la sobre-explotación o des-
trucción de recursos naturales o el cambio cli-
mático en el plano medioambiental, y derechos
laborales o derechos humanos en el plano social
(Auld et al., 2008). En general, esta nueva ola
requiere que las empresas integren actuaciones
de naturaleza filantrópica en su misión como or-
ganización y las considere capacidades clave
(Fox, 2007). La RSC evoluciona hacia una reali-
dad práctica, y las empresas se replantean su pa-
pel en la sociedad y redefinen su perfil ético de
actuación (Lichtenstein et al., 2004).
Numerosos estudios demuestran que la res-
ponsabilidad social es fuente de ventaja competi-
tiva y oportunidades para la empresa (Baron,
2001; Gallardo-Vázquez y Sánchez-Hernández,
2014; Porter y Kramer, 2006; Weber, 2008), y
por lo tanto, afecta positivamente a los resultados
económicos (Albinger y Freeman, 2000; Waddock
y Graves, 1997). «En el largo plazo, las empresas
más exitosas son aquellas que pueden alcanzar
tanto una respuesta social, como un buen rendi-
miento económico» (Ackerman, 1973, p. 88).
De acuerdo a Weber (2008), los beneficios obte-
nidos por las empresas por la adopción de RSC
en su estrategia de negocio provienen de, entre
otros: los efectos positivos generados sobre la
imagen de la empresa y su reputación (Fombrun
y Shanley, 1990); el aumento del beneficio eco-
nómico, mediante la diferenciación, por el acceso
a nuevos mercados con clientes sensibles a las
iniciativas responsables (Bagnoli y Watts, 2003;
Baron, 2008) o a mercados más rentables; y la
reducción de los riesgos generados por escánda-
los, presiones o boicots.
Cuando las empresas adoptan iniciativas de
RSC consiguen mejoras en comportamiento,
apoyo y vinculación de los grupos de interés con
la empresa (Du et al., 2010). Las comunicaciones
o anuncios que incluyen mensajes con causas so-
ciales provocan actitudes más favorables del con-
sumidor hacia la compañía que aquellos que no
los incluyen (Nan y Heo, 2007). Este efecto posi-
tivo se aprecia en la evaluación de la marca, eva-
luación de productos y de nuevos productos, e
influyen favorablemente en el impacto de las cri-
sis o escándalos, especialmente cuando los con-
sumidores están familiarizados y son sensibles a
los aspectos de RSC (Klein y Dawar, 2004). En
general, las percepciones sobre las actuaciones en
49
De responsabilidad social a sostenibilidad corporativa: una revisión actualizada · págs. 46 a 71
RSC provocan efectos positivos en los niveles de
satisfacción de los clientes, de reputación y de
valor de marca (Hsu, 2012).
La RSC influye en la intención de compra de
los consumidores, afectando en ello factores es-
pecíficos de la empresa, como puede ser el caso
de la industria a la que pertenece (McWilliams et
al., 2006), aspectos de RSC en que la empresa se
centra, y el perfil del consumidor (como grupo
de interés afectado) y sus creencias y percepcio-
nes (Sen y Bhattacharya, 2001). Las motivacio-
nes de la actividad de RSC de la empresa deben
ser transparentes, sinceras y no ambiguas, y sin
generar sospechas sobre su veracidad, o de lo
contrario la imagen de la compañía se ve afectada
negativamente (Yoon et al., 2006). Aunque la co-
municación de las iniciativas éticas y socialmente
responsables de las empresas generan beneficios,
también generan una actitud crítica por parte del
público objetivo, especialmente en ciertos tipos
de industrias como las de armamento, alcohol o
tabaco (Morsing y Schultz, 2006). Los consumi-
dores pueden percibir cierto nivel de hipocresía
cuando la comunicación de la RSC no coincide
con la realidad de la empresa, dañando su actitud
hacia la misma (Wagner et al., 2009), más aun
considerando que la rendición de cuentas sobre
la actividad en RSC es objeto de un alto grado de
escepticismo al considerarse un modo más co-
municación publicitaria (Siegel y Vitaliano,
2007). Las empresas deben trasladar de manera
eficaz su posicionamiento social a sus grupos de
interés y contrarrestar los posibles prejuicios
existentes en relación a la RSC (Du et al., 2010).
Acertar con el enfoque adecuado es necesario
para no correr el riesgo de impactar negativa-
mente en la intención de compra (Sen y Bhatta-
charya, 2001).
A pesar de la relativa antigüedad del concepto
de RSC, todavía no existe un consenso sobre su
definición y enfoque adecuado (Aguinis y Gla-
vas, 2012; Sheehy, 2015). Numerosos autores
interpretan la RSC analizando posibles perspec-
tivas, dimensiones, niveles o conceptos deriva-
dos (Carroll, 1979; Garriga y Melé, 2004; Wood,
2010). La evolución del entorno y sus exigencias
ha generado nuevas interpretaciones de la res-
ponsabilidad corporativa que acuñan términos
como sostenibilidad corporativa o triple línea
base, con una mayor presencia del componente
de responsabilidad medioambiental y la consi-
deración de la actuación en el largo plazo (Dahl-
srud, 2008; Park y Levy, 2014; Van Marrewijk,
2003; Waddock y Bodwell, 2004).
El objetivo de este artículo es la realización de
una revisión teórica del concepto de responsabi-
lidad social corporativa, identificando algunos
de sus fundamentos, componentes, evolución
temporal y relaciones existentes, hasta derivar en
conceptos más contemporáneos, relacionados
con el anterior, como sostenibilidad corporativa
o ciudadanía corporativa. Estos conceptos resul-
tan de utilidad para comprender el fenómeno de
la responsabilidad empresarial, la actuación so-
cial y sus diferentes derivados. Esta revisión con-
ceptual pretende contribuir al entendimiento de
diferentes perspectivas y planteamientos que se
pueden encontrar en el estudio del fenómeno de
la actividad social de las empresas para poder
plantear con mayor precisión las propuestas de
investigación en el ámbito del marketing y la co-
municación, e identificar posibles desviaciones
en el ajuste entre el posicionamiento social per-
cibido de las empresas y su estrategia de comu-
nicación.
Este trabajo se basa en los contenidos de la
tesis doctoral de González-Masip (2017) relacio-
nada con el efecto de prácticas de responsabili-
dad social y medioambiental corporativa en el
talento presente en la empresa. El contenido del
aDResearch ESIC
50
Nº 17 Vol 17 · Primer semestre, enero-junio 2018  págs. 46 a 71
artículo se estructura comenzando con un estu-
dio del concepto de la RSC y sus perspectivas de
análisis; a continuación se estudian otros con-
ceptos derivados como la respuesta social, el
rendimiento social y la responsabilidad medioam-
biental corporativa; y por último se presentan y
comparan conceptos de más reciente creación,
en muchos casos fundamentados en el compo-
nente medioambiental de la responsabilidad
corporativa.
2. La responsabilidad social
corporativa
Existe un permanente debate sobre una posible
definición de responsabilidad social corporativa
(RSC) sin que académicos, profesionales o direc-
tivos reconozcan una definición única, clara y
sencilla de la misma, generando en ocasiones
cierto grado de confusión (Aguilera et al., 2007;
Aguinis y Glavas, 2012; Bauman y Skitka, 2012;
Dahlsrud, 2008; Garriga y Melé, 2004; McWi-
lliams et al., 2006; Sheehy, 2015; Van Marrewijk,
2003). En general se ha producido una evolu-
ción en la interpretación de la RSC a lo largo de
décadas. RSC significa diferentes cosas para dife-
rentes personas (Lyon y Maxwell, 2008) debido
a varios motivos.
En primer lugar, la RSC se ha desarrollado al
amparo de diversas teorías (Lindgreen y Swaen,
2010) entre las que se encuentran la Teoría de la
Agencia, la Teoría Institucional, la Teoría de Re-
cursos y Capacidades (Resource-Based View), la
Teoría de Grupos de Interés (o stakeholders), la
Teoría de la Administración (Lindgreen y Swaen,
2010), la Teoría de Señales (Behrend et al., 2009;
Greening y Turban, 2000; D. A. Jones et al.,
2014), o la Teoría de la Identidad Social (Bram-
mer et al., 2007; Greening y Turban, 2000), en-
tre otras. La elección de las teorías para cada es-
tudio depende del criterio de cada investigador y
el enfoque según el cual se pretende analizar el
fenómeno o concepto de la responsabilidad cor-
porativa.
Por otra parte, muchas definiciones presen-
tan cierta parcialidad, en ocasiones para justifi-
car de manera eficiente determinadas actuacio-
nes empresariales o investigaciones (Dahlsrud,
2008). Los planteamientos de la RSC encajan en
los objetivos de diversas disciplinas involucradas
en la gestión empresarial, como gestión de la ca-
lidad, marketing, comunicación, finanzas, inge-
niería o gestión de recursos humanos, entre
otras. Algunas aproximaciones al concepto de
RSC se han orientado según los intereses y obje-
tivos de la disciplina en concreto (Van Marrewi-
jk, 2003). Las investigaciones orientadas a as-
pectos prácticos tienden a aportar definiciones
que muestran guías de aplicación y utilidad,
mientras que las investigaciones de tipo más aca-
démico se caracterizan por enfoques más holísti-
cos, complejos y filosóficos (Montiel y Delgado-
Ceballos, 2014).
Otro factor que motiva la falta de consenso
sobre una única definición se debe a las múlti-
ples facetas (Brammer et al., 2007) y las diferen-
tes perspectivas y dimensiones desde los que se
puede analizar el concepto (McWilliams et al.,
2006), dando como consecuencia también una
falta de homogeneidad en los métodos de medi-
ción en las investigaciones (Aguinis y Glavas,
2012).
2.1. El concepto de responsabilidad
social corporativa
Una empresa es considerada una entidad creada
y facultada por las instituciones públicas y socia-
les para actuar como un individuo (Kilcullen y
Kooistra, 1999). Como referencia de partida, y
considerando esta similitud con las personas, la
RSC pretende responder a la pregunta «¿de qué
51
De responsabilidad social a sostenibilidad corporativa: una revisión actualizada · págs. 46 a 71
es responsable la empresa?» (Maignan et al.,
1999, p. 457). Se puede definir responsabilidad
social corporativa como «acciones [que realiza
una empresa] que parecen promover el bien so-
cial, más allá de intereses de la empresa y de lo
requerido por la ley» (McWilliams y Siegel,
2001, p. 117), o como «políticas claramente ar-
ticuladas y comunicadas, y prácticas de corpora-
ciones que reflejan la responsabilidad de las em-
presas hacia el bien social en su contexto más
amplio» (Matten y Moon, 2008, p. 405). La RSC
presenta un enfoque amplio que involucra a las
empresas en corrientes de alto nivel, con plan-
teamientos sobre la faceta ética de su participa-
ción en la economía y la sociedad (Knudsen,
2013). Incorpora el componente de iniciativa de
carácter voluntario y de compromiso, lo que su-
pone una especie de marco auto-regulatorio
para las empresas, acompañado de una faceta
relacionada con las cada vez más abundantes
normativas y prácticas de recomendado cumpli-
miento (Sheehy, 2015). Analizando sus posibles
etiquetas, S. Rahman (2011) observa en las defi-
niciones de RSC la existencia de diez dimensio-
nes que permiten identificar las bases del con-
cepto: obligación hacia la sociedad, involucración
de grupos de interés, mejora de la calidad de
vida, desarrollo económico, practica de éticas de
negocio, cumplimiento con la ley, voluntariado,
derechos humanos, protección del medioam-
biente, así como transparencia y rendición de
cuentas.
