LA NECESIDAD DE UN NUEVO PARADIGMA EMPRESARIAL.

El arcaico paradigma empresarial que hasta hace poco estaba vigente en nuestra sociedad, era partidario de la deshumanización de las empresas y de la ambición por obtener beneficio de cualquier manera, sin importar las consecuencias, pero, hoy por hoy, parece que esta situación esta cambiando por diferentes motivos.

La sociedad de hoy en día está moldeando la forma de pensar de muchas personas. La digitalización, la rapidez, la globalización y el entorno VUCA, además de la pandemia provocada por el COVID 19, son sólo unos de los factores que hacen que esto ocurra. Por lo tanto, este aspecto, afecta directamente al entorno empresarial y a todas las personas que forman parte de él, consiguiendo de esta manera, el nacimiento de un nuevo paradigma y con ello, la transformación del capitalismo.

Este nuevo paradigma apuesta por un mundo más ético y sostenible, centrando toda la atención en las personas que colaboran con la empresa y tienen contacto con ella, sus stakeholders, y en los impactos que tiene esta para la sociedad. Por lo tanto, esto conlleva a que el capitalismo, se convierta en sí, en un capitalismo humano.

Hay diversas evidencias comentadas en el pasado On The Edge del MBM de Esic, que muestran cómo el consumidor apuesta por una economía más sostenible, y que esta tendencia sigue al alza. Se hizo hincapié en que el 60% de las personas a nivel mundial, estarían dispuestas a pagar un poco más por un producto sostenible, y que el 76% de la ciudadanía española, estaría dispuesta a comprar un producto sostenible ante otro que no lo es. Esto, evidentemente llama la atención de las empresas, ya que creen que siendo más “sostenibles y éticas” pueden obtener mayor beneficio, pero no es oro todo lo que reluce. Muchas organizaciones intentan dar una imagen muy diferente a la reputación que proyectan, y creen que por el hecho de poner en redes sociales que cuidan del medio ambiente y tratan bien a sus trabajadores, van a aumentar sus ventas, pero ¡ESTO NO SE HACE ASÍ!

Considerando que invertir en ética y en sostenibilidad, y en todo a lo que se refiere la responsabilidad social corporativa (RSC), aporta un beneficio a largo plazo, la empresa que lo aplique debe de acreditarlo, y siempre a lo largo de los años. A los consumidores no nos vale que la empresa plante un árbol el lunes, y el martes y el miércoles tale medio Amazonas para su producción, ¡QUEREMOS HECHOS!, estamos hartos de empresas que venden sus productos en bolsas recicladas, pero se lucran de la mano de obra infantil para la producción de estos, o que tienen una memoria de responsabilidad social corporativa, pero sus emisiones de CO2 superan el límite establecido, y así sucesivamente. Una cosa tenemos clara, y es que el futuro está en nuestras manos, y que el cambio depende de nosotros, y sobre todo de los jóvenes y las generaciones venideras. Por ello es muy importante hacer alusión a la educación que nos brindan desde pequeños, bien sea en el colegio o en el ámbito familiar, para mí, uno de los factores clave en este cambio de paradigma.

Por último, quiero destacar que, yo como consumidor y generación Z que soy, me siento orgulloso de cómo la sociedad está cambiando cada día hacia un entorno más sostenible, y de cómo los jóvenes, tienen en cuenta cada vez más, los aspectos comentados anteriormente, porque una cosa está clara, y es que juntos somos más fuertes, y si cada vez somos más los que pensamos de esta manera, las empresas que aún aplican el antiguo paradigma tendrán que adaptarse al entorno para sobrevivir. Por ello muchas organizaciones ya optan por una memoria de buenas prácticas, de responsabilidad social corporativa, de ética o medioambiental, haciendo alusión también a los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), colaborando, a su vez, con organizaciones no gubernamentales para reducir la contaminación, o ayudar a la sociedad en sí, y haciendo referencia a la agenda 2020 – 2030. Por lo tanto, una mejora en este cambio tan drástico que está dando el mundo empresarial es posible, pero para ello debemos concienciarnos, y educar a los más pequeños para que así el futuro sea mucho más próspero del que nos imaginamos.

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