El capitalismo ha ido evolucionando a lo largo de la historia y adaptándose a los continuos cambios de la sociedad moderna. Desde su nacimiento en el siglo XV y hasta el siglo XVIII, el capitalismo dio lugar a una nueva forma de intercambio de bienes bajo el control de la producción y el consumo del gobierno, conocida como mercantilismo, y con fuerte presencia en Inglaterra y Francia.
Al igual que el trueque, al capitalismo se le atribuye un origen natural y espontáneo, propio de la edad moderna. Hasta este momento, el sistema capitalista no se basaba en la producción, sino en el intercambio de bienes. Con la llegada de la Revolución Industrial en el siglo XVIII-XIX, se produjo un cambio en el pensamiento socioeconómico, que trajo consigo una transformación económica, social y tecnológica.
Hasta ahora, el capitalismo ha continuado su evolución histórica a través de sus tres fases conocidas como: comercial, industrial y financiera.
Hoy en día, nos encontramos ante la era de la tecnología, el cambio climático y la problemática de la pobreza a nivel mundial. La ONU ha establecido 17 objetivos para 2030 de desarrollo sostenible, para luchar contra los principales problemas que sacuden nuestra sociedad actual.
Se hace necesaria una reforma del capitalismo hacia un modelo más sostenible, justo y equitativo. Y recuperar el factor social, del cual el capitalismo se había desvinculado, debido a la presión del sector financiero por obtener resultados cortoplacistas.
Vivimos en un mundo rodeado de desigualdad, deforestaciones, niveles de contaminación alarmantes, explotación masiva de recursos e intereses monetarios frente a los sociales y medioambientales. Ante este escenario, urge un liderazgo empresarial que entienda y se involucre en los problemas sociales, participando en la solución. Esto pasa por un crecimiento económico sostenible, conociendo el entorno y generando valor a largo plazo en los grupos de interés.
El Foro Económico Mundial (WEF), ha desarrollado las siguientes temáticas en materia de acción para logar un capitalismo sostenible, consciente y unido:
- Mejores compañías: las compañías y sus ejecutivos deben reflejar su responsabilidad hacia los grupos de interés, y no sólo considerarse como entes económicos en busca de riqueza. Generar confianza a través de la ética y los valores, y hacer frente a los problemas medioambientales y de corrupción, fomentando el trabajo inclusivo y diverso.
- El planeta protagonista del debate global: una transición energética liderada por gobiernos y empresarios, que asegure no sobrepasar los 2 grados centígrados que los científicos marcan como punto de no retorno en el calentamiento global. Como consecuencia de ello, hemos vivido numerosas consecuencias climáticas como los incendios en Australia y los continuos temporales e inundaciones por todo el mundo. El sector financiero debe contribuir en su papel contra el cambio climático a través de los criterios de sostenibilidad medioambientales, sociales y de buen gobierno ESG.
- Orientación tecnológica: el avance de la tecnología hacia un mundo interconectado, plantea dilemas éticos que deben ser tratados. Aspectos como la privacidad, la propiedad intelectual y la sustitución de las personas en el entorno laboral por robots automatizados.
- El futuro del trabajo: erradicar la explotación laboral y fomentar el trabajo digno. Abordar la extinción de sectores laborales que se ven amenazados con las nuevas tecnologías, con la reubicación de los trabajadores en nuevos roles.
- Una apuesta por la sanidad del futuro: el crecimiento de la esperanza de vida y la reducción de la mortalidad infantil. Un sistema sanitario accesible, tecnológico y capaz. La importancia de las enfermedades mentales, cada día más extendidas entre la sociedad y de forma silenciosa.
- Una geopolítica global: la unión de los países para hacer frente a los problemas reales del mundo actual. Como el acuerdo de París de 2015 para abordar la crisis climática. Trabajar juntos para alcanzar objetivos comunes.
- Un sistema económico más justo: la lucha contra la desigualdad y las tensiones comerciales. Abandonar el modelo de negocio de la revolución industrial de crear, usar y tirar y apostar por una economía circular que reutilice sus recursos.
Estas son las siete tendencias que marcan el paso del nuevo capitalismo. Un capitalismo más consciente, sostenible y respetuoso con el medio ambiente.