La RSC está muy relacionada con las expecta-
tivas de la sociedad sobre el comportamiento de
la empresa respecto a sus responsabilidades so-
ciales (Carroll, 1979). Dicho comportamiento es
demandado a través de los grupos de interés y
está moralmente justificado, por lo que es legíti-
mamente exigible a una empresa (Whetten et al.,
2002). Grupos de interés son «cualquier grupo
o individuo que puede afectar o es afectado por
la consecución de los objetivos por parte de una
empresa» (Freeman, 1984, p. 46). La idea básica
es que empresas y sociedad no son entidades se-
paradas, sino que están interrelacionadas, y la
sociedad tiene ciertas expectativas sobre com-
portamientos y resultados (e impactos) de la em-
presa (Wood, 1991). La RSC se refiere a esta re-
lación de empresa y sociedad, que implica
cuestiones sobre derechos, justicia, y cómo la
empresa afecta al bienestar humano (Bauman y
Skitka, 2012). Por otra parte, su componente de
voluntariedad atribuye a la RSC matices de al-
truismo en el comportamiento de la empresa, es
decir, la asunción por parte de ésta de iniciativas
de redistribución de la riqueza sin la existencia
de presión previa por parte de grupos de interés
(Baron, 2001). Altruismo puede definirse como
«la intención de beneficiar a otros como una ex-
presión de valores internos, independientemen-
te del refuerzo social o motivacional» (Price et
al., 1995, p. 257).
Los grupos de interés, cuyas demandas deben
ser estudiadas y atendidas, condicionan la inter-
pretación dada a la RSC. Frente a perspectivas
que afirman que el principal propósito de la em-
presa es crear beneficio económico, y por lo tanto
no deben preocuparse por otros asuntos sociales
(Friedman, 1970; Levitt, 1958), las interpretacio-
nes contemporáneas del concepto de RSC tien-
den a considerar la necesidad de las empresas de
internalizar los posibles efectos negativos que
pueda ocasionar su operativa en el entorno de
manera preferente, frente a compensarlos exter-
namente con la realización de contramedidas
(Auld et al., 2008).
«La responsabilidad social corporativa se rela-
ciona principalmente con el logro de los resultados
de decisiones organizacionales sobre asuntos o
problemas específicos que (por algún referente de
aDResearch ESIC
52
Nº 17 Vol 17 · Primer semestre, enero-junio 2018  págs. 46 a 71
tipo normativo) tienen efectos beneficiosos en lu-
gar de efectos adversos sobre los grupos de interés
de la corporación. La corrección de los resultados
de la acción corporativa ha sido el enfoque princi-
pal de la RSC» (Epstein, 1987, p. 104).
Se puede decir que la RSC consiste en la bús-
queda del bien general de la sociedad involu-
crando de manera intensa en su planteamiento a
un amplio conjunto de grupos de interés (Bar-
nett, 2007). Respecto a un enfoque de estrategia
empresarial clásico, los planteamientos de la
RSC tienen en consideración la generación de
valor (Hussain, 1999) y bienestar para la socie-
dad, y contempla las relaciones con los grupos
de interés como medio para alcanzar tal fin.
Para la RSC, la dimensión de medioambiente
está considerada una parte importante y específi-
ca englobada dentro de un concepto mayor de
responsabilidad social (Lynes y Andrachuk, 2008;
Montiel, 2008; Willums, 1999, en Orlitzky et al.,
2003; Post et al., 2011), y restringida a la manera
en que las empresas y su industria se relacionan
con el entorno natural (Nicholls y Kang, 2012).
Así, medioambiente es una dimensión más, no
principal del constructo, junto con otros concep-
tos como derechos humanos, derechos de los tra-
bajadores o relaciones con la comunidad y los
proveedores (Watts y Holme, 2000).
2.2. Evolución histórica del concepto
El concepto de responsabilidad social corporativa
(RSC) encuentra sus orígenes en trabajos de au-
tores como Dodd (1932) que, haciendo referen-
cia a las empresas y sus directivos, les asigna una
responsabilidad hacia la sociedad, más allá de
los accionistas, residiendo la prueba de esta exis-
tencia en que las propias leyes que amparan el
funcionamiento de las empresas lo hacen por el
beneficio que aportan a la sociedad en su con-
junto (Dodd, 1932, en Cochran, 2007). Por su
parte, Bowen (1953) analiza las responsabilida-
des que afectan a los directivos respecto a la so-
ciedad, mencionando explícitamente el concep-
to de responsabilidad social. También en los años
cincuenta, Boulding (1956) sienta las bases del
rendimiento social de las corporaciones men-
cionando la interacción y el impacto de las em-
presas, como sistemas abiertos, en su entorno,
en el cual influyen de manera constante. Más
tarde, Davis (1960) relaciona la responsabilidad
de los directivos con su poder, la capacidad de
afectación en trabajadores, desempleo y la ho-
nestidad de las acciones de la empresa y el ca-
rácter voluntario de la adopción de uno u otro
tipo de actitudes. Ese mismo año, Frederick
(1960) reflexiona sobre la capacidad de las em-
presas para crear valor social más allá de la ri-
queza económica, destacando nuevamente la
figura del directivo de negocios como pieza cla-
ve en la deriva ética de la empresa y el rol social
de ésta en la sociedad.
Analizando la evolución histórica de los enfo-
ques de RSC, se observa que en los años cin-
cuenta predomina una interpretación como
«obligación a la sociedad»; en los años sesenta
abunda el enfoque de «relación entre corpora-
ción y sociedad»; y en los años setenta se incor-
poran aspectos legales y filosóficos, así como los
grupos de interés (S. Rahman, 2011). A finales
de la década de los años sesenta, McGuire (1969)
identifica cuatro aproximaciones al concepto de
RSC que aportan información para una com-
prensión del mismo: tradicional (enfoque neo-
clásico que dice que la RSC no tiene lugar en los
negocios), liberal (la RSC sirve a la propia em-
presa), responsable (RSC es lo correcto a hacer,
aunque puede que no compense), y una última
aproximación denominada confusa (la ética justi-
fica la RSC, y a través de esta la empresa obtiene
compensación de manera extraña). Durante los
53
De responsabilidad social a sostenibilidad corporativa: una revisión actualizada · págs. 46 a 71
años ochenta y noventa, se frena, aunque no de-
tiene, el interés por definir el concepto de RSC y
se comienzan a estudiar y proponer conceptos
alternativos o componentes del mismo, como la
respuesta social o el rendimiento social corporativo
(Carroll, 1979).
Es en la primera década del siglo XXI, espe-
cialmente a partir del trabajo de Carroll (1999),
cuando se consolida el componente medioam-
biental como parte integrante del concepto de
responsabilidad social corporativa (Dahlsrud,
2008). La vinculación de la dimensión medioam-
biental respecto a la responsabilidad corporativa
puede generar confusión. En ocasiones la res-
ponsabilidad medioambiental goza de identidad
propia e independiente, asignando en ese caso a
la responsabilidad social un alcance específico
hacia las personas (sin considerar aspectos
medioambientales). En otras ocasiones se consi-
dera medioambiente como un componente más
de la responsabilidad de la empresa hacia su en-
torno social (y por tanto de su responsabilidad
social corporativa). Resulta complejo diferenciar
ambos escenarios, ya que el enfoque en cada
caso depende de las perspectivas utilizadas por
los autores y cómo utilizan el concepto de res-
ponsabilidad social corporativa.
Se puede decir que la era moderna de la res-
ponsabilidad social corporativa comienza en los
años cincuenta (Carroll, 1999), tomando des-
pués especial protagonismo en los años sesenta
(Wang et al., 2016) y siendo objeto de interés
por parte de investigadores y empresarios, de
manera incremental, desde entonces (Garriga y
Melé, 2004). La intensidad de la investigación
sobre RSC experimenta actualmente un nuevo
repunte con un notable incremento desde el co-
mienzo del Siglo XXI (Montiel y Delgado-Ceba-
llos, 2014). Esto permite valorar positivamente
su relevancia actual y proyección a futuro.
2.3. Enfoques y perspectivas de estudio
Los motivos por los que una empresa decide in-
corporar iniciativas de RSC en su actividad habi-
tual pueden ser altruistas o filantrópicos, pero
también de tipo estratégico o como herramienta
defensiva (Vogel, 2006). El marco regulatorio
existente potencia la RSC definiendo unos míni-
mos en materia de actuación social por parte de
las empresas y facilitando referentes en cuanto a
las prioridades que se deben abordar. Este marco
en muchas ocasiones limita de manera incómo-
da la actuación de las empresas, tanto en entor-
nos de mercado como de no mercado, y por eso
es importante el carácter voluntario de la RSC y
los comportamientos de imitación entre empre-
sas (Orlitzky et al., 2003). Las prácticas de RSC
también son potenciadas por estándares y certi-
ficaciones en materia de responsabilidad social o
medioambiental, que conducen a los responsa-
bles de empresa a auto-regularse y cumplir mí-
nimamente, a veces incluso de manera simbóli-
ca, con sus requisitos (Christmann y Taylor, 2006;
Tenbrunsel et al., 2000). Es de esperar que en
entornos con presiones normativas o regulato-
rias débiles las empresas opten de manera gene-
ral por un «cumplimiento oportunista» mínimo
de los requisitos legales (Schwartz y Carroll,
2003, p. 511).
Muchos enfoques o perspectivas de análisis de
la RSC se basan en el estudio de los motivos que
tienen las empresas o los objetivos que persiguen
con la adopción de prácticas de RSC. Principal-
mente existen dos perspectivas de estudio: ins-
trumental o normativa. Entre ambos extremos se
encuentra un amplio espectro continuo basado
en las diversas posibles combinaciones de facto-
res (Garriga y Melé, 2004).
La perspectiva con enfoque instrumental, o
práctico, considera la RSC como un medio que la
empresa utiliza para alcanzar o mejorar sus pro-
aDResearch ESIC
54
Nº 17 Vol 17 · Primer semestre, enero-junio 2018  págs. 46 a 71
pios resultados. Según este enfoque de tipo eco-
nómico de la RSC, las actuaciones sociales de la
empresa se deben circunscribir exclusivamente a
maximizar los beneficios de sus accionistas, inte-
raccionando con otros grupos de interés única-
mente cuando estos puedan influir en lo anterior
(Friedman, 1970; Goodpaster, 1991). De acuerdo
al enfoque instrumental, la RSC no es un tipo de
responsabilidad moral, sino una iniciativa de ca-
rácter estratégico que puede mejorar los resulta-
dos de la empresa (McWilliams et al., 2006) y las
relaciones entre negocio y la sociedad, ganando
reputación y legitimidad (Dhanesh, 2012). La es-
trategia de RSC se define como «acciones volun-
tarias de RSC que mejoran la competitividad y la
reputación», dando como resultado de dichas
actividades una mejora en el rendimiento econó-
mico y financiero (Orlitzky et al., 2011, p. 6).
