Gestión empresarial en situaciones de crisis

En la actualidad, existen diversas situaciones complicadas a las que las empresas se enfrentan en su día a día. Un claro ejemplo, es la crisis sanitaria mundial ocasionada por la COVID-19. Esta pandemia nos ha demostrado lo cambiante que puede ser la vida de las personas y también de las empresas. El mundo en el que vivimos, es un mundo cambiante, volátil y de constante incertidumbre. Las empresas tienen que saber trabajar en entornos VUCA y adaptarse a las situaciones.

En estos casos, juegan un papel fundamental los líderes de las compañías, que deben dar apoyo a sus empleados y guiarles en la dirección correcta evitando, en la medida de lo posible, que se vean afectadas por dichos cambios. Para ello, existen ciertas actitudes que los líderes deben adoptar para afrontar cualquier crisis y no perder el rumbo de la compañía.

Una de estas primeras actitudes, es ser rápido en las actuaciones y decisiones que se deben tomar. Cuanto antes se afronte la crisis, con agilidad y determinación en las medidas a tomar, menor impacto negativo tendrá en nuestra organización. En estos casos, no hay que temer a tomar decisiones con poca información, precisamente los momentos iniciales son cruciales para evitar las consecuencias que nos puedan generar. Por ello, como se mencionaba anteriormente, resulta de vital importancia saber dirigir equipos bajo entornos VUCA.

A pesar de lo relevante que es en estos casos la figura del líder, también es necesario contar con la colaboración del resto de empleados. Además de mostrarles apoyo y guiarles en el camino a seguir, se debe contar con su opinión y hacerlos participes del problema en la sugerencia de soluciones.

Es importante la comunicación entre los distintos equipos dentro de la compañía. de esta manera será más fácil entender el problema y actuar con mayor rapidez para mitigar sus consecuencias. Unido a ello, la transparencia, para que los empleados no sientan que se les está ocultando información, sino que están en posesión de la verdad. Además, tiene gran importancia la manera de comunicar. El líder debe transmitir claridad en sus palabras y asegurarse de que todo su equipo ha entendido sin ninguna duda su mensaje. Hablar dando rodeos y maquillando la verdad, puede llevar a confusiones y malentendidos dentro de la compañía que provoquen un empeoramiento de la situación.

Escuchar al equipo y captar sus emociones, a través una comunicación mutua y bilateral, resultan tan importante como saber informar. Y, cuando se produzcan avances positivos, hay que comunicarlos, para lograr una motivación mayor del equipo en sus tareas.

Otro aspecto de gran relevancia, es saber cuando acaba el periodo de crisis. Posteriormente, se debe analizar cómo hemos afrontado la situación y qué aspectos requieren una mejora o cuáles debemos eliminar.

Debemos ser conscientes, que toda crisis es un periodo que tiene su fin y que la mejor manera de afrontar estas situaciones es trabajando en equipo, con un líder que sepa actuar a tiempo y con determinación, mediante la comunicación transparente y fluida y aplicando los aprendizajes del pasado.

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