La realización del Harvard Manage Mentor centrado en el tema de toma de decisiones y mejorar los conocimientos en este ámbito. Durante nuestra carrera seguramente nos enfrentemos a muchos momentos de incertidumbre dónde no sabremos si estamos actuando de la mejor manera a la hora de gestionar algunas situaciones, una de las situaciones más complejas a la que se enfrenta los directivos es a la toma de decisiones, ya que estas pueden marcar el devenir de la organización.
Uno de los errores más comunes que se pueden cometer dentro de la empresa es que todas las decisiones sean tomadas por la misma persona o un grupo reducido de personas, ya que se debe de tener el conocimiento de que en un equipo todos pueden proporcionar valor a la hora de la toma de decisiones generando perspectivas diferentes e ideas que pueden llevar a una mayor reflexión.
Otro de los conocimientos que me ha aportado el curso es aprender a que hay que prepararse para tomar una decisión, es decir, la debemos describir perfectamente, saber porque se debe de tomar, conocer a todos grupos que se están involucrando con ella y solucionar el problema que exista. Esto puede ser clave para que todas las personas involucradas la asuman con responsabilidad y se involucren más en ella. Una vez descrita y enmarcada la decisión a tomar se debe de tener claro los objetivos que se pretenden lograr al tomar la decisión, describir el futuro deseado tras la toma de esa decisión, ser lo más específico posible a la hora de definir el nivel que representaría el éxito de la decisión y comprobar si pudieran resultar conflictos entre los objetivos y los resultados.
Las decisiones tomadas en grupos pueden suponer una gran ventaja respecto a las tomadas individualmente, ya que se pueden generar diferentes puntos de vista y un alcance más amplio, pero se debe de ser consciente que también pueden surgir problemas a la hora de tomar decisiones en grupo. Por ejemplo, para evitar el pensamiento de grupo se debe de emitir advertencias tempranas intentando que no se caiga en este problema y la búsqueda de objetividad. Otro de los problemas grupales puede ser la falta de interés de alguna de las personas participantes en la decisión. No se debe de olvidar que contar más variedad de opciones hará que haya más posibilidades de tomar la mejor decisión para la situación.
Todas las personas involucradas durante un proceso de toma de decisiones deben de sentir que es justo, deben de considerarse partícipes, saber que sus ideas están siendo reconocidas y consideradas, aunque no puedan ser adoptadas finalmente, esto hará que las personas generen mayor número de alternativas y muestren un mayor compromiso. Para desarrollar un proceso justo en la toma de decisiones se debe de tener en cuenta: escuchar atentamente a los miembros y sus ideas, tomar nota, ser transparente, fomentar la participación, explicar el razonamiento de la elección final y comunicar resultados.
También, me gustaría destacar el uso de una herramienta que para mí era totalmente desconocida pero que una vez estudiada la considero muy útil. La matriz de priorización, esta matriz ayuda a estructurar el proceso de toma de decisiones y evaluar las diferentes opciones.
Por último, una vez tomada la decisión se debe de pensar a quién se le debe de comunicar porque seguramente muchos miembros o departamentos de una empresa pueden verse afectados por una sola decisión, tanto parte internas, líderes, mandos intermedios o partes externas como clientes o proveedores. La comunicación de la decisión final debe de indicar todos los aspectos determinantes de esta y todo el proceso y el plan que se ha vivido. Una vez comunicada, la decisión debe de ser implantada y para ello se debe de ser conocedor de todas las tareas necesarias a realizar y quién se le debe asignar recursos para el cumplimiento de dichas tareas.