La perspectiva opuesta presenta un impor-
tante componente moral y ético en los funda-
mentos de la actuación empresarial, utilizando
aspectos normativos explícitos en sus plantea-
mientos (Lindgreen y Swaen, 2010). El enfoque
normativo hace referencia a «lo que las empresas
deberían o no hacer» (Swanson, 1999, p. 506),
y a cómo deberían ser. La filosofía normativa está
centrada en la evaluación moral y el juicio de la
actuación humana. Desde un enfoque normati-
vo, se asume que las empresas no están libres de
las obligaciones morales o éticas atribuibles a
cualquier miembro de la sociedad (Bauman y
Skitka, 2012) y no pueden eludir su responsabi-
lidad de ser una institución social aportando bie-
nes y servicios de tipo económico a la vez que la
creación de bienestar para la sociedad. La pers-
pectiva normativa encaja en la visión de la RSC
planteada en la Teoría de los Grupos de Interés
presentada por Freeman (1984), según la cual,
la empresa debe atender las reclamaciones y exi-
gencias de todo el amplio ecosistema de grupos
de interés que pueden influir en la empresa, y no
solo de aquellos relacionados con los aspectos
económicos y financieros de la misma (T. M. Jo-
nes, 1995). La empresa debe tener como propó-
sito la coordinación entre los intereses de los
grupos de interés (Donaldson y Preston, 1995)
persiguiendo, así, el beneficio de la sociedad y
los grupos de interés en conjunto.
Mientras que una adopción forzada de prácti-
cas de RSC debida a presiones externas de la so-
ciedad o marcos regulatorios (de tipo reactivo)
se considera generalmente de carácter instru-
mental, cuando las empresas adoptan de modo
voluntario la iniciativa RSC (de manera proacti-
va) lo pueden realizar tanto con objetivos econó-
micos de naturaleza instrumental como con mo-
tivos éticos o morales de carácter normativo
(Aguinis y Glavas, 2012). En relación a la inicia-
tiva de la empresa, en numerosas ocasiones ocu-
rre que cuando se habla, simplemente, de RSC
se suele hacer con un enfoque altruista que no
persigue resultados económicos, mientras que
cuando se habla de estrategia RSC, normalmente
se refiere a un enfoque que busca la rentabilidad
(Baron, 2001).
2.4. Principios de actuación
Un principio expresa algo fundamental que la
gente cree que es verdad, un valor básico que
motiva a las personas para actuar (Wood, 1991).
La RSC actúa como un conjunto de principios
sobre los que las empresas construyen políticas,
procesos y generan resultados, es decir, actúan
como la base de la construcción del modelo de
RSC para cada caso concreto. Desde una pers-
pectiva instrumental, los principios relacionados
con aspectos económicos y legales serían funda-
mentales comportándose como umbrales bási-
cos de funcionamiento de obligado cumpli-
miento sin los cuales la empresa no es operativa
55
De responsabilidad social a sostenibilidad corporativa: una revisión actualizada · págs. 46 a 71
(Pinkston y Carroll, 1996). A partir de estos, una
actitud ética y proactiva aporta un margen de se-
guridad ante la llegada de nuevas regulaciones o
controversias en la actuación de la empresa, y
permite posicionarse de manera favorable ante
los deseos y exigencias de la sociedad. Por enci-
ma de los niveles económico y legal se coloca-
rían, en primer lugar, la responsabilidad ética, de
esperado cumplimiento por parte de la sociedad
y sus grupos de interés, y por último, sobre to-
dos los anteriores, la responsabilidad discrecio-
nal filantrópica, de deseado cumplimiento, que
transforma a la empresa en un buen ciudadano
corporativo (Schwartz y Carroll, 2003).
Desde la perspectiva normativa, respecto a la
instrumental, se invierte el orden de prioridad en
el cumplimiento de los principios de RSC (véase
Kang y Wood, 1995), desplazando el componen-
te económico desde su posición principal a la
última en grado de importancia. Con este enfo-
que, resultan prioritarias las responsabilidades
morales, seguidas de las legales y, por último, las
económicas. Según Wood (1991), la llamada res-
ponsabilidad discrecional (nivel individual) es
prioritaria, a continuación, las empresas deben
cumplir con la responsabilidad pública que abar-
ca la faceta legal y la faceta ética (nivel organiza-
cional) y por último la empresa deberá cumplir
con las responsabilidades de tipo económicas
(nivel institucional). De esta manera, la rentabili-
dad económica no es posible para una empresa
sin cumplir previamente con las obligaciones
morales y legales, o estaría adoptando una acti-
tud fraudulenta y perdería su legitimidad para
existir. Cada principio tiene asociado un nivel de
análisis que facilita su comprensión (ver Figura 1).
Figura 1 · Evolución de principios de la RSC
Fuente: basado en Wood (2010)
RESPONSABILIDAD
DISCRECIONAL
RESPONSABILIDAD
ÉTICA
(Seguir las guías éticas
de la sociedad)
RESPONSABILIDAD
LEGAL
(Obedecer la ley)
RESPONSABILIDAD
ECONÓMICA
(Deber institucional de
conversión de recursos)
LEGITIMIDAD
(Las empresas pierden su poder
cuando abusan de él)
RESPONSABILIDAD
PÚBLICA
(Las empresas son responsables
de sus propios resultados,
impactos y consecuencias)
DISCRECIÓN GERENCIAL
(Los individuos de la empresa
son actores morales que deben
tomar decisiones eticamente
responsables).
INSTITUCIONAL
(Responsabilidad económica)
Empresa como miembro
de una institución
ORGANIZACIONAL
(Responsabilidad Social)
Empresa como organización
miembro de una red social
INDIVIDUAL
(Responsabilidad moral)
Empresa como una colección
de seres humanos individuales
actuando como agentes
morales
Principios de RSC
según Carroll (1979)
Principios de RSC
según Wood (1991)
Niveles de análisis de RSC
Kang y Wood (1995)
aDResearch ESIC
56
Nº 17 Vol 17 · Primer semestre, enero-junio 2018  págs. 46 a 71
3. La respuesta social corporativa
Respuesta social corporativa se define como «los
procesos mediante los cuales se producen, su-
pervisan, evalúan, compensan y rectifican (o no)
esos resultados [referido a impactos y resultados
para la sociedad, grupos de interés y la empre-
sa]» (Wood, 2010, p. 54). Se trata de una mani-
festación de los planteamientos de RSC de la
organización (lo que deben hacer) relacionada
con cómo las organizaciones interactúan y ges-
tionan activamente sus entornos (Swanson,
1999). Abarca sus procesos y modos de gestión
de incidencias sociales, y su capacidad (lo que
pueden hacer), modo de actuación y respuesta
ante las demandas sociales (Brammer y Pavelin,
2006; Carroll, 1979; Frederick, 1994). La res-
puesta social está relacionada con la capacidad
para responder a condiciones sociales cambian-
tes (Wartick y Cochran, 1985). Por capacidad en
RSC se entiende el conjunto formado por cono-
cimiento, habilidades y procesos de una empre-
sa relacionado con la planificación, la imple-
mentación y la evaluación de la actividad RSC
(Lee et al., 2013).
La respuesta social complementa, pero no
sustituye, el enfoque normativo y motivacional
de la RSC (Wood, 1991) añadiendo una selec-
ción de medios, innovaciones y prácticas (con-
trapunto de acción) para la consecución de los
objetivos deseados (Swanson, 1999). Se trata de
un concepto de tipo ecológico, que sugiere la
adaptación de la empresa a un entorno cambian-
te (Wood, 1991) y es eminentemente de carácter
descriptivo sobre los procesos directivos de la
empresa (Carroll, 1979): no analiza la ética de la
actuación en cuanto a deber o responsabilidad
(Wood, 2010), ya que una empresa podría reali-
zar actuaciones socialmente responsables persi-
guiendo intereses propios y no generales para la
sociedad (Swanson, 1999). Permite a la empresa
minimizar la diferencia entre el actual nivel de
rendimiento social de una empresa (ver concep-
to en el apartado siguiente) y el rendimiento que
espera la sociedad (Garriga y Melé, 2004), y jue-
ga un papel importante en las relaciones con los
grupos de interés, especialmente los grupos de
interés primarios, permitiendo a los directivos
obtener aportaciones constructivas por parte de
éstos (Brammer y Pavelin, 2006).
La respuesta social corporativa se orienta
principalmente al desarrollo de procesos de
toma de decisión organizacionales a través de los
cuales, considerando las limitaciones propias de
información incompleta e imperfecta, los res-
ponsables corporativos de manera colectiva anti-
cipan, responden y gestionan las respuestas a los
grupos de interés mediante políticas y prácticas
corporativas (Epstein, 1987, p. 104). Los proce-
sos de gestión, de toma de decisiones, y la canti-
dad de recursos dedicados a ellos, afectan a la
capacidad de gestión de incidencias sociales, y
derivan en el nivel de respuesta social de la em-
presa. Con estos enfoques, los principios socia-
les de la empresa y la conceptualización de RSC
pasan a un segundo plano frente a las propias
prácticas de RSC y sus procesos (Wood, 2010).
Los procesos de respuesta social permiten dirigir
la empresa en la dirección que sus propios valo-
res marquen, por ejemplo, hacia la búsqueda del
beneficio social o no, caracterizando el compor-
tamiento de la organización para la obtención de
resultados sociales (Swanson, 1999).
4. El rendimiento social corporativo
Se puede definir el rendimiento social corporativo
como «un conjunto de categorizaciones descrip-
tivas de la actividad empresarial, centradas en
los impactos y los resultados para la sociedad,
los grupos de interés y la empresa» (Wood, 2010,
p. 54). Equivale a la captura en un momento
57
De responsabilidad social a sostenibilidad corporativa: una revisión actualizada · págs. 46 a 71
puntual del agregado de la actuación social de
una empresa (Barnett, 2007), y en general hace
referencia al volumen de esfuerzo dedicado a la
obtención de un desempeño socialmente res-
ponsable, y especialmente, a la calidad de dicho
desempeño. Otorga a la RSC una estructura,
permitiendo, a través de sus prácticas, identifi-
car, promulgar y evaluar responsabilidades de la
empresa, o testar deberes concretos afrontados,
procesos definidos, resultados obtenidos e im-
pactos generados en individuos, grupos de inte-
rés, sociedad y la propia empresa (Wood, 2010).
En general facilita resolver la cuestión de la me-
dición de la RSC al considerarse, ésta última, un
conjunto de principios o motivación para la ac-
tuación social de las empresas (Carroll, 1979)
difícilmente medibles.
Wood (1991) reenfoca los principios de la
RSC propuestos por Carroll (1979) encajando
en un único modelo (ver Figura 2) principios de
RSC, procesos de respuesta social (esfuerzo) y
resultados del comportamiento de la empresa
(Garriga y Melé, 2004), que se corresponden
con motivos, comportamientos y resultados de
la empresa (Wood, 1991). De acuerdo a este mo-
delo, la responsabilidad social corporativa es el
marco y principios de la actuación estratégica en
cuestiones sociales (un marco de partida que no
evalúa sus resultados). El modelo permite hacer
operativa la RSC identificando relaciones causa-
efecto en situaciones en que, por ejemplo, se
combinen buenos resultados basados en malas
motivaciones o buenas motivaciones instrumen-
tadas mediante malos procesos.
