La importancia de la gestión del tiempo

Vivimos en un mundo en el que estamos siempre rodeados de distracciones. Tanto que cada vez nos resulta más difícil estar centrados en una única cosa durante un largo tiempo. De hecho, ¿no os pasa que cuando acaba el día sentís que no habéis hecho nada? ¿que se ha pasado el tiempo volando?

Esta es una de las principales consecuencias de las constantes interrupciones que sufrimos en nuestro día a día, ya sea en el trabajo o cuando estamos en casa relajados viendo una serie. De esta manera, poder gestionar el tiempo que empleamos en nuestras tareas y como lo empleamos se ha vuelto indispensable para disfrutar de la vida y sentirnos realizados.

Durante los últimos días he realizado el Mentor de la Universidad de Harvard sobre Gestión del tiempo y os puedo asegurar que las claves que en él se recogen son tan simples como útiles. Además, aunque eliminar todas las distracciones no siempre depende de nosotros mismos, sí que podemos reducir su número e influencia siguiendo unos pasos sencillos.

Antes de poder aplicar las recomendaciones, el primer paso es ser conscientes del problema y detectar qué es lo que nos distrae en distintas situaciones. Una vez conseguido esto, las posibles líneas de actuación a seguir son innumerables y dependerán de nuestra situación particular. Sin embargo, os voy a comentar algunos pasos que aparecen en el Mentor y que os pueden de gran ayuda.

  1. Analizar nuestro comportamiento y conocer las horas en las que ofrecemos un rendimiento pico, y dedicar estas horas a las tareas que más concentración y atención requieren.
  2. Si nuestras distracciones provienen de dispositivos digitales (notificaciones, emails, etc.) hay numerosas acciones que podemos llevar a cabo, como silenciar las notificaciones o retirar el móvil de tu campo visual para evitar la tentación de responder posibles mensajes.
  3. Reducir las interrupciones en el entorno de trabajo. Este caso es muy particular y cada uno debe ser consciente de lo que nos distrae y buscar una solución para ello. Algunas iniciativas pueden ser utilizar auriculares o avisar a nuestros compañeros de que no nos interrumpan durante un horario determinado.

Tampoco podemos olvidar la necesidad de tomar pequeños descansos a lo largo de nuestra jornada laboral. Estos van a permitirnos optimizar el uso de nuestro tiempo, gestionando la presión y aumentando nuestra capacidad de concentración a lo largo del día, lo que va a resultar en una mayor productividad.

En definitiva, en una realidad en la que estamos rodeados de distracciones, la gestión del tiempo se ha convertido en una asignatura obligatoria para todos. Poder sentirnos realizados y disfrutar de nuestro día a día va a resultar en un importante aumento de nuestra calidad de vida.