On the edge: Nutrición y tercera edad

Actualmente nos encontramos en un momento de grandes dificultades y preocupaciones entre los ciudadanos, un momento en el que nuestra salud ha pasado al primer plano de la vida cotidiana por culpa de un virus que hoy ocupa todas las facetas de la sociedad. Esta desgraciada que nos encontramos atravesando puede ser un cambio de tendencia en la manera que tiene de ver la vida nuestra población y de esta manera mejorar sus hábitos para podernos convertir en personas más fuertes, sanas y equilibradas. 

Nunca deberíamos haber olvidado que la salud debe ser la primera preocupación que ocupará nuestro día a día y es que por suerte o por desgracia el Covid-19 se ha encargado de recordárnoslo, ha conseguido parar el mundo y que todos valoremos lo que realmente importa y es esencial. Desgraciadamente este virus está afectando de la peor manera posible a nuestros mayores, a la tercera edad o mejor dicho, a nuestra tercera juventud. Y es que este virus nada tiene que ver con la forma en la que nos alimentamos, pero si la alimentación puede aportarnos fortalezas para poder afrontar o prevenir enfermedades de una forma más efectiva, así como ayudar a nuestros mayores a ser menos débiles y vulnerables, consiguiendo que su envejecimiento sea mucho más maduro. He querido realizar esta breve introducción para recordar lo importante que es cuidar nuestra salud y preocuparnos de lo verdaderamente necesario. Es una enorme pena todo lo que nos rodea ahora mismo y es de necesidad acordarnos de todas las personas enfermas o fallecidas a causa del coronavirus, esto debe servirnos también para aprender a cómo cuidarnos y a como cuidar de las personas mayores que han dado todo por las siguientes generaciones.

Nos encontramos en un mundo en el que la esperanza de vida está aumentando de una manera exponencial. Este hecho debemos valorarlo y cuidarlo, cuidarnos a nosotros mismos para poder afrontar el futuro de una mejor forma siendo la alimentación una buena base para adaptar nuestras condiciones, tanto físicas como mentales y emocionales y así poder optimizarlas de la mejor manera posible minimizando los riesgos que pueden tener las personas. En la tercera edad una buena alimentación puede prevenir las enfermedades más comunes entre ellos, protegiendo el sistema cardiovascular y el cerebro, los órganos que más se dañan a esas edades y las que suelen suponer las causas de los fallecimientos.

Hay diversos motivos que pueden explicar el aumento de nuestra esperanza de vida, la medicina puede ser el primero de ellos, siendo capaz de detectar de manera precoz enfermedades que anteriormente eran mortales y hoy tienen un tratamiento efectivo. Pero no solo nuestro sistema sanitario ha mejorado, sino que somos menos vulnerables ante enfermedades debido a la mejora de condiciones que hemos tenido en nuestras vidas. La alimentación, la economía, la higiene y la calidad de vida han permitido que nuestra esperanza de vida haya aumentado tanto en los últimos años.

Otro detalle a tener en cuenta es que dentro de 40 años, la población mayor de 65 años supondrá aproximadamente el 40% de la población de la Unión Europea lo que ocasionará un aumento del gasto público tanto en sanidad como en pensiones recibidas por nuestros mayores. Por tanto debemos hablar de una “Silver Economy”, en la que se adapten los negocios y profesiones a este segmento de la población garantizando su bienestar y el nivel de vida.

Esta “Silver Economy” es muy importante en cuanto al consumo en cantidad y variedad de los productos. Según Merrill Lynch & Co., se espera que los mayores de 65 años consuman cerca de 11,8 mil millones de euros en todo el mundo en el actual año. Por lo tanto nos encontramos ante la economía del futuro en los que la sociedad tiene que crear ciertos nichos de mercado específico para ellos y así convertir el problema del envejecimiento en una gran oportunidad de mercado. Los mercados que destacan entre los mayores de 60 años son el farmacéutico, el inmobiliario y la tecnología. En relación con la tecnología debemos comentar que los mayores quieren mantenerse en sus casas y que la domótica puede ser una forma de adaptarse a ellos, facilitando la vida cotidiana. Otro avance tecnológico beneficioso para nuestros mayores son los coches autónomos, que permitirán moverse de una manera mas comoda y facil.

También debemos comentar que esta generación se va a diferenciar en función de la edad, entonces podremos diferenciar entre tres subgrupos: el senior activo, de entre 50 y 65 años y que todavía continúan en el mundo laboral; el envejecimiento activo, que son personas de entre 65 y 80 años que disfrutan de una gran cantidad de tiempo libre; y, por último, el gran senior, de 80 años en adelante, un segmento que no dispone de tanta energía como los anteriores pero que demandan servicios que puedan mejorarles la calidad de vida.

Ahora bien, ¿cómo pueden nuestros mayores mantenerse en mejor estado de salud? Como hemos comentado antes, la alimentación es una gran base por la que empezar. Una buena dieta puede ser la clave para que el envejecimiento activo sea lo más longevo posible y nuestros mayores puedan disfrutar de la gran cantidad de tiempo libre que tienen de una mejor manera. Por tanto, según datos de Sanitas, en la dieta de nuestros mayores deben incluirse alimentos de todos los grupos y en unas adecuadas proporciones. Por ejemplo, las proteínas deben ser consumidas en una cantidad de 1 g/kg de peso y día. Manteniendo un equilibrio entre las de origen animal y vegetal. Los hidratos de carbono deben aportar un 50 % de la energía consumida y las grasas un 25-30 %, también debe aumentar el consumo de fibra y mantener una ingesta adecuada de vitamina D y calcio.

Por último, y para concluir, debido a la gran importancia que tendrán las personas mayores en un futuro, tenemos que tener claro que, a parte de garantizarles su calidad y nivel de vida, debemos adaptar productos, procesos y servicios a ellos ya que serán un significativo mercado por el aumento del envejecimiento y la disminución de la natalidad. Y es que como decía Ingmar Bergman “Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.” Por lo tanto debemos ayudar a aumentar la fuerza de nuestros mayores ya que lo demás ya lo pondrán ellos.