Figura 2 · Modelo de rendimiento social de Wood (1991)
Fuente: Wood (1991) en Wood (2010)
PRINCIPIOS
DE RESPONSABILIDAD SOCIAL
LEGITIMIDAD
Las empresas pierden
su poder cuando
abusan de él.
RESPONSABILIDAD PÚBLICA
Las empresas son responsables de
sus propios resultados, impactos y
consecuecias.
DISCRECIÓN GERENCIAL
Los individuos de la empresa
son actores morales que deben
tomar decisiones eticamente
responsables.
PROCESOS DE
RESPUESTA SOCIAL
ESTUDIO DEL ENTORNO
Recoger la información necesaria
para entender y analizar el
entorno social, político, legal
y ético de la empresa.
GESTIÓN DE GRUPOS
DE INTERÉS
Compromisos activos y constructivos
en la relación con grupos de interés.
GESTIÓN DE INCIDENCIAS
Y ASUNTOS PÚBLICOS
Conjuntos de procesos que permite
a las empresas identicar, analizar
y actuar ante incidencias sociales
o políticas que les pueden afectar
signicativamente.
EFECTOS EN LAS
PERSONAS Y LAS
ORGANIZACIONES
EFECTOS EN EL
ENTORNO RURAL
Y FÍSICO
EFECTOS
EN LOS SISTEMAS SOCIALES
Y LAS INSTITUCIONES
RESULTADOS E IMPACTO DEL
RENDIMIENTO SOCIAL
aDResearch ESIC
58
Nº 17 Vol 17 · Primer semestre, enero-junio 2018  págs. 46 a 71
5. La responsabilidad
medioambiental corporativa
La responsabilidad medioambiental corporativa
(RMC) se focaliza en las actividades empresaria-
les, tanto restrictivas como preventivas, que li-
mitan el efecto adverso de la actuación empresa-
rial en el medioambiente (N. Rahman y Post,
2012). Está relacionada con el deber de la em-
presa de hacerse cargo de las implicaciones
medioambientales de sus operaciones, produc-
tos, servicios e instalaciones; eliminar los dese-
chos y la emisión de los mismos; maximizar la
eficiencia y productividad de sus recursos; y mi-
nimizar prácticas que pudieran afectar negativa-
mente al uso de los recursos por futuras genera-
ciones (Mazurkiewicz, 2004). En general, el
concepto de RMC se aplica a empresas que «vo-
luntariamente integran cuestiones medioam-
bientales en sus operaciones de negocio y sus
interacciones con los grupos de interés», contri-
buyendo a un desarrollo sostenible a través de la
búsqueda de un equilibrio para minimizar el
impacto medioambiental, evitando perjuicios en
los rendimientos económicos (N. Rahman y
Post, 2012, p. 310, interpretando a Williamson
et al., 2006). Debido a que todas las actividades
que realiza la empresa afectan de algún modo al
medioambiente, se puede decir que éstas están
en todo caso incluidas dentro del marco de ges-
tión ambiental que la empresa desee desarrollar
(Waddock, 2004). Así, la RMC se puede inter-
pretar como la agenda medioambiental de la
empresa y sus resultados, reduciendo impactos
negativos en el medio ambiente e incrementan-
do los positivos (Post et al., 2011).
El enfoque predominante de la RMC en el pe-
riodo entre 1960 y 1978 consiste en la reduc-
ción del impacto medioambiental de las prácti-
cas económicas de las empresas. Posteriormente
desde 1980 hasta 1999 el enfoque se centró en
el consumo sostenible de los recursos naturales
y una producción verde. Actualmente está orien-
tado a su inclusión dentro de las prácticas de
responsabilidad social como parte de la relación
de la empresa con los grupos de interés (Ganes-
cu y Dindire, 2014).
Se podría decir que la vinculación entre las
dimensiones social y medioambiental de la res-
ponsabilidad corporativa no es de paralelismo,
sino que una de las dos incluye o complementa
a la otra. Existen planteamientos según los cua-
les, la dimensión medioambiental cobra mayor
importancia, estando la dimensión social relega-
da a la primera. Este caso se corresponde con un
enfoque de la actividad empresarial llamado eco-
centrismo, en el que personas y todos sus siste-
mas están integrados como partes de la naturale-
za, y las actuaciones de las personas deben
estudiarse en relación con el entorno natural
(Bansal y Roth, 2000, p. 733).
En general, cuando se tiene en consideración
el enfoque de la responsabilidad social de la em-
presa, lo habitual es considerar que la RMC es
una parte o dimensión integral y muy importante
de la RSC (Aguilera et al., 2007; Bansal y Roth,
2000; Cai et al., 2016; Guenther et al., 2006;
Gunningham, 2009; Holtbrugge y Dogl, 2012;
Kim et al., 2015; Park y Levy, 2014; Post et al.,
2011) y que al hablar de la RSC se habla implíci-
tamente de sus componentes social y medioam-
biental (Castka et al., 2004) o de «dos tipos» de
RSC (Baughn et al., 2007). Esta idea se resume en
la definición de RSC ofrecida por la Comisión
Europea (European Commission, 2001, p. 6),
según la cual la RSC es «un concepto por el cual
las empresas integran las preocupaciones sociales
y medioambientales en sus operaciones comer-
ciales y en su interacción con sus grupos de inte-
rés de manera voluntaria». Otro motivo para la
consideración de la RMC como parte de la RSC
59
De responsabilidad social a sostenibilidad corporativa: una revisión actualizada · págs. 46 a 71
es una interpretación amplia de que la empresa,
como agente social, debe asumir una serie de res-
ponsabilidades con el medio ambiente, tal y
como ocurre con un ciudadano, y que de los re-
sultados de su actitud se beneficiará de manera
general la sociedad al completo. El medio natural
puede llegar a ser considerado uno más de los
grupos de interés sobre los que la empresa debe
rendir cuentas (Lynes y Andrachuk, 2008). Por
estos motivos, algunos autores se refieren al com-
ponente medioambiental de la RSC utilizando el
término responsabilidad social corporativa medioam-
biental (Guenther et al., 2006; Lyon y Maxwell,
2008; Mazurkiewicz, 2004; Post et al., 2011; N.
Rahman y Post, 2012), y otros incluso utilizan
datos de responsabilidad medioambiental como
proxy para el estudio de fenómenos relacionados
con la RSC (Orlitzky et al., 2003).
Al compartir estructura, la RMC se relaciona
con conceptos similares a la RSC, como es el
caso de la respuesta medioambiental o ecológica
corporativa, que se define como «un conjunto de
iniciativas corporativas que pretenden mitigar el
impacto de una empresa en el medio natural»
(Bansal y Roth, 2000, p. 717), y que está relacio-
nada con la naturaleza e intensidad de las prácti-
cas de medioambiente de la empresa. Por otra
parte, el rendimiento medioambiental, o rendimien-
to medioambiental corporativo, es el comporta-
miento de la empresa hacia el medio natural y los
resultados o impactos que la gestión empresarial
tienen sobre el mismo (Bhattacharyya y Cum-
mings, 2015).
6. Otros conceptos relacionados
En entornos académicos y profesionales se han
acuñado un conjunto de términos, distintos a
RSC, que representan enfoques de negocio con
connotaciones sociales, humanas, éticas o medio-
ambientales. Dahlsrud (2008), en su estudio de
las dimensiones presentes en las definiciones de
RSC, destaca que un alto porcentaje de ellas in-
cluyen los componentes social, económico y
medioambiental. Aquellos conceptos que vincu-
len el compromiso empresarial con estos tres
mismos componentes tendrían una naturaleza
próxima al concepto de RSC, mostrando ciertas
similitudes. Estos conceptos, cercanos a RSC,
pueden actuar en ciertas circunstancias como
términos equivalentes o complementarios a RSC.
Entre ellos se incluyen (ver Tabla 1 con algunas
definiciones representativas): desarrollo sosteni-
ble, ciudadanía corporativa, emprendimiento res-
ponsable, negocio responsable, triple línea base,
sostenibilidad corporativa, responsabilidad cor-
porativa y ética de negocios (Aguilera et al., 2007;
Carroll y Shabana, 2010; Dahlsrud, 2008; Fa-
rooq et al., 2014; Frederick, 1960; Lin et al.,
2012; Park y Levy, 2014; Valor, 2005; Van Ma-
rrewijk, 2003; Waddock, 2004).
Tabla 1. Conceptos similares a RSC
Concepto Autor/es Denición Etiquetas
Desarrollo
Sostenible
World Commission
on Environment
and Development
(1987)
Proceso de cambio en el cual la explotación de
recursos, la dirección de las inversiones, la orientación
del desarrollo tecnológico y el cambio institucional
están todos en armonía, y cubre el potencial actual
y futuro de cumplir con las necesidades y aspiraciones
humanas.
Cumplir con las necesidades del presente sin compro
-
meter la habilidad de futuras generaciones de cubrir
sus necesidades.
Preservación de recursos.
Largo plazo.
Gestión del cambio.
Planteamiento global.
.../...
aDResearch ESIC
60
Nº 17 Vol 17 · Primer semestre, enero-junio 2018  págs. 46 a 71
Concepto Autor/es Denición Etiquetas
Ética de
los Negocios
Epstein
(1987, p. 104)
«La ética de los negocios se reere a la reexión
sistemática y basada en el valor de los directivos,
tradicionalmente de manera individual pero cada vez
más en entornos colectivos, sobre el signicado moral
de la acción empresarial personal y organizativa y sus
consecuencias para los grupos de interés de la sociedad.
La reexión moral es fundamental para el concepto de
ética de los negocios».
Discrecionalidad.
Entorno moral.
Valores.
Ciudadanía Cor
-
porativa
European
Commission
(2001, p. 24)
«La gestión de la totalidad de las relaciones entre una
empresa y sus comunidades de acogida, a nivel local,
nacional y mundial».
Perl de actuación.
Agente social.
Preservación de derechos.
Civismo.
Maignan y Ferrell
(2001, p. 458)
«Ciudadanía corporativa designa las actividades adop
-
tadas por las empresas para integrar las demandas
sociales en sus actividades».
Matten y Crane
(2005, p. 173)
«La ciudadanía corporativa describe el papel de
la corporación en la administración de los derechos de
ciudadanía para los individuos».
Responsabilidad
Corporativa
Waddock y Bodwell
(2004, p. 25)
«Responsabilidad corporativa se dene como las
maneras en las cuales las prácticas operativas de la
empresa (políticas, procesos y procedimientos) afectan
a sus grupos de interés y al medioambiente natural».
Transversalidad.
Social y Medioambiental.
Requisitos de grupos de
interés.
Greenwood (2007,
p. 315)
«Responsabilidad Corporativa viene a signicar la
responsabilidad de la empresa para actuar de acuerdo
a los intereses de los [llamados] grupos de interés cor
-
porativos legítimos».
