¿Qué está pasando?

Desde que podemos recordar, se nos ha dicho que tenemos que luchar contra este mundo que está repleto de desigualdades., a todos los niveles y en cualquier ocasión. Mires donde mires, hay una desigualdad escondida detrás de una farola.
¿Es casualidad que en cada esquina haya una desigualdad? No creo.

Hemos de ser realistas, vivimos en un mundo en que la desigualdad forma parte de nuestro día a día y «ayuda» a que nuestra sociedad este estructurada y sustentada de esta manera. Yo misma, ahora mismamente, estoy participando en un acto de desigualdad: estoy en mi casa, con mi ordenador, cursando un máster en ESIC, con una bolsa e pipas que me acompaña a lo largo de este escrito…


¿Cuánta gente `pueda estar en la misma situación que yo? Seamos realistas, muy pocos.

Luchamos contra la desigualdad entre sexos, entre mundos, entre creencias… Cuando sabemos perfectamente que es una lucha a veces imaginaria, pero lo bonito y correcto es luchar por ello, si no… qué mala persona eres, ¿no?

Empecemos a luchar por lo que realmente tiene solución, pongamos fuerza y voluntad en luchar por la igualdad salarial en España, ya que tras la pandemia, escaló a máximos la pasada primavera. Empecemos por ahí, no queramos dar pasos de gigante, empecemos por lo que esté en nuestra mano. Una vez ganemos esta partida, pasamos a la siguiente pantalla.

Nadie dijo que fuera fácil, ya que los que están en el poder y los que deciden, no tienen ninguna intención de cambiar nada, pero cuanta más concienciación, más presión y más cerca estaremos de nuestro objetivo. El único y minúsculo requisito, nada, un pequeño detalle es: estar juntos en esto. Todos debemos estar alineados para ganar esta batalla. España se encuentra en el vagón de carga del tren llamado Europa en esta cuestión, si no nos ponemos las pilas, se nos acabará tratando como a un país tercermundista.

Yo no quiero pertenecer a un país sin principios, sin empatía y que sólo mira por los homenajeados, ricos y poderosos.

¿Y tú? Piénsalo.

Deja un comentario