CAMBIO DE RUMBO: HACIA UN CAPITALISMO SOCIAL Y SOSTENIBLE

Cuando hablamos de capitalismo, todos sabemos a lo que nos referimos, o al menos tenemos nociones de ello. Podríamos definirlo como un sistema económico y social basado en tres pilares: la privatización de los medios de producción, el capital como creador de la riqueza y el libre mercado como regulador y asignador de recursos. Pero actualmente ha surgido un nuevo concepto, denominado nuevo capitalismo y supone una evolución o una ampliación del término. Podríamos afirmar que el nuevo capitalismo trata de mantener los tres pilares anteriormente mencionados como base, además de añadir la sostenibilidad del planeta y el bienestar de la sociedad. Busca una forma más humana de asegurar la supervivencia del entorno y de respetar los valores éticos.

La aparición de la expresión “nuevo capitalismo” ha surgido a raíz de observar que los objetivos de las empresas respondían a los intereses de los accionistas, en lugar de incluir también a toda la sociedad. Eran simples entidades con fines lucrativos, descuidando su naturaleza de organismo social, por tanto dejaban en evidencia la sostenibilidad del capitalismo que hemos conocido toda la vida.

Este cambio no ha surgido por arte de magia en las empresas, sino que ha aparecido porque tanto los consumidores como los inversores, en su mayoría, han cambiado su mentalidad hacia este capitalismo social y sostenible. No existe una interés extremo por la rentabilidad de las inversiones, los bienes o los servicios, sino que más bien se busca el desarrollo sostenible de la actividad empresarial mientras se genera dicha rentabilidad. A la vez que la empresa desarrolla sus funciones que le generan ingresos, debe reducir su impacto en el entorno, mejorar la vida de las personas con las que se relaciona e involucrar a sus empleados en estas acciones.

En lo referente a los consumidores, estos buscan realizar compras inteligentes, desembolsos a un precio adecuado que les reporte productos y/o servicios de buena calidad. Pues bien, a día de hoy el concepto de compra inteligente también se ha ampliado y engloba calidad, precio y sostenibilidad.

Por otra parte, en lo relativo a los accionistas y socios de la empresa, tratan de reducir costes y aumentar su competitividad en el mercado, para así hacer crecer sus beneficios, pero han comprendido que cualquier proyecto comprometido con el medioambiente o la sociedad reciben una gran aceptación por parte del público, mejoran su imagen y les ayuda a ganar clientes. También existen programas para evitar la exclusión social o el hambre de familias desfavorecidas de nuestro entorno, los cuales muestran un interés de las empresas por hacer un mundo mejor, por ayudar al capital humano a integrarse en la sociedad y a recibir una alimentación adecuada, para así poder entrar a formar parte del mercado laboral y mejorar la economía.

Adicionalmente, para los emprendedores existen numerosas bonificaciones y subvenciones, siempre que sean proyectos verdes e integren acciones que mejoren la sociedad.

Como ya hemos mencionado, el cambio de mentalidad surgido en las empresas ha sido generado por la entrada de las generaciones millennial y z en el mercado laboral, que tienen muy interiorizado la importancia de actuar de manera ética y responsable con la naturaleza y con las personas, luchan contra las injusticias y la contaminación provocada por las compañías.

En definitiva, lo que refleja el nuevo capitalismo es un cambio interno en las empresas, las cuales fijan y persiguen un fin, relacionado con la mejora del entorno en el que operan, una reducción de sus impactos en el medio, un aumento generalizado de la felicidad de las personas que están tanto fuera como dentro de la empresa. Todo ello aunado al crecimiento y consecuente refuerzo de las cuentas del negocio.

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