Sostenibilidad
Corporativa
Bansal (2005)
El concepto de desarrollo sostenible corporativo traslada
al nivel de la empresa los tres principios del desarrollo
sostenible, que son integridad medioambiental, pros
-
peridad económica y equidad social.
Equilibrio económico, so
-
cial y medioambiental.
Largo plazo.
Crecimiento.
Neubaum y Zahra
(2006, p. 111)
«Capacidad de una empresa para nutrir y apoyar
el crecimiento a través del tiempo mediante el
cumplimiento ecaz de las expectativas de los diversos
grupos de interés».
Sostenibilidad
Ecológica
Starik y Rands
(1995)
«La sostenibilidad ecológica es la capacidad de una o
más entidades, ya sea individual o colectivamente, de
existir y orecer (sin cambios o en formas evoluciona
-
das) para largos periodos de tiempo, de tal manera que
la existencia y el orecimiento de otras colectividades
de entidades está permitido en niveles y sistemas
relacionados».
Co-existencia.
Biodiversidad.
Preservación del entorno
natural y social.
Triple Línea Base
Elkington
(1997)
Escenario en el que las empresas armonizan sus
esfuerzos y recursos para la obtención de resultados
económicamente viables, mientras son a la vez social y
medioambientalmente responsables.
Rendición de cuentas.
Equilibrio económico, so
-
cial y medioambiental.
Largo plazo.
European
Commission
(2001, p. 26)
«Idea de que el rendimiento general de una empresa
debe medirse en función de su contribución combi
-
nada a la prosperidad económica, la calidad ambiental
y el capital social».
Fuente: elaboración propia
61
De responsabilidad social a sostenibilidad corporativa: una revisión actualizada · págs. 46 a 71
Dependiendo del enfoque utilizado, investi-
gadores y profesionales con iniciativas empresa-
riales que incluyen dimensiones sociales y
medioambientales pudieran preferir referirse a
RSC o alguno de los conceptos expuestos en la
Tabla 1. A continuación se desarrollan aquellos
con mayor presencia en literatura académica y
prácticas empresariales.
6.1. Responsabilidad corporativa
La responsabilidad corporativa destaca la necesi-
dad de buscar un equilibrio entre los elementos
que la componen: económico, social y medioam-
biental (Montiel y Delgado-Ceballos, 2014). La
responsabilidad corporativa, definida como
«políticas y acciones de las organizaciones, para
contextos específicos, que tienen en cuenta las
expectativas de los grupos de interés y la triple
línea base de rendimiento económico, social y
medioambiental» (Aguinis, 2011, p. 855), viene
a significar que todas las prácticas de la empresa
tienen efectos sobre grupos de interés y el medio
ambiente, y que la empresa debe gestionar las
responsabilidades generadas debido a ello, inte-
grando a los grupos de interés y el medioam-
biente en su estrategia (Waddock, 2004). Este
concepto resulta similar a RSC cuando en la de-
finición de ésta última se considera el aspecto
medioambiental como una responsabilidad más
de la empresa hacia la sociedad, y se puede utili-
zar este término para sustituir al de RSC cuando
ocurre esta circunstancia.
En cuanto a similitudes con otros conceptos,
según el planteamiento de van Marrewijk (2003),
la responsabilidad corporativa abarca los aspec-
tos sociales, medioambientales y económicos de
manera similar a la Triple Línea Base, por lo que
pueden considerarse conceptos equivalentes.
Para otros autores, responsabilidad corporativa
de una empresa es un concepto similar al de ciu-
dadanía corporativa (Donaldson, 1996; Marsden,
2000).
6.2. Ciudadanía corporativa
El término ciudadanía corporativa ha sido adop-
tado principalmente por agentes del sector pro-
fesional (directivos y empresarios). Mientras que
la RSC incorpora aspectos morales, gerenciales y
sociológicos, la ciudadanía corporativa se centra
en un aspecto más estrecho relacionado con las
actividades que la empresa adopta para cumplir
con las demandas de la sociedad de manera res-
ponsable (Maignan et al., 1999). A la empresa se
le asigna el papel de un buen o mal ciudadano,
adquiriendo el concepto un enfoque de carácter
político (Matten y Crane, 2005).
En términos de ciudadanía corporativa, una
empresa es reactiva cuando rechaza las responsa-
bilidades asignadas por sus grupos de interés
intentando evitar tener que cumplirlas, movién-
dose a un entorno menos exigente o influyendo
en ellas mediante, por ejemplo, prácticas de lo-
bby. Con esta condición una empresa no sería un
buen ciudadano corporativo (Maignan et al., 1999).
En cambio, una empresa es proactiva, y por lo
tanto es un ciudadano corporativo ejemplar,
cuando las cumple sistemáticamente e incluso se
anticipa a estas demandas (Maignan et al., 1999;
Maignan y Ferrell, 2001). Este concepto, con su
dimensión de civismo, resalta el hecho de que la
empresa tiene un papel como agente social cuya
actuación afecta a otros miembros de la sociedad
y a sus derechos de ciudadano (Matten y Crane,
2005). La empresa se considera un garante o
promotor de derechos para las personas, en
aquellos aspectos en que administración, regula-
dores o gobiernos, no tienen alcance (Crane y
Matten, 2016). Por ejemplo, una empresa global
cuyo ámbito geográfico de actuación sobrepasa
las regulaciones estatales, debería aplicar sus cri-
aDResearch ESIC
62
Nº 17 Vol 17 · Primer semestre, enero-junio 2018  págs. 46 a 71
terios éticos de manera absoluta en todas las
áreas o regiones de afectación, como si de un
ciudadano global se tratase (Rupp et al., 2011).
Respecto del enfoque de la RSC, la ciudada-
nía corporativa tiene una visión más práctica de
la actividad empresarial y su relación con el en-
torno. Resalta el hecho de que las empresas son
actores públicos poderosos que tienen derechos
y obligaciones y que deben respetar los derechos
de otros ciudadanos (especialmente los reales).
Conecta la actividad empresarial con el plano
social para el mutuo beneficio (Valor, 2005).
6.3. Sostenibilidad corporativa
Los conceptos de sostenibilidad corporativa y de-
sarrollo sostenible aparecen estrechamente vincu-
lados (Sharma y Henriques, 2005) compartien-
do la perspectiva de crecimiento, el componente
temporal (especialmente el largo plazo) y un
enfoque marcadamente eco-centrista (Gladwin et
al., 1995) incorporando medioambiente como
valor intrínseco en el modelo que actúa como di-
mensión complementaria (no accesoria) al resto
de dimensiones (Montiel, 2008). Eco-eficiencia
se define como «concepto según el cual mejorar
la forma en que se utilizan los recursos puede
reducir los daños ambientales y reducir costos»
(European Commission, 2001, p. 24). En aque-
llas ideas relacionadas con la sostenibilidad, el
medioambiente deja de ser algo externo al mo-
delo para ser uno de los aspectos centrales, o
directamente el elemento central, a considerar
(Cai et al., 2016). Sostenibilidad corporativa, a
su vez, puede tener dos enfoques, uno que com-
bina los factores económico, medioambiental y
social, y otro que enfatiza especialmente el as-
pecto medioambiental, referido al entorno en
general, en cuyo caso se aproximaría más al con-
cepto de sostenibilidad ecológica (Montiel, 2008).
El enfoque de sostenibilidad corporativa, al igual
que otros enfoques de RSC derivados de desa-
rrollo sostenible, expanden el ámbito de actua-
ción medioambiental para incluir la dimensión
social como inseparable para la consecución los
objetivos en el largo plazo (Watts y Holme,
2000). En estos casos, cuando se habla de soste-
nibilidad corporativa, la responsabilidad social
corporativa se refiere específicamente al ámbito
de las personas y las organizaciones (Van Ma-
rrewijk, 2003).
Los investigadores en responsabilidad o ren-
dimiento social corporativo analizan el resultado
social (incluyendo medioambiente) y el econó-
mico de manera separada, mientras que en el
caso de la sostenibilidad corporativa se asume
una interrelación entre sus tres componentes
(económico, medioambiental y social). Se puede
decir también que, en aquellos estudios sobre
RSC en los que se analiza un equilibrio entre sus
dimensiones social y medioambiental, el enfo-
que utilizado se aproxima al de sostenibilidad
corporativa (Montiel, 2008), al igual que ocurre
con el concepto responsabilidad corporativa.
Respecto a la relación entre sostenibilidad
corporativa y responsabilidad corporativa, algu-
nos autores proponen que el primero podría
ocupar un nivel superior, definiendo el grado de
inclusión de los asuntos medioambientales y so-
ciales en las operaciones de la empresa y sus re-
laciones con los grupos de interés (Figura 3).
Este nivel de encaje de la responsabilidad corpo-
rativa en la empresa y su entorno repercute en la
capacidad de las empresas para perdurar y gene-
rar beneficios en el largo plazo (Van Marrewijk,
2003), ya que permite a la empresa adaptarse
estratégicamente a los cambios del entorno y
considerar la complejidad de su contexto social.
Por eso se percibe una relación entre sostenibili-
dad corporativa y el concepto de sostenibilidad
63
De responsabilidad social a sostenibilidad corporativa: una revisión actualizada · págs. 46 a 71
(como capacidad de perdurar) de la empresa
(Marsden, 2000).
6.4. Sostenibilidad ecológica
Sostenibilidad ecológica, también llamada sosteni-
bilidad medioambiental (Van Marrewijk, 2003),
consiste en aprovechar los recursos naturales a la
vez que se mejora las condiciones de las perso-
nas (Starik y Rands, 1995). Mientras se puede
decir que sostenibilidad corporativa abarca di-
mensiones sociales, económicas y medioam-
bientales, también se puede aceptar que sosteni-
bilidad ecológica se refiera específicamente o
principalmente a aspectos de medioambiente
(Montiel y Delgado-Ceballos, 2014), por lo que
no se trataría de conceptos similares (Van Ma-
rrewijk, 2003).
7. Conclusiones
El concepto de RSC, debido a su propia naturale-
za, ha sufrido una evolución en sus enfoques y
perspectivas de análisis (Garriga y Melé, 2004; S.
Rahman, 2011). Aunque actualmente presenta
un cierto grado de maduración, todavía muestra
ambigüedad y falta de acuerdo en ambientes pro-
fesionales y académicos (Aguinis y Glavas, 2012;
Sheehy, 2015). Se complementa con otra serie de
conceptos relacionados más concretos y con ma-
yor aplicación práctica que se deben conocer.
Una correcta comprensión de estos conceptos y
sus relaciones es básica para la adecuada aplica-
ción de los planteamientos, estrategias y políticas
en materia de actuación social y medioambiental.
