No hay crisis, hay cambios. Y quien no acepta los cambios, vive en crisis.

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El ser humano tiene la costumbre de crear rutinas y hábitos para organizarse en el ámbito personal, crear planes estratégicos y realizar proyecciones a futuro en el ámbito empresarial. Pero a veces olvidamos que vivimos en un mundo en el que el cambio es la única constante, que nos trae mayores incertidumbres y miedos a la hora de tomar decisiones.

Las crisis suceden, en su mayoría son inevitables e impredecibles. No tenemos que centrarnos en entender el porqué, sino el para qué, y apartir de ello gestionar el cambio.

Lo importante es dirigir las acciones posteriores con la mayor rapidez posible. Nunca vamos a contar con el 100% de la información ni los recursos precisos para tomar las decisiones, siempre nos vamos a encontrar con un riesgo que debemos asumir.

Por eso hoy en día es de vital importancia utilizar planes y proyectos con metodologías agiles, porque permiten trabajar con dos factores que son esenciales en los entornos actuales: rapidez y flexibilidad. Al dividir el proyecto en plazos cortos denominados “sprints” le permite a la empresa ir gestionando las distintas etapas de acuerdo las modificaciones necesarias que puedan ir surgiendo a medida que se avanza con el proyecto. También al utilizar equipos multidisciplinares en su forma de trabajo y reuniones “dailys”, es más fácil identificar problemas y errores en el proceso. Es una filosofía que supone una forma distinta de trabajar y de organizarse, fundamental para cualquier empresa que quiera desarrollarse con éxito en la actualidad.

«La crisis te obliga a hacer más con menos. Algunos de los mejores proyectos surgen de las mayores dificultares.»

Norman Foster

Por otro lado, es necesario contar con una buena comunicación transversal, clara y concisa, en toda la organización. En una crisis no es momentos de adjudicar culpas ni errores, sino eliminar la incertidumbre en el equipo, demostrando seguridad y confianza para afrontarla.

Y por último, aprender. Al afrontar cualquier problema o crisis, nos deja una lección que nos podrá servir en un futuro tanto en lo personal como en lo profesional.

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