EL CAMBIO COMO MOTOR DE ADAPTACIÓN

En un entorno totalmente digitalizado, disruptivo y globalizado, donde el cambio es su principal característica, la gestión del mismo se vuelve esencial. De hecho, la gestión del cambio se ha convertido en una de las aptitudes básicas para las empresas  y personas en el siglo XXI.  En relación con ello, la tecnología avanza a un ritmo de vértigo por lo que cada avance se queda obsoleto en poco tiempo y en consecuencia el mercado laboral se ve obligado a adoptar nuevas tecnologías, formas de trabajar e interactuar. No obstante, antes de seguir avanzando, ¿qué es la gestión del cambio? De acuerdo con la consultora KPMG “la gestión del cambio busca facilitar y conseguir la implementaciones exitosa de los procesos de transformación, lo que implica trabajar con y para las personas en la aceptación y asimilación de los cambios digitales y en la reducción de la resistencia a los mismo” (KPMG, 2021).

De igual modo, las personas ante el cambio se sienten inseguras y sufren una gran incertidumbre por lo que pueden sentir rechazo al mismo. De