Se podría decir que el nivel de exigencia por
parte de los agentes sociales para que las empre-
Figura 3 · Modelo de sostenibilidad corporativa
Fuente: van Marrewijk (2003)
SOSTENIBILIDAD CORPORATIVA
Responsabilidad
Económica
Responsabilidad
Medioambiental
Responsabilidad
Social
RESPONSABILIDAD CORPORATIVA
aDResearch ESIC
64
Nº 17 Vol 17 · Primer semestre, enero-junio 2018  págs. 46 a 71
sas operen en marcos de actividad socialmente
responsables es cada vez mayor (Yim y Fock,
2013). Las empresas, como agentes del sistema
socio-económico, deben ganarse, para poder
operar, el respeto de los grupos de interés, con-
siderando que éstas son instadas a perseguir es-
trategias socialmente responsables (Brammer et
al., 2007). Esta situación empuja a las empresas
a retratarse en cuanto a su posicionamiento en
aspectos sociales, haciéndolo visible mediante
sus prácticas (estrategias, políticas y progra-
mas). Tanto las empresas, a nivel organizativo,
como sus directivos, a nivel discrecional, deben
mantener un equilibrio entre las críticas que de-
mandan más responsabilidad social y los inver-
sores que puedan exigir mayores beneficios en
el corto plazo, empujándoles a buscar estrate-
gias rentables que incorporen un importante
componente filantrópico o nuevos plantea-
mientos con componentes más éticos (Porter y
Kramer, 2006).
La publicidad, promociones y otro tipo de co-
municaciones pueden ayudar a difundir la ima-
gen de empresa como un agente social preocu-
pado por las necesidades sociales de los grupos
de interés (Maignan y Ferrell, 2004). Sin embar-
go, el alineamiento entre la imagen social corpo-
rativa y la identidad corporativa es clave para
conseguir una reducción del escepticismo que
pueda generarse entre los consumidores, para lo
cual es necesario entender y analizar detenida-
mente la estrategia de RSC de la compañía y sus
componentes (Pomering y Johnson, 2009).
Es importante mantener la coherencia entre el
posicionamiento social de la empresa y la comu-
nicación que ésta realiza sobre el mismo. Cuando
el encaje o similitud entre el mensaje publicitario
y la imagen de marca es mayor, y la empresa es
bien conocida, el consumidor reacciona más fa-
vorablemente a los mensajes y las marcas (Nan y
Heo, 2007). Igualmente ocurre cuando la misión
de la empresa y el tipo de iniciativa social que se
publicita coinciden, generando un comporta-
miento negativo por parte del consumidor en
caso contrario (Becker-Olsen et al., 2006). Cuan-
to más expone la empresa su actividad y posicio-
namiento social, más atrae la atención crítica de
los grupos de interés, hasta el punto de que pue-
den llegar a sospechar que con mucha actividad
publicitaria, la empresa podría intentar esconder
algo (Morsing y Schultz, 2006). Este efecto se ve
potenciado por la existencia de grupos de interés,
como los consumidores, que cuando están fami-
liarizados y sensibilizados con la RSC reaccionan
de manera especialmente positiva a la comunica-
ción de la misma por parte de la empresa (Klein
y Dawar, 2004). En muchas ocasiones resulta
inevitable rendir cuentas a los consumidores, ya
que grupos activistas o asociaciones pueden par-
ticipar en reducir la información asimétrica, aler-
tando al consumidor sobre la verdadera actua-
ción y motivaciones de las empresas (Feddersen
y Gilligan, 2001). También los propios emplea-
dos, ejerciendo como grupo de interés primarios
de la compañía especialmente sensible a la co-
municación social de la misma (Drumwright,
1996), pueden contribuir a desmantelar la credi-
bilidad de dicha comunicación. Las empresas,
por tanto, no pueden eludir la tarea de conocer,
evaluar, analizar, proponer e incorporar un plan-
teamiento estratégico social y unos principios
éticos, basándose en los enfoques y perspectivas
presentados en ese artículo, considerando que
puedan éstos resultar familiares a sus consumi-
dores u otros grupos de interés.
Las empresas deben identificar sus grupos de
interés, entre los que se encuentran sus públicos
objetivos (internos o externos), cada cual con
sus propias expectativas. En base a ellos las em-
presas deben estudiar su reputación y, en caso
65
De responsabilidad social a sostenibilidad corporativa: una revisión actualizada · págs. 46 a 71
necesario, definir o modificar sus principios de
RSC. Estos principios pueden plantearse desde
una perspectiva instrumental, en cuyo caso sería
necesario evaluar su estrategia, o desde una
perspectiva normativa, en cuyo caso se necesita-
ría evaluar, además, los valores en la empresa
(Garriga y Melé, 2004). En cualquiera de las dos
opciones, es interesante recordar que los grupos
de interés, en general, valoran el compromiso
social de la empresa en base a su actuación visi-
ble (relacionada con su respuesta social corpora-
tiva) y el impacto que generan (vinculado con el
concepto de rendimiento social corporativo).
Por ello, independiente de lo que la empresa co-
munique, son más importantes los actos y la
efectividad de la empresa (Wood, 2010). La per-
cepción de algún tipo de incongruencia entre los
principios empresariales y sus actos puede tener
un impacto especialmente perjudicial para la re-
putación de la empresa.
En un planteamiento contemporáneo de la
responsabilidad empresarial, el componente eco-
nómico es uno más de los tres pilares de creación
de valor (Montiel, 2008) que la empresa debe
desarrollar (y no el único). Este planteamiento
queda retratado de acuerdo a los postulados de la
llamada triple línea base que sirven de referencia
para valorar la importancia de este triple equili-
brio en la creación de valor por parte de la em-
presa (Elkington, 1997).
Desde la década de los noventa existe una es-
pecial sensibilidad por parte del público general
hacia aspectos relacionados con el medioam-
biente y el impacto de la actividad empresarial y
la globalización como causante de su deterioro.
El modelo industrial clásico asociado a las em-
presas ha venido históricamente acompañado de
dicho efecto. La concienciación sobre ciertos
problemas globales como el cambio climático, el
agotamiento de los recursos naturales o el dete-
rioro de entornos naturales ha provocado que el
componente medioambiental de la CSR haya
cobrado protagonismo en los negocios (Auld et
al., 2008; Park y Levy, 2014). La problemática
surgida respecto a los asuntos de sostenibilidad
medioambiental, así como la actuación de gru-
pos de interés como gobiernos, consumidores o
comunidades locales han forzado a las empresas
a reconocer la importancia de lo medioambien-
tal y a modificar su agenda de actuación para
convertirse en organizaciones medioambiental-
mente responsables (Setthasakko, 2009). Este es
uno de los motivos por los que surge una nueva
corriente de conceptos como la sostenibilidad
corporativa y la sostenibilidad ecológica, ampa-
rados por los planteamientos del desarrollo sos-
tenible, en los que el medioambiente ocupa una
posición central (enfoque eco-céntrico), y se fo-
mentan los planteamientos de crecimiento en el
largo plazo, con especial atención igualmente a
aspectos de derechos humanos e impacto en co-
munidades. Las empresas que adoptan este en-
foque para minimizar o eliminar su impacto
medioambiental, afectan positivamente, de ma-
nera colateral a las personas (véase, por ejemplo,
González-Masip, 2016).
Los planteamientos corporativos basados en
RSC, para ser efectivos y creíbles, deben aspirar a
tener un alcance transversal en la compañía (va-
lores corporativos), y deben incluir el compo-
nente medioambiental como dimensión de im-
portancia (Montiel y Delgado-Ceballos, 2014).
En circunstancias así, el uso del concepto respon-
sabilidad corporativa es una manera cómoda de
referirse a responsabilidad social corporativa, aun-
que sería necesario valorar si éste último goza de
una mayor difusión y aceptación entre los grupos
de interés objetivo y, por lo tanto, puede resultar
conveniente utilizarlo en las comunicaciones
corporativas.
aDResearch ESIC
66
Nº 17 Vol 17 · Primer semestre, enero-junio 2018  págs. 46 a 71
Otros conceptos, como el de ciudadanía cor-
porativa, se han desarrollado reforzando el plan-
teamiento de la empresa como agente social que
actúa en un contexto de derechos de las perso-
nas y se comporta con nivel deseable de ética y
civismo (Maignan et al., 1999; Moon et al.,
2005). Este concepto tiene un enfoque de carác-
ter político y antropo-céntrico, y es más común
en entornos profesionales, asignando a la em-
presa la cualidad de buen ciudadano en el eco-
sistema social. Pretende analizar el comporta-
miento ético y las actuaciones empresariales,
tiene en consideración el impacto que éstos pue-
dan tener en la percepción y evaluación de sus
grupos de interés, y está más orientado al cum-
plimiento de las demandas exigidas por el entor-
no de manera reactiva.
El concepto de responsabilidad social corpora-
tiva (o sus equivalentes) no debe plantearse úni-
camente para cuestiones de imagen o reputación
empresarial, ya que su credibilidad se contrasta
de manera relativamente sencilla mediante la eva-
luación de la actuación y el rendimiento social de
la empresa. Actualmente goza de relevancia estra-
tégica, especialmente en aquellos escenarios en
que la conciencia medioambiental está firmemen-
te establecida o en ámbitos sociales notablemente
críticos o sensibles a prácticas poco éticas o escán-
dalos. Debido a la globalidad y visibilidad de los
impactos y el empeoramiento del medio ambien-
te, existe una especial sensibilización por parte de
los grupos de interés en este aspecto, por ello el
esfuerzo de las empresas por minimizar su impac-
to en el entorno natural debe quedar patente. La
utilización de otros conceptos que colocan el
componente medioambiental como núcleo de
mayor importancia puede resultar de interés,
aunque no se debe olvidar el poner en valor el
impacto positivo que este tipo de actuaciones si-
gue teniendo sobre personas y comunidades.
Futuras líneas de investigación podrían
orientarse hacia la identificación de nuevos tér-
minos o conceptos, en la literatura académica o
profesional, que impliquen vinculación o actua-
ción de la empresa con aspectos sociales o
medioambientales, y señalar, en los mismos, pa-
recidos o semejanzas con los conceptos revisa-
dos en este artículo. Sería interesante también
detectar la mayor presencia o predilección de
uno u otro enfoque, y cuáles de ellos generan
mayores efectos o vinculación con el consumi-
dor a través de actuaciones de comunicación de
la empresa que visibilicen su compromiso, acti-
vidad e impacto social.
67
De responsabilidad social a sostenibilidad corporativa: una revisión actualizada · págs. 46 a 71
Bibliografía
Ackerman, R. W. (1973). How companies respond to social
demands. Harvard business review, 51(4), 88-98.
Aguilera, R. V., Rupp, D. E., Williams, C. A. y Ganapathi, J.
(2007). Putting the S Back in Corporate Social Responsibi-
lity: A Multilevel Theory of Social Change in Organizations.
Academy of Management. The Academy of Management Re-
view, 32(3), 836-863.
Aguinis, H. (2011). Organizational responsibility: Doing
good and doing well. En S. Zedeck (Ed.), APA handbook of
industrial and organizational psychology (pp. 855-879).
Washington: American Psychological Association.
Aguinis, H. y Glavas, A. (2012). What We Know and Don’t
Know About Corporate Social Responsibility: A Review and
Research Agenda. Journal of Management, 38(4), 932-968.
Albinger, H. S. y Freeman, S. J. (2000). Corporate Social Per-
formance and Attractiveness as an Employer to Different Job
Seeking Populations. Journal of Business Ethics, 28(3), 243.
Auld, G., Bernstein, S. y Cashore, B. (2008). The new cor-
porate social responsibility. Annual Review of Environment
and Resources, 33, 413-435.
