¿Qué podemos hacer para luchar contra la desigualdad?

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un conjunto de 17 objetivos globales que fueron establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2015. Estos objetivos tienen como meta mejorar la calidad de vida de las personas en todo el mundo y hacer frente a los desafíos globales, como el cambio climático, la pobreza y, sobre todo, la desigualdad.

Aunque se han hecho muchos progresos en la lucha contra la pobreza y la mejora de la calidad de vida, todavía hay mucho por hacer. Según el Banco Mundial, más de 700 millones de personas en todo el mundo viven en condiciones de pobreza extrema, lo que significa que viven con menos de 1,90 dólares al día. La desigualdad también es un problema grave en todo el mundo. Según el informe “Desigualdad en el mundo 2018”, de Oxfam, el 1% de la población mundial posee más del doble de riqueza que el 60% más pobre.

Las brechas de género también son un problema importante. Según el informe “Informe sobre el estado mundial de la mujer 2018”, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las mujeres en todo el mundo aún ganan un salario medio inferior en un 23% respecto a los hombres. Las mujeres también son más propensas que los hombres a vivir en la pobreza, a no tener acceso a educación y a la salud, y a sufrir violencia.

Otro problema importante es la brecha de condición física. Según el informe mencionado anteriormente, “Desigualdad en el mundo 2018”, de Oxfam, las personas con discapacidad son más propensas a vivir en la pobreza y a sufrir violencia, de cualquier tipo. También son más propensas a tener acceso limitado a la educación, a la salud y a otros servicios.

Con todos estos datos se muestra evidente la necesidad de darles una solución y la educación puede serlo para muchos de estos problemas. Según el Banco Mundial, la educación es una de las mejores inversiones que se puede hacer en el desarrollo de un país. La educación no solo mejora la calidad de vida de las personas, sino que también contribuye a reducir la pobreza y la desigualdad; es la solución para reducir las desigualdades en todas sus formas. La educación permite a las personas obtener las competencias y los conocimientos necesarios para mejorar su calidad de vida, y reducir las brechas de género, salariales y de condición física. Además, creo que su principal objetivo es concienciar al conjunto de la sociedad sobre la necesidad de acabar con estos graves problemas, ya que, si todo el mundo no pone de su porte, se complica bastante poder llegar a algo.

Todos los individuos que formamos la sociedad tenemos la responsabilidad de hacer nuestra parte, y nosotros, como futuros directores de empresas, debemos tener claro que los empresarios también pueden contribuir a la solución de estos problemas a través de la inversión en programas de igualdad de género y de condición física mediante la lucha contra la discriminación, el fomento de la inclusión social, la mejora las condiciones de trabajo y el fomento la igualdad de oportunidades. En definitiva, las empresas que invierten en el bienestar y la justicia entre sus empleados están contribuyendo a la lucha contra la desigualdad.

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