TOMA DE DECISIONES EN EL ÁMBITO EMPRESARIAL

Todo el mundo conoce la principal finalidad de la toma de decisiones en la empresa, que no es otra que la de dar con la solución correcta en los distintos momentos que se van presentando. Dicha toma de decisiones debe estar alineadas con los objetivos de la empresa, los valores y su cultura, así como con su entorno (que puede ser sencillo, complicado, complejo o caótico), cada vez más cambiante, y con la sociedad en general, siendo los clientes o consumidores cada vez más exigentes.

Estas decisiones son las que estimulan las acciones de una empresa, pudiéndose desarrollar habilidades para ello, entendiendo en todo momento el contexto en el que se toma cada una de éstas y las responsabilidades y funciones de las personas que las llevarán a cabo, con el objetivo primordial de que sean eficaces.

En cuanto al proceso de tomar una decisión, es más fácil y probable que un equipo de personas impulse una gran variedad de ideas a que lo haga una persona en solitario, puesto que en el primer caso se dan distintos puntos de vista, no así en el segundo. Para ello, según un curso realizado de Harvard Business School, se debe comenzar con la definición de responsabilidades y roles de los miembros utilizando el modelo “RAPID” (Recomendar, Acordar, Poner en práctica, Informar, Decidir). Para afrontar este proceso se debe tener en cuenta algunas claves como las siguientes:

  • Manejo de información fiable, para lo cual el Big Data es fundamental ya que se puede recoger un enorme volumen de información y presentarla de forma agrupada
  • Comprensión de los retos y objetivos a lograr
  • Estudiar la incertidumbre o riesgo de cada posible decisión
  • Establecer los métodos para el proceso de la toma de la decisión

Las etapas que se pueden considerar en dicho proceso, pudiéndose prever o planificar mediante patrones de actuación o tomarlas en situaciones nuevas que conllevan incertidumbre, son:

  1. Análisis de la situación, teniendo en cuenta sobre qué hay que decidir, lo que se busca, que condicionantes existen, etc.
  2. Recopilación de información relevante, como pueden ser los datos que ofrecen los mercados o los cambios en los gustos de los consumidores
  3. Identificación de las alternativas, debiendo ser tanto amplia como creativa mediante la lluvia de ideas o el diálogo productivo, por ejemplo
  4. Consideración del posible impacto positivo o negativo de cada alternativa (beneficios, viabilidad, recursos, etc.).
  5. Definición del método para decidir: elección individual, de consenso (en el que todo el mundo acaba aceptando la decisión final), mayoría (mediante votación), liderazgo directivo (en la que el líder toma la decisión y posteriormente informa), asesoramiento externo…
  6. Comunicación e implantación, algo fundamental para lograr el compromiso de todos y cada uno de los trabajadores y debiendo cuidarse la forma de comunicar, así como su supervisión y apoyo. También es especialmente importante el momento en el que se comunica.
  7. Evaluación de resultados, revisando y corrigiendo todo aquello que sea necesario

Las decisiones que se toman dentro de una empresa se pueden dividir en dos bloques en función de si es de cara a la preparación de un futuro o si es para la gestión del día a día: estratégicas (gestión del personal, planificación financiera…) y corporativas (política de compras, selección de proveedores, atención al cliente…) respectivamente.

En definitiva, cualquier decisión tiene su impacto, estando el rumbo de una organización directamente relacionado con las decisiones que se han ido tomando, para lo cual es importante disponer de mucha información y en el caso de autónomos y pymes españolas, que puedan contar con asesoramiento a la hora de tomar las mejores decisiones posibles.

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