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Marketing Olfativo en hoteles de lujo de Madrid centro · págs. 90 a 107
mente la misma, es decir, que las emociones, al
igual que el olfato, conllevan respuestas que tie-
nen una parte hedónica y otra basada en el apren-
dizaje asociativo y en las experiencias pasadas de
las personas.
Esto llevó a entender a numerosos investiga-
dores que los aromas pueden desencadenar esta-
dos de ánimo concretos en las personas. En este
sentido, abundan los estudios que demuestran
que los aromas agradables (perfume, aroma del
pan recién horneado) mejoran el estado de ánimo
e incluso alivian ciertas sensaciones de malestar
(Villemure, 2003, pp. 101-108), así como los
aromas desagradables que provocan un peor es-
tado de ánimo (Knasko, 1992, pp. 27-35).
Otros estudios, además, demuestran que el
estado de ánimo afecta a la cognición, es decir
que estar de buen o mal humor puede afectar al
comportamiento de los individuos y cambiar la
percepción (Krishna, 2010, pp. 75-134). En tér-
minos generales, un estado de ánimo positivo
provoca un incremento de la productividad y de
la solidaridad, mientras que un estado de ánimo
negativo causa un mayor estado de frustración y
un efecto contrario en la productividad y en la
sociabilidad (Baron, 1997, pp. 487-503).
Además de todo lo previamente abordado, hay
que destacar también que la percepción del aroma
depende del tipo de consumidor al que se dirija.
La características sociodemográcas tienen in-
uencia a la hora de percibir un aroma tal y como
se demostró en un experimento realizado en París
para la empresa Correos, cuyos resultados indi-
caron que entre dos grupos situados en zonas
socioeconómicas contrarias las percepciones de
los aromas fueron distintas. La cohorte genera-
cional también tiene inuencia en la percepción
de los aromas (Maille, 2004, pp. 1-8). Así, Linds-
trom (2005, pp. 67-71), demostró que los millenials
son capaces de procesar información multisenso-
rial de una forma mucho más efectiva que un
consumidor medio perteneciente a generaciones
anteriores con un cerebro más envejecido, como
los baby boomers. Por otro lado, la inuencia del
hábito de consumo es importante, habiéndose
demostrado (Ricaurte Bravo, 2013, pp. 1-73) que
el aroma inuye de forma signicativa a los con-
sumidores más «comedidos» para realizar gastos
espontáneos.
Esta investigación surge, por lo tanto, de la ne-
cesidad de entender en mayor profundidad los
procesos cerebrales que se producen a la hora de
percibir e identicar aromas que posteriormente
pueden suscitar emociones tanto positivas como
negativas y, más concretamente, los efectos que
pueden tener en los consumidores para que re-
cuerden y preeran una marca a otra, así como
incluso llegar a cambiar sus comportamientos con
respecto a la marca. En el caso concreto de los
hoteles, para pasar más tiempo en ellos, para con-
sumir más dentro de éstos, para crearles favoritis-
mo y delizarles con la intención de que los re-
cuerden y quieran volver a repetir la experiencia.
2. Objetivos de la investigación
En la actualidad, la tendencia de ofertar expe-
riencias está creciendo exponencialmente, lle-
gando a convertirse en un concepto esencial a la
hora de captar la atención de los consumidores
(Wikström, 2004, pp. 60-72). Así, las estrategias
de marketing sensorial están cada vez más pre-
sentes en el sector de la hostelería de lujo (Gon-
zález Baeza; Ayala Montaño, 2019, pp. 1-32), y
ello se debe a la necesidad de este sector por crear
experiencias (mayormente hedónicas) de consu-
mo para sus clientes debido a la interacción sub-
jetiva que existe entre el personal de este tipo de
negocios, el establecimiento en sí y los clientes
(Pinheiro da Silva, 2010, pp. 330-345). El obje-
tivo nal de la implementación de estas estrate-