La gestión del cambio para su adecuada implantación en el entorno laboral

El cambio es una constante en el entorno laboral actual, del cual debemos identificar aquellos factores más relevantes para sacar el máximo provecho a estas situaciones y las correspondientes oportunidades existentes.

Podemos definir el cambio como hacer algo o convertirse en algo distinto, donde uno mismo hace que sea diferente y el equipo completo empresarial también necesitará dicha conversión en personas diferentes.

El cambio continuo puede desencadenar diferentes sentimientos como el miedo, el entusiasmo, la ansiedad o la frustración, no obstante, debemos aprender a trabajar con ellos y nunca apostar por luchar contra éstos.

A continuación, podemos observar algunos de los pasos más esenciales para mantener a su equipo por el buen camino en momento de gran incertidumbre:

  • Preocúpate en primer lugar de ti mismo, es decir de colocarte tu propia “máscara de oxígeno” para poder posteriormente afrontar nuevos planes u objetivos. Son recomendables acciones saludables como el ejercicio, la meditación o pasar tiempo con tus amigos.
  • Verse como una persona influyente. Asumir responsabilidades, tener iniciativa y confiar en uno mismo.
  • Ser un modelo a seguir. Ayude a su equipo a concentrarse en nuevas oportunidades. Y ayudar a los colaboradores a convertir cualquier tipo de problema existente en una potencial oportunidad.

A su vez, la preparación de una alta resiliencia -capacidad que tiene una persona hacia la superación de situaciones traumáticas-, en nuestra persona puede ayudar en gran medida de diferentes modos como: poner freno a respuestas improductivas, reemplazar la negatividad por la creatividad, o avanzar a pesar de los desafíos.

En consecuencia, para obtener una adecuada preparación hacia el cambio será recomendable llevar a cabo hábitos saludables (ejercicio, dieta), cambiar frecuentemente nuestras perspectivas, tomar ciertos descansos de pensar efectuando otras actividades, y acostumbrar al desempeño del pensamiento positivo.

Adicionalmente, es importante inspirar siempre al equipo de trabajo para fomentar el inicio del cambio. Para ello, deberemos desarrollar algunos aspectos con los diferentes grupos de la organización como, por ejemplo:

  • Identificar las brechas y encontrar formas innovadoras de eliminarlas
  • Experimentar con nuevas maneras de hacer las cosas
  • Mejorar de forma constante los procedimientos y las practicas.

Para su adecuada implementación y desarrollo, serán aconsejables establecer algunas medidas que puedan aumentar la confianza con dichos miembros de la compañía, como la imposición de ciertos límites, presentarse accesible ante cualquier inquietud posible, mostrar que usted mismo es falible (incluso cualquier tipo de líder puede cometer errores), e involucrarse con todos los participantes del equipo.

Como líder, el principal rol consiste en presentar argumentos a favor del cambio, y hacerles llegar a los miembros de la empresa como les afectará. Será de gran relevancia compartir información relativa al motivo por el cual se lleva a cabo el cambio (beneficios o mejoras), en qué consiste fundamentalmente el cambio y cuales son sus objetivos, y el alcance que tiene dicho propósito (tiempo y quienes son los principales involucrados).

Sin embargo, serán diferentes, pero de igual importancia los roles a desempeñar en el momento del cambio. Entre ellos los más destacables serán: comunicador, defensor, orientador y solucionadores de problemas.

Por otra parte, el mayor obstáculo al cambio suele referirse a la superación de la inclinación natural de las personas a mantener las cosas como estaban previamente. Como gerente, la principal tarea viene siendo el impulso y la motivación hacia los empleados para que se lleve a cabo el cambio establecido.

Finalmente, será primordial abordar la totalidad de preocupaciones legítimas de las personas, así como convertir a los que se resisten en parte de la solución, implicándoles en los procesos de planificación e implementación del proyecto.

Deja un comentario