UN MUNDO MONITORIZADO

¿Alguna vez has sentido que tu móvil te escucha? ¿Has temido que tu actividad online no se evapore? ¿Te has imaginado conectado a una máquina?

Asusta solo el formular estas preguntas, pero cuando nos asusta la pregunta es quizás porque ya sabemos la respuesta. Hace veinte años nadie podría haber imaginado un mundo como el que vivimos actualmente. Es imposible imaginar algo que no existe todavía pero sobre todo creer tan capaz al ser humano. Ahora no es tan difícil proyectar un futuro donde las máquinas piensen por sí mismas o tengan sentimientos.

El pasado 13 de febrero acudí a una conferencia en ESIC Marketing & Business School de la mano de Miguel Rebollo, Doctor en Informática por la UPV y especializado en Inteligencia Artificial, Javier Oliver, Doctor en Telecomunicaciones y CEO de Tyris Software, y el moderador y CEO en ENCAMINA Hugo De Juan Jordán. En ella se abordaron alguno de estos temas que he ido introduciendo al rededor de la Inteligencia Artificial y se respondieron a estas preguntas que tanto nos hacemos.

Hoy en día ya hay máquinas que han pasado el Test de Turing

El término de Inteligencia Artificial apareció en los años 50 con el test de Turing. Alan Turing ya se planteó en su momento si una máquina era capaz de pensar como un ser humano. Decía que la Inteligencia Artificial era aquel comportamiento que cualquier persona calificaría como inteligente.

El Test de Turing. Fuente: Cuaderno de Cultura Científica.

El test consistía en ocultarle a un ser humano una máquina. Éste, mediante preguntas y respuestas mediadas por un intermediario o una pantalla de ordenador, debía evaluar si lo que había al otro lado era una máquina o una persona. Si no sabía quién era la máquina, esa máquina había pasado el Test de Turing. Hoy en día ya hay máquinas que han pasado esta prueba, por ejemplo, en algunos videojuegos debes votar si con quién has jugado ha sido una máquina o una persona, y no es tan fácil diferenciarlo.

La controversia con la Inteligencia Artificial es en qué podemos basarnos para decir que un robot puede tener inteligencia y qué consecuencias podrían haber si un robot llegase a tenerla como nosotros la tenemos. Es un poco difícil pero no imposible. Actualmente contamos con la Inteligencia Artificial débil, que utiliza complejos algoritmos para ordenar la sección de noticias de Facebook, por ejemplo, o nos permite jugar al ajedrez con una pantalla. También la encontramos cuando nuestro móvil identifica nuestro rostro o cuando el sistema de mapeo por GPS calcula dónde estamos.

Javier Oliver la define como “un software programado de una determinada manera para ser capaz de reaccionar ante unos estímulos que le hemos enseñado”, porque las máquinas no aprenden solas, hay que enseñarles.

Ética para las máquinas

«No es que los algoritmos sean racistas, sino que no le hemos dado suficientes datos como para reconocer a una persona negra»

Miguel Rebollo

Seguro que habéis escuchado que la Inteligencia Artificial puede acabar con el planeta. Miguel Rebollo nos hablaba del aprendizaje supervisado de la máquina: “Depende de los datos que tenemos. No es que los algoritmos sean racistas, sino que no le hemos dado suficientes datos como para reconocer a una persona negra”.

¿Por qué se habla tanto de ética en Inteligencia Artificial? Tiene que ver con quién toma la decisión en cualquier ámbito: nosotros o la máquina. Podemos dejar que nuestra aspiradora robot tome decisiones porque lo máximo que puede hacernos es pisarnos un pie. Pero un coche autónomo toma la decisión de atropellar o parar cuando una persona cruza en rojo. Un ordenador puede decidir si darte una beca o no, si contratarte o no tenerte en cuenta. ¿Debemos fiarnos del criterio de un ordenador? Hugo de Juan nos lanzaba esta pregunta: “Si un algoritmo selecciona personal, si se le pasan datos de todos los CEO’s que son hombres a lo largo de la historia, en su mayoría blancos, ¿Tomará una buena decisión?”. Ahí el problema una vez más es nuestro y de la calidad de los datos que tenemos.

Estamos mucho más lejos de lo que creemos de que las máquinas nos dominen, aunque las cosas pueden cambiar muy deprisa. En un futuro no muy lejano las personas van a estar implantadas o conectadas. En Grecia, por ejemplo, hay ya 3.000 personas con un chip para identificarse al pagar con tarjeta de crédito o para desbloquear el móvil. Existen lentillas que proyectan información de lo que vemos y del entorno en el que nos movemos. Tienen que validarse todavía pero ya existen y es el futuro que nos espera. En 2050 si los ordenadores siguen evolucionando tendrán la misma potencia computacional que nuestro cerebro. En ese punto es donde veremos un cambio importante. Black Mirror no parece tan descabellado sabiendo todo esto.

