¿QUÉ DECIDIR, CÓMO Y CUÁNDO?

Los seres humanos estamos tomando decisiones continuamente. Según un estudio realizado por la compañía Huawei, tomamos aproximadamente unas 35 mil decisiones al día, de las cuales el 99,74% son de forma automática, por lo que se reduce a 100 decisiones por día (4 por hora) las tomadas de forma consciente (Patricia, 2019).

                        La vida de las empresas no dista mucho de esta realidad. Estamos en un mundo dinámico, cambiante, desafiante en donde las empresas para sobrevivir deben adaptar continuamente sus actividades, políticas y gestión a las exigencias del mercado. Es por tanto un proceso complejo la toma de decisiones corporativas, ya que refieren a multitud de cuestiones, muchas veces que ocurren de forma simultánea (regulaciones, cambio de preferencias o comportamiento de los consumidores, intereses de los stakeholders, etc.) con significativo impacto en una gran cantidad de personas, debiendo a su vez para cada caso evaluar una serie de criterios para poder determinar de forma correcta y oportuna quienes son los responsables, cuál debe ser el enfoque y en qué plazo se debe contar con la decisión elegida.

Pero… ¡BUENAS NOTICIAS!; existen métodos para ayudar a la correcta toma de decisiones

                        Para poder encauzar por el camino correcto el proceso de la toma de decisiones el primer paso debe consistir en definir correctamente cuales son los objetivos que se buscan alcanzar (“QUÉ DECIDIR”), especificarlos detalladamente, describir cual es el escenario esperado una vez tomada la decisión y los parámetros que permitirán evaluar si se alcanzó el éxito según como se entienda para los involucrados.

                        Una vez definidos los objetivos, siendo conocidos, comprendidos y aceptados de forma consensuada por todo el equipo se debe enmarcar el procedimiento (“CÓMO”) a llevar a cabo para la toma de decisiones, debiendo cada persona del equipo conocer claramente cual es su rol y responsabilidad durante el proceso para poder contribuir todos de forma más eficiente según su misión. Se puede utilizar el modelo “RAPID”, el cual define una serie de roles dentro del proceso de decisión y cuáles son sus respectivas responsabilidades; personas que recomiendan, aceptan, realizan, aportan y quien finalmente decide. Asimismo, dicha delegación de tareas dependerá del tipo de decisión que se vaya a tomar (estratégica, del día a día o urgente) y la cantidad de personas que se consideran adecuadas (por conocimiento, experiencia, cargo).

                        Con los objetivos, roles y responsabilidades comunicados y expresados de forma transparente y concisa, se procederá a plantear posibles alternativas a ser tenidas en cuenta para tomar la decisión. Se puede utilizar la lluvia de ideas para fomentar la participación de todos, debiendo ser premisa el respeto, escucha activa y consideración de todas las propuestas para enriquecer la dinámica y obtener diálogos productivos en ambientes agradables, a través de procesos justos, colaborativos buscando el mayor involucramiento y aportación de todos los colaboradores.

                        El paso siguiente consiste en evaluar todas las alternativas planteadas, siendo crucial para ello definir variables (costos, beneficios, tiempo, recursos, riesgos, etc.) que permitan compararlas, dependiendo la significancia de cada una de la decisión, su contexto, entorno e impacto. Una herramienta que permite realizar una valoración objetiva de las distintas alternativas para evitar el error de prejuicios cognitivos es la matriz de priorización, donde se puntúa cada variable a tener en cuenta para la comparación según su importancia para la consecución del objetivo principal, pasando a analizar luego cada alternativa en función de dichas variables obteniendo finalmente un ranking con puntajes que permite identificar fácilmente cual debe ser la decisión a tomar.

Tan importante como saber qué decisión tomar y cómo, es “CÚANDO”

                        Tomar decisiones precipitadas es tan malo como tomarlas fuera de tiempo. No escuchar la opinión de los demás es tan grave como buscar obtener todos los puntos de vista que existan. La falta de información es tan limitante como la sobreinformación.  Entonces ¿cómo sabemos cuándo es el momento de pasar a la acción? No creo que exista una respuesta única, ya que depende de la decisión a tomar, así como también de la capacidad y habilidad del líder para evaluar el momento justo en que el equipo ha considerado lo suficiente como para poder avanzar a tomar la decisión final.

Fuente: https://myhbp.org/hmm12/content/decision_making/landingpage.html

                        Por último, pero no menos importante, se debe saber comunicar la decisión tomada, identificar a quién debe ir dirigido dicho mensaje y cómo para poder pasar a la implementación de forma adecuada, con el apoyo, alineamiento, coordinación y comunicación de todas las áreas de la organización que estén involucradas o se vean impactadas, con la supervisión de responsables a cargo para evaluar desviaciones y proponer ajustes a tiempo, permitiendo así la mejora y lo más importante: el aprendizaje, tanto de aciertos como de errores.

BIBLIOGRAFÍA:

•                      Estirando el Tiempo. 2019. ¿Te cuesta tomar decisiones? – Estirando el Tiempo. [online] Disponible en: <https://www.estirandoeltiempo.com/consejos-para-tomar-decisiones/#:~:text=%E2%80%9CA%20lo%20largo%20del%20d%C3%ADa,realmente%20seamos%20conscientes%20de%20ellas.> [Último acceso: 13 03 2021].

•                      toolshero. n.d. Modelo de Toma de Decisiones RAPID, tomar decisiones | toolshero. [online] Disponible en: <https://www.toolshero.es/toma-de-decisiones/modelo-de-toma-de-decisiones-rapid/> [Último acceso: 13 03 2021].

•                      Harvard Manage Mentor

•                      Myhbp.org. 2021. Submit Form. [online] Disponible en: <https://myhbp.org/hmm12/content/decision_making/landingpage.html> [Último acceso: 13 03 2021].

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