Hacia un nuevo capitalismo

El pasado jueves 19 de mayo estuve presente en una mesa de dialogo, ponencias y mucha reflexión sobre el nuevo capitalismo y que tendencia va a ser la tónica dominante en los próximos años por parte de las empresas y de la ciudadanía.

Los diferentes ponentes eran desde magistrados como el Dr. Manuel Alegre hasta CEOs de empresas centradas en el activismo corporativo como Marta González-Moro (CEO de 21 gramos) y Sebastián Cebrián (CEO en Villafañe & Asociados Consultores) pasando por especialistas en comunicación como Víctor Costa.

En primer lugar el debate empezó con una pregunta muy directa a todos los ponentes: “¿Está el capitalismo en jaque?” y las respuestas fueron diversas pero todas apuntaban a que no es que el capitalismo como sistema económico estuviera en jaque sino que el capitalismo tal y como lo entendemos a día de hoy si que lo estaba. Es decir, el capitalismo debe evolucionar con los tiempos que corren, adaptándose a una nueva realidad en la que los desafíos sociales, medioambientales y políticos son cada vez más urgentes.

Me quedo con la frase de Marta González-Moro que analizaba el cambio urgente del capitalismo porque, opinaba: “El sistema va a cambiar porque por definición es insostenible”, refiriéndose a la constante meta que tienen las empresas por mantener crecimientos económicos año a año. El capitalismo actúa como si el planeta tuviera recursos ilimitados y ya van varios años en los que se evidenció que esto no era así.

Por lo tanto tenemos a las empresas, sujeto indispensable para el cambio hacia lo sostenible. Cada vez más, son estas las que van a cambiar desde el tradicional único impacto básico, el económico, de las épocas de mayor crecimiento industrial a una visión triple en la que sean las empresas las que busquen un mayor impacto social, medioambiental y económico.

Además, como recalcaba el magistrado Manuel Alegre, la regulación empresarial va a ir acompañando estos años de transición de manera que el cambio hacia lo sostenible no sea una opción si no que este se vea forzado para alcanzarlo por toda la sociedad con garantías.

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