En la actualidad la globalización empresarial, la interconexión geográfica, y la importancia de interactuar a nivel internacional, ha generado la necesidad de entender diferentes culturas con el fin de evitar malentendidos, falta de confianza o negociaciones mal manejadas. Para desenvolverse con éxito en este tipo de situaciones, donde coexisten diferentes formas de pensar y de comprender, es esencial formarse y abordar diferentes aspectos que presentaremos a continuación.
En prime lugar, es necesario aumentar la inteligencia cultural y comenzar por entender las diferencias culturales que se dan cuando se trabaja con personas de otros países. Para lograr entender una cultura será necesario conseguir detectar tanto las diferencias visibles que se dan en los hábitos de las personas, como aquellas diferencias sutiles que incluyen creencias o actitudes en diferentes situaciones. Para cultivar esta inteligencia es necesario involucrarse, creer en tu propio éxito a la hora de interactuar, aprender a través de la observación y tratar de adoptar nuevos comportamientos que consigan transmitir una mayor confianza.
El hecho de generar una mayor confianza es uno de los aspectos claves a desarrollar en materia de colaboración global, ya que es esta la que da pie a la cooperación y a la resolución de problemas. Para generar esta mayor confianza existen tres estrategias que se pueden aplicar en cualquier situación como son el fomentar la relación entre los participantes, establecer metas compartidas y por último mostrar la competencia de todos los participantes, con el fin de que se conozcan las fortalezas de los demás.
Por otro lado, cuando se trata de una negociación, todo esto cobra un mayor sentido, ya que estas diferencias culturales y de enfoque pueden hacer que la negociación sea aún más desafiante. A la hora de enfrentarse a negociaciones de este tipo es recomendable definir el éxito de ambas partes, investigar los socios de negociación, con el fin de conocer los antecedentes o posibles prejuicios de la otra parte, considerar las expectativas, establecer confianza, adaptar el enfoque propio según se vaya aprendiendo y mantenerse flexible para hacer los ajustes necesarios según se desarrolle la negociación.
Todas estas diferencias culturales se pueden hacer aún más grandes cuando es necesario superar las barreras del idioma o la distancia física. Pese a dominar con fluidez un idioma, las diferencias en la semántica, los acentos o tonos a menudo llevan a malentendidos y confusiones. Esto hace que comprender los desafíos del idioma sea esencial para progresar en una negociación y sea necesario fomentar la comunicación inclusiva entre los diferentes miembros de una colaboración y apoyar el dominio del idioma, a través de formación o dando oportunidades para adquirir experiencia.