ABORDAR HOY EL FUTURO SOSTENIBLE DE MAÑANA

Empecemos definiendo el capitalismo como un sistema económico y social basado en que los medios de producción deben ser de propiedad privada, el mercado sirve como mecanismo para asignar los recursos escasos de manera eficiente y el capital sirve como fuente para generar riqueza (Sevilla Arias, 2016). Pero ¿el capitalismo actual puede dar respuesta a los problemas de hoy ya identificados?

El capitalismo va cambiando según las situaciones desde los orígenes, eso sí, tendría que ser más social, llegando a calificarlo de capitalismo social. Que entienda que hay empresas, consumidores, empleados, proveedores y un largo etc. y que todos son importantes. Que sea capaz de adaptarse y responder a los nuevos mega desafíos como los retos medio ambientales, sociales y tecnológicos que afectarán al futuro, los cuales hay que abordar hoy.

¿Qué me decís de la exigencia hoy a las empresas en responsabilidad social corporativa (RSC)? Pero ¿os habéis parado a pensar en vuestra exigencia individual? Y ¿qué pasa con los grupos en exclusión social?

Mientras que antes sólo teníamos en cuenta calidad-precio, ahora la sostenibilidad, el atributo reputacional, el desempeño ético, etc. son una realidad en las empresas. Como consumidores lo tenemos en cuenta a la hora de comprar, es la nueva compra inteligente. Además, tengamos en cuenta que las empresas se dirigen a los jóvenes, al futuro, los cuales están dispuestos a invertir en empresas preocupadas por el medio ambiente y son mucho más conscientes de que la empresa no es sólo lo que quiere el cliente, sino que tiene que dar respuesta a todos los grupos de interés.

Todo esto está muy bien, pero ¿y tú? ¿Haces consumocracia?  También está en tu mano, consumocracia es cada vez que compras algo, analizarlo para saber si es responsable, validar cómo el producto te llega a las manos y elegir esa compra o no. Estoy de acuerdo en que se exija a las empresas prácticas responsables y que se les premie, pero no seamos hipócritas individualmente. Muchas veces hacemos un consumo consciente de un producto que no cumple y defendemos la sostenibilidad. No vale quejarse si tu ni si quiera reciclas en casa.

Por desgracia, en España hay un 30% de la población que está en riesgo de exclusión social. Este colectivo no puede mantener el pensamiento de responsabilidad social corporativa, ni si quiera sabrán de su existencia muchos de ellos. No olvidemos que queda un 70% de población que sí podemos actuar, que sí podemos dar ejemplo, y que sí podemos ayudar a este grupo a favorecer un futuro más sostenible y a su integración. El nuevo capitalismo también ha hecho que una de las preocupaciones principales sea la sociedad, y que surjan movimientos y fundaciones para acabar con esto. Además, un 84% de la población admira a gente que realiza actividades responsables, algo bien se está haciendo, ¡anímate a ser uno de esos admirados!

Como empresa entiendo la preocupación de la ciudadanía, pero me preguntaría ¿hasta qué punto los inversores están dispuestos a perder dinero o los consumidores a pagar más por este tipo de productos responsables? Supone un gran desembolso y grandes cambios, pero se unen a la inversión a largo plazo para un mundo sostenible. Sabiendo la gran repercusión de esta tendencia, como dice nuestro profesor “o te subes a la ola y la surfeas, o te pasa por encima”.

Que no se olvide que hoy en día, no sólo las empresas nos elijen, sino que nosotros también las elegimos por sus valores. Que no se olvide que el futuro sostenible de mañana hay que empezar por abordarlo hoy.

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