Bagnoli, M. y Watts, S. G. (2003). Selling to socially respon-
sible consumers: Competition and the private provision of
public goods. Journal of Economics & Management Strategy,
12(3), 419-445.
Bansal, P. y Roth, K. (2000). Why companies go green: A
model of ecological responsiveness. Academy of Management
Journal, 43(4), 717-736.
Bansal, P. (2005). Evolving Sustainably: A Longitudinal Stu-
dy of Corporate Sustainable Development. Strategic Mana-
gement Journal, 26(3), 197-218.
Barnett, M. L. (2007). Stakeholder influence capacity and
the variability of financial returns to corporate social respon-
sibility. The Academy of Management Review, 32(3), 794-816.
Baron, D. P. (2001). Private politics, corporate social res-
ponsibility, and integrated strategy. Journal of Economics &
Management Strategy, 10(1), 7-45.
Baron, D. P. (2008). Managerial contracting and corporate so-
cial responsibility. Journal of Public Economics, 92(1), 268-288.
Baughn, C. C., Bodie, N. L. y McIntosh, J. C. (2007). Cor-
porate social and environmental responsibility in Asian
countries and other geographical regions. Corporate Social -
Responsibility and Environmental Management, 14(4), 189.
Bauman, C. W. y Skitka, L. J. (2012). Corporate social res-
ponsibility as a source of employee satisfaction. Research in
Organizational Behavior, 32, 63-86.
Becker-Olsen, K. L., Cudmore, B. A. y Hill, R. P. (2006). The
impact of perceived corporate social responsibility on con-
sumer behavior. Journal of Business Research, 59(1), 46-53.
Behrend, T. S., Baker, B. A. y Thompson, L. F. (2009).
Effects of Pro-Environmental Recruiting Messages: The Role
of Organizational Reputation. Journal of Business and Psycho-
logy, 24(3), 341-350.
Bhattacharyya, A. y Cummings, L. (2015). Measuring Cor-
porate Environmental Performance - Stakeholder Engage-
ment Evaluation. Business Strategy and the Environment,
24(5), 309.
Boulding, K. E. (1956). General systems theory—the skele-
ton of science. Management science, 2(3), 197-208.
Bowen, H. R. (1953). Social responsibilities of the businessman.
New York: Harper.
Brammer, S. J., Millington, A. y Rayton, B. (2007). The con-
tribution of corporate social responsibility to organizational
commitment. The International Journal of Human Resource
Management, 18(10), 1701.
Brammer, S. J. y Pavelin, S. (2006). Corporate Reputation
and Social Performance: The Importance of Fit. The Journal
of Management Studies, 43(3), 435-455.
Cai, L., Cui, J. y Jo, H. (2016). Corporate Environmental
Responsibility and Firm Risk. Journal of Business Ethics,
139(3), 563-594.
Carroll, A. B. (1979). A Three-Dimensional Conceptual
Model of Corporate Performance. Academy of Management.
The Academy of Management Review, 4(4), 497.
Carroll, A. B. (1999). Corporate social responsibility. Busi-
ness and Society, 38(3), 268-295.
Carroll, A. B. y Shabana, K. M. (2010). The Business Case
for Corporate Social Responsibility: A Review of Concepts,
Research and Practice. International Journal of Management
Reviews, 12(1), 85-105.
Castka, P., Balzarova, M. A., Bamber, C. J. y Sharp, J. M.
(2004). How can SMEs effectively implement the CSR
agenda? A UK case study perspective. Corporate Social Res-
ponsibility and Environmental Management, 11(3), 140-149.
aDResearch ESIC
68
Nº 17 Vol 17 · Primer semestre, enero-junio 2018  págs. 46 a 71
Christmann, P. y Taylor, G. (2006). Firm self-regulation
through international certifiable standards: determinants of
symbolic versus substantive implementation. Journal of In-
ternational Business Studies, 37(6), 863-878.
Cochran, P. L. (2007). The evolution of corporate social res-
ponsibility. Business horizons, 50(6), 449-454.
Crane, A. y Matten, D. (2016). Business ethics: Managing cor-
porate citizenship and sustainability in the age of globalization
Oxford University Press.
Dahlsrud, A. (2008). How corporate social responsibility is
defined: an analysis of 37 definitions. Corporate Social Res-
ponsibility and Environmental Management, 15(1), 1-13.
Davis, K. (1960). Can Business Afford to Ignore Social Res-
ponsibilities? California Management Review (pre-1986),
2(3), 70.
Dhanesh, G. S. (2012). The view from within: internal pu-
blics and CSR. Journal of Communication Management, 16(1),
39-58.
Dodd, E. M. (1932). For Whom Are Corporate Managers
Trustees? Harvard law review, 45(7), 1145-1163.
Donaldson, T. (1996). Values in tension: Ethics away from
home. Harvard business review, 74(5), 48-&.
Donaldson, T. y Preston, L. E. (1995). The Stakeholder
Theory of the Corporation: Concepts, Evidence, and Impli-
cations. Academy of Management. The Academy of Manage-
ment Review, 20(1), 65.
Drumwright, M. E. (1996). Company advertising with a
social dimension: The role of noneconomic criteria. The
Journal of Marketing, 60(4), 71-87.
Du, S., Bhattacharya, C. y Sen, S. (2010). Maximizing Busi-
ness Returns to Corporate Social Responsibility (CSR): The
Role of CSR Communication. International Journal of Mana-
gement Reviews, 12(1), 8-19.
Elkington, J. (1997). Cannibals with forks. Oxford, UK:
Capstone.
Epstein, E. M. (1987). The corporate social policy process:
Beyond business ethics, corporate social responsibility, and
corporate social responsiveness. California management re-
view, 29(3), 99-114.
European Commission (2001). Green Paper. Promoting a Eu-
ropean framework for Corporate Social Responsibility. Brussels:
European Commission.
Farooq, O., Payaud, M., Merunka, D. y Valette-Florence, P.
(2014). The Impact of Corporate Social Responsibility on
Organizational Commitment: Exploring Multiple Media-
tion Mechanisms. Journal of Business Ethics, 125(4), 563-
580.
Feddersen, T. J. y Gilligan, T. W. (2001). Saints and mar-
kets: Activists and the supply of credence goods. Journal of
Economics & Management Strategy, 10(1), 149-171.
Fombrun, C. y Shanley, M. (1990). What’s in a Name? Re-
putation Building and Corporate Strategy. The Academy of
Management Journal, 33(2), 233-258.
Fox, A. (2007). Corporate Social Responsibility Pays Off.
HRMagazine, 52(8), 43-47.
Frederick, W. C. (1994). From CSR1 to CSR2 the maturing
of business-and-society thought. Business & Society, 33(2),
150-164.
Frederick, W. C. (1960). The Growing Concern over Busi-
ness Responsibility. California Management Review (pre-
1986), 2(000004), 54.
Freeman, R. E. (1984). Strategic Management: A Stakeholder
Approach. Boston, MA: Pittman.
Friedman, M. (1970). The social responsibility of business
is to increase its profits. The New York Times Magazine,
Gallardo-Vázquez, D. y Sánchez-Hernández, M. I. (2014).
Structural analysis of the strategic orientation to environ-
mental protection in SMEs. BRQ Business Research Quarterly,
17(2), 115-128.
Ganescu, C. y Dindire, L. (2014). Corporate environmental
responsibility - a key determinant of corporate reputation.
Computational Methods in Social Sciences, 2(1), 48-53.
Garriga, E. y Melé, D. (2004). Corporate Social Responsibi-
lity Theories: Mapping the Territory. Journal of Business
Ethics, 53(1-2), 51-71.
Gladwin, T. N., Kennelly, J. J. y Krause, T. (1995). Shifting
paradigms for sustainable development: Implications for
management theory and research. Academy of Management
Review, 20(4), 874-907.
González-Masip, J. (2016). Gestión hotelera y sostenibili-
dad medioambiental: el caso de NH Hoteles. Economía in-
dustrial, (401), 141-152.
González-Masip, J. (2017). Efectos de las prácticas de respon-
sabilidad social y medioambiental corporativas en la atracción y
69
De responsabilidad social a sostenibilidad corporativa: una revisión actualizada · págs. 46 a 71
retención de talento. (No publicada Universidad Compluten-
se de Madrid, Madrid.
Goodpaster, K. E. (1991). Business ethics and stakeholder
analysis. Business ethics quarterly, 1(01), 53-73.
Greening, D. W. y Turban, D. B. (2000). Corporate social
performance as a competitive advantage in attracting a qua-
lity workforce. Business and Society, 39(3), 254-280.
Greenwood, M. (2007). Stakeholder Engagement: Beyond
the Myth of Corporate Responsibility. Journal of Business
Ethics, 74(4), 315-327.
Guenther, E., Hoppe, H. y Poser, C. (2006). Environmental
corporate social responsibility of firms in the mining and oil
and gas industries: Current status quo of reporting fo-
llowing GRI guidelines. Greener Management International,
(53), 7-25.
Gunningham, N. (2009). Shaping corporate environmental
performance: a review. Environmental Policy and Governance,
19(4), 215-231.
Holtbrugge, D. y Dogl, C. (2012). How international is cor-
porate environmental responsibility? A literature review.
Journal of International Management, 18(2), 180-195.
Hsu, K. (2012). The advertising effects of corporate social
responsibility on corporate reputation and brand equity:
Evidence from the life insurance industry in Taiwan. Journal
of Business Ethics, 109(2), 189-201.
Hussain, S. S. (1999). The ethics of ‘going green’: the corpo-
rate social responsibility debate. Business Strategy and the
Environment, 8(4), 203-210.
Jones, D. A., Willness, C. R. y Madey, S. (2014). Why are
job seekers attracted by corporate social performance? Ex-
perimental and field tests of three signal-based mecha-
nisms. Academy of Management Journal, 57(2), 383-404.
Jones, T. M. (1995). Instrumental stakeholder theory: A
synthesis of ethics and. Academy of Management. The Aca-
demy of Management Review, 20(2), 404.
Kang, Y., & Wood, D. J. (1995). Before-profit social respon-
sibility: Turning the economic paradigm upside down. Pro-
ceedings of the International Association for Business and Socie-
ty, , 6 809-829.
Kilcullen, M. y Kooistra, J. O. (1999). At least do no harm:
sources on the changing role of business ethics and corpo-
rate social responsibility. Reference Services Review, 27(2),
158-178.
Kim, H., Park, K. y Ryu, D. (2015). Corporate environmen-
tal responsibility: A legal origins perspective. Journal of Busi-
ness Ethics,
Klein, J. y Dawar, N. (2004). Corporate social responsibility
and consumers’ attributions and brand evaluations in a pro-
duct–harm crisis. International Journal of research in Marke-
ting, 21(3), 203-217.
Knudsen, J. S. (2013). The integration of corporate social
responsibility (CSR) initiatives into business activities: can
lessons be learnt from gender diversity programmes? Inter-
national Journal of Business Governance and Ethics, 8(3), 210.
Lee, E. M., Park, S. y Lee, H. J. (2013). Employee percep-
tion of CSR activities: Its antecedents and consequences.
Journal of Business Research, 66(10), 1716.
Levitt, T. (1958). The dangers of social-responsibility. Har-
vard business review, 36(5), 41-50.
Lichtenstein, D. R., Drumwright, M. E. y Braig, B. M. (2004).
The effect of corporate social responsibility on customer do-
nations to corporate-supported nonprofits. Journal of Mar-
keting, 68(4), 16-32.
Lin, C., Baruch, Y. y Shih, W. (2012). Corporate Social Res-
ponsibility and Team Performance: The Mediating Role of
Team Efficacy and Team Self-Esteem. Journal of Business
Ethics, 108(2), 167-180.
Lindgreen, A. y Swaen, V. (2010). Corporate Social Respon-
sibility. International Journal of Management Reviews, 12(1),
1-7.
Lynes, J. K. y Andrachuk, M. (2008). Motivations for corpo-
rate social and environmental responsibility: a case study of
Scandinavian Airlines. Journal of international management,
14(4), 377-390.
Lyon, T. P. y Maxwell, J. W. (2008). Corporate social respon-
sibility and the environment: A theoretical perspective. Re-
view of environmental economics and policy, 2(2), 240-260.
Maignan, I. y Ferrell, O. C. (2004). Corporate Social Res-
ponsibility and Marketing: An Integrative Framework. Jour-
nal of the Academy of Marketing Science, 32(1), 3-19.
Maignan, I. y Ferrell, O. C. (2001). Corporate citizenship as
a marketing instrument - Concepts, evidence and research
directions. European Journal of Marketing, 35(3/4), 457-484.
Maignan, I., Ferrell, O. C. y Hult, G. T. M. (1999). Corpo-
rate citizenship: Cultural antecedents and business benefits.
Journal of the Academy of Marketing Science, 27(4), 455-469.
aDResearch ESIC
70
Nº 17 Vol 17 · Primer semestre, enero-junio 2018  págs. 46 a 71
Marsden, C. (2000). The new corporate citizenship of big
business: Part of the solution to sustainability? Business and
Society Review, 105(1), 8-25.
Matten, D. y Moon, J. (2008). Implicit’ and ‘explicit’ CSR: a
conceptual framework for a comparative understanding of
corporate social responsibility. Academy of Management Re-
view, 33(2), 404-24.
Matten, D. y Crane, A. (2005). Corporate citizenship:
Toward an extended theoretical conceptualization. Academy
of Management. The Academy of Management Review, 30(1),
166-179.
Mazurkiewicz, P. (2004). Corporate environmental responsi-
bility: Is a common CSR framework possible. Consultado en
http://documents.worldbank.org/curated/en/5770514
68339093024/pdf/421830csrframework01PUBLIC1.pdf
McGuire, J. W. (1969). THE CHANGING NATURE OF BU-
SINESS RESPONSIBILITIES. Journal of Risk and Insurance
(pre-1986), 36(1), 55.
McWilliams, A. y Siegel, D. (2001). Corporate social respon-
sibility: A theory of the firm perspective. Academy of Manage-
ment. The Academy of Management Review, 26(1), 117-127.
McWilliams, A., Siegel, D. S. y Wright, P. M. (2006). Corpo-
rate social responsibility: strategic implications. Journal of
Management Studies, 43(1), 1-18.
Montiel, I. (2008). Corporate Social Responsibility and
Corporate Sustainability: Separate Pasts, Common Futures.
Organization & Environment, 21(3), 245-269.
Montiel, I. y Delgado-Ceballos, J. (2014). Defining and
Measuring Corporate Sustainability: Are We There Yet? Or-
ganization & Environment, 27(2), 113-139.
Moon, J., Crane, A. y Matten, D. (2005). CAN CORPORA-
TIONS BE CITIZENS: Corporate Citizenship as a Metaphor
for Business Participation in Society. Business Ethics Quar-
terly, 15(3), 429-453.
Morsing, M. y Schultz, M. (2006). Corporate social respon-
sibility communication: stakeholder information, response
and involvement strategies. Business Ethics: A European Re-
view, 15(4), 323-338.
Nan, X. y Heo, K. (2007). Consumer responses to corpora-
te social responsibility (CSR) initiatives: Examining the role
of brand-cause fit in cause-related marketing. Journal of ad-
vertising, 36(2), 63-74.
Neubaum, D. O. y Zahra, S. A. (2006). Institutional owner-
ship and corporate social performance: The moderating
effects of investment horizon, activism, and coordination.
Journal of Management, 32(1), 108-131.
Nicholls, S. y Kang, S. (2012). Going green: the adoption of
environmental initiatives in Michigan’s lodging sector. Jour-
nal of Sustainable Tourism, 20(7), 953.
Orlitzky, M., Schmidt, F. L. y Rynes, S. L. (2003). Corporate
social and financial performance: A meta-analysis. Organi-
zation Studies, 24(3), 403-441.
Orlitzky, M., Siegel, D. S. y Waldman, D. A. (2011). Strate-
gic Corporate Social Responsibility and Environmental Sus-
tainability. Business and Society, 50(1), 6.
Park, S. y Levy, S. E. (2014). Corporate social responsibility:
perspectives of hotel frontline employees. International Jour-
nal of Contemporary Hospitality Management, 26(3), 332-348.
Pinkston, T. S. y Carroll, A. B. (1996). A Retrospective Exa-
mination of CSR Orientations: Have They Changed? Journal
of Business Ethics, 15(2), 199.
Pomering, A. y Johnson, L. W. (2009). Advertising corporate
social responsibility initiatives to communicate corporate
image: Inhibiting scepticism to enhance persuasion. Corpora-
te Communications: An International Journal, 14(4), 420-439.
Porter, M. E. y Kramer, M. R. (2006). Strategy & Society:
The Link between Competitive Advantage and Corporate
Social Responsibility. Harvard Business Review, 84(12), 78-92.
Post, C., Rahman, N. y Rubow, E. (2011). Green Governance:
Boards of Directors’ Composition and Environmental Corpo-
rate Social Responsibility. Business and Society, 50(1), 189.
Price, L. L., Feick, L. F. y Guskey, A. (1995). Everyday mar-
ket helping behavior. Journal of Public Policy & Marketing,
14(2), 255.
Rahman, N. y Post, C. (2012). Measurement Issues in Envi-
ronmental Corporate Social Responsibility (ECSR): Toward
a Transparent, Reliable, and Construct Valid Instrument.
Journal of Business Ethics, 105(3), 307-319.
Rahman, S. (2011). Evaluation of definitions: ten dimen-
sions of corporate social responsibility. World Review of Busi-
ness Research, 1(1), 166-176.
Rupp, D. E., Williams, C. A., & Aguilera, R. V. (2011). In-
creasing corporate social responsibility through stakeholder
value internalization (and the catalyzing effect of new go-
vernance): An application of organizational justice, self-de-
71
De responsabilidad social a sostenibilidad corporativa: una revisión actualizada · págs. 46 a 71
termination, and social influence theories. En M. Schminke
(Ed.), Managerial ethics: Managing the psychology of morality
() Routledge/Psychology Press.
Schwartz, M. S. y Carroll, A. B. (2003). Corporate Social
Responsibility: A Three-Domain Approach. Business Ethics
Quarterly, 13(4), 503-530.
Sen, S. y Bhattacharya, C. B. (2001). Does doing good
always lead to doing better? Consumer reactions to corpo-
rate social responsibility. Journal of Marketing Research,
38(2), 225-243.
Setthasakko, W. (2009). Barriers to implementing corporate
environmental responsibility in Thailand: A qualitative ap-
proach. International Journal of Organizational Analysis,
17(3), 169-183.
Sharma, S. y Henriques, I. (2005). Stakeholder influences
on sustainability practices in the Canadian forest products
industry. Strategic Management Journal, 26(2), 159-180.
Sheehy, B. (2015). Defining CSR: Problems and solutions.
Journal of Business Ethics, 131(3), 625-648.
Siegel, D. S. y Vitaliano, D. F. (2007). An empirical analysis
of the strategic use of corporate social responsibility. Journal
of Economics & Management Strategy, 16(3), 773-792.
Starik, M. y Rands, G. P. (1995). Weaving an integrated
web: Multilevel and multisystem perspectives of ecologica-
lly sustainable organizations. Academy of Management Re-
view, 20(4), 908-935.
Swanson, D. L. (1999). Toward an integrative theory of bu-
siness and society: A research strategy for corporate social
performance. Academy of Management. The Academy of Ma-
nagement Review, 24(3), 506-521.
Tenbrunsel, A. E., Wade-Benzoni, K. A., Messick, D. M. y
Bazerman, M. H. (2000). Understanding the influence of
environmental standards on judgments and choices. Aca-
demy of Management Journal, 43(5), 854-866.
Valor, C. (2005). Corporate Social Responsibility and Cor-
porate Citizenship: Towards Corporate Accountability. Busi-
ness and Society Review, 110(2), 191.
Van Marrewijk, M. (2003). Concepts and definitions of CSR
and corporate sustainability: Between agency and commu-
nion. Journal of Business Ethics, 44(2/3), 95-105.
Vogel, D. (2006). The Market for Virtue: The Potential and
Limits of Corporate Social Responsibility (2a ed.). Washington,
DC: Brookings Institution Press.
Waddock, S. (2004). Parallel Universes: Companies, Aca-
demics, and the Progress of Corporate Citizenship. Business
and Society Review: Journal of the Center for Business Ethics at
Bentley College, 109(1), 5-42.
Waddock, S. y Bodwell, C. (2004). Managing Responsibili-
ty: What can be learned from the quality movement? Cali-
fornia management review, 47(1), 25-37.
Waddock, S., Bodwell, C. y Graves, S. B. (2002). Responsi-
bility: The new business imperative. The Academy of Mana-
gement Executive, 16(2), 132-148.
Waddock, S. y Graves, S. B. (1997). The corporate social
performance-financial performance link. Strategic Manage-
ment Journal, 18(4), 303-319.
Wagner, T., Lutz, R. J. y Weitz, B. A. (2009). Corporate hy-
pocrisy: Overcoming the threat of inconsistent corporate
social responsibility perceptions. Journal of Marketing, 73(6),
77-91.
Wang, H., Tong, L., Takeuchi, R. y George, G. (2016). Cor-
porate Social Responsibility: An Overview and New Re-
search Directions. Academy of Management Journal, 59(2),
534.
Wartick, S. L. y Cochran, P. L. (1985). The Evolution of the
Corporate Social Performance Model. The Academy of Ma-
nagement Review, 10(4), 758.
Watts, P. y Holme, L. (2000). Corporate Social Responsibility:
Making Good Business Sense. Geneva: World Business Coun-
cil for Sustainable Development.
Weber, M. (2008). The business case for corporate social
responsibility: A company-level measurement approach for
CSR. European Management Journal, 26(4), 247-261.
Whetten, D. A., Rands, G., & Godfrey, P. (2002). What are
the responsibilities of business to society? En A. Pettigrew,
H. Thomas & R. Whittington (Eds.), Handbook of strategy
and management (pp. 373-408). London: Sage.
Williamson, D., Lynch-Wood, G. y Ramsay, J. (2006). Dri-
vers of Environmental Behaviour in Manufacturing SMEs