LA DESIGUALDAD INVISIBLE

El pasado 21 de marzo, los alumnos del MBM tuvimos el primer On the Edge cuya temática era la reducción de la desigualdad como motor de crecimiento. Para poner en contexto el tema a abordar me gustaría aportar los siguientes datos de la Comunidad de Madrid: 

  • 1,5 millones de personas desfavorecidas consecuencia de la pandemia según Cáritas.
  • 186.236 personas diarias en el Banco de Alimentos.
  • 7.400 niños lactantes.
  • 101.550 madrileños atendidos por Cruz Roja en situación de vulnerabilidad.
  • 20,9% de exclusión social según el INE.

Frente a estos datos, el señor Enrique Ossorio, actual consejero de educación, Universidades, Ciencia y portavoz de la comunidad de Madrid señala: “Si uno sale a la calle y le dicen que hay tres millones de pobres… pues, ¿por dónde estarán?”. Teniendo en cuenta estas declaraciones es evidente la ignorancia del portavoz del ejecutivo, así como, el desconocimiento de la sociedad que gobierna. Esto nos invita a una primera reflexión y es que ¿no quiere ver realmente el problema de la sociedad actual? O lo que es aún peor, ¿es realmente consciente el gobierno de la problemática actual?…

La realidad es que la mayor parte de la pobreza no es visible, se encuentra en hogares donde las familias llevan a cabo un gran esfuerzo por llegar a fin de mes. Es por ello que, la pobreza no es una algo visible, es decir, que no veamos la pobreza no significa que no exista. Además, la pandemia ha supuesto un retroceso social  llegando a niveles de pobreza de la crisis económica de 2008 e impactando fundamentalmente en colectivos como la brecha de edad, la brecha de genero y la brecha de nacionalidad. Estos colectivos ya se situaban como los más débiles y precarios en el mercado laboral, y debido al efecto de la pandemia se han acrecentado. Por otro lado, la crisis ha aumentado la concentración del patrimonio entre los más ricos del mundo debido fundamentalmente a las fuertes subidas de los mercados bursátiles, y a la pérdida de ingresos y de capacidad de ahorro de los grupos más pobres de la población, lo que ha agudizado mucho más la rehabilitación. 

La principal conclusión extraída es que tanto lo perceptible como lo imperceptible va ligado. Se ve con mayor facilidad a personas sin hogar paseando por centros urbanos que, el amplio número de familias las cuales no tienen la capacidad económica suficiente para poder apuntar a sus hijos a una excursión escolar o una actividad extraescolar, lo que es realmente sobrecogedor. 

Mediante este tipo de la informes la población tendrá la capacidad de darse cuenta de que la pobreza no es visible, y cada día seremos más los conocedores de esta desigualdad. Por su parte, las instituciones públicas deberán ser conocedoras de estos informes, que no solo aparezcan mediáticamente unos días televisiones y periódicos, sino que sirvan para que los gobiernos se responsabilicen de hacer políticas que mejoren la desigualdad. Nuestro deber como ciudadanos será comprometernos a exigir que lleven a cabo dicha política a la hora de votar. No obstante, lo que se pretende realmente es llevar a cabo un transformación de la sociedad con el fin de lograr una sociedad más cohesionada y justa. 

Yo por mi parte creo en las cifras de las organizaciones que trabajan en temas de pobreza, que hacen importantes informes absolutamente avalados por instituciones, informes que llevan muchos años haciendo desde la perspectiva de buscar estas cifras y estos datos.

Y tú, ¿a quién crees? 

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