En 2050 si los ordenadores siguen evolucionando tendrán la misma potencia computacional que nuestro cerebro.

La Inteligencia Artificial es extraordinariamente competente en ciertas funciones, incluso mejor que un humano, pero nuestro consuelo es que desde el punto de vista cognitivo las máquinas no entienden nada, ni pueden realizar con excelencia varias tareas a la vez como un humano. 

Una máquina nunca sabrá si una persona no ha cumplido con su trabajo porque ha tenido un mal día. No creo que podamos darle el poder a una máquina de decidir sobre nuestras vidas. Las máquinas no pueden tener consciencia fenomenológica. Hay una gran diferencia entre experimentar un atardecer y tener la visión neurológica que representa un atardecer. Los robots solo pueden hacer eso, identificar el atardecer como tal pero no experimentarlo como hacemos los humanos. Sin esta consciencia fenomenológica, las máquinas son solo zombies filosóficos capaces de imitar la conciencia, pero nunca capaces de poseerla.

Acepto los términos y condiciones

En 2018, salió un comunicado que decía que la App de La Liga te escucha. A través del micrófono y del sistema de geoposicionamiento del teléfono móvil sabían dónde se encontraba el usuario para “elaborar patrones estadísticos sobre consumo de fútbol” y “detectar explotaciones fraudulentas de las retransmisiones de los partidos”, según confirmaba el periodista J.M.Sánchez en una noticia publicada en ABC.

Aplicaciones que te espían a través del micrófono del teléfono móvil. Fuente: Computer hoy

La aplicación tiene derecho a acceder a esta información porque nosotros mismos lo aceptamos cuando aceptamos sus términos de uso.

Cambridge Analytica tenía 5.000 entradas de datos de cada votante estadounidense para predecir la personalidad de cada uno de ellos

En Netflix hay documental muy recomendado, que se llama Gran Hackeo, de David Carroll, donde se cuenta cómo Cambridge Analytica, la compañía privada contratada por la campaña de Donald Trump, recopiló información de millones de usuarios para influir en los votos de las elecciones de Estados Unidos de 2016. La empresa tenía 5.000 entradas de datos de cada votante estadounidense para predecir la personalidad de cada uno de ellos, porque como dice David Carroll “la personalidad predice el comportamiento y el comportamiento obviamente influye en el voto”.

El hackeo. Fuente: WordPress

«Estábamos tan enamorados del sueño de la libre conectividad que nadie se molestó en leer los términos y condiciones»

David Carroll

Los datos de nuestra actividad online no desaparecen, pero lo que no sabíamos es que nuestros rastros digitales podrían ser utilizados por una industria que cotiza millones de dólares al año por nuestra información. Este poder de las industrias sobre nuestra información nos convierte en una mercancía. Cada paso, cada búsqueda en internet, los likes, las fotos que publicamos, los mensajes que enviamos, nuestra localización… es información que aportamos a cambio de que nos suministren un flujo continuo de contenido creado especialmente para nosotros. Las aplicaciones que nos descargamos predicen nuestro comportamiento con exactitud, por ello recibimos anuncios sobre conversaciones que hemos mantenido o sobre viajes que estábamos planeando.

Como dice David Carroll en el documental “Todo comenzó con el sueño de un mundo conectado, un lugar donde todo el mundo puede compartir sus experiencias y sentirse menos solo. Estábamos tan enamorados del sueño de la libre conectividad que nadie se molestó en leer los términos y condiciones”.

43 respuestas de UN MUNDO MONITORIZADO

  1. Pingback: bathing suit sets
  2. Pingback: CICD
  3. Pingback: 여우코믹스
  4. Pingback: ks pod
  5. Pingback: 메이저놀이터
  6. Pingback: Alhambra
  7. Pingback: used cars winnipeg
  8. Pingback: 사설토토
  9. Pingback: Darknet Links
  10. Pingback: ostarine sverige
  11. Pingback: kardinal stick
  12. Pingback: sbo
  13. Pingback: cavapoo near me
  14. Pingback: Dark0de Market
  15. Pingback: Go Here
  16. Pingback: 性別適合手術
  17. Pingback: 성전환 수술
  18. Pingback: hotel tonight

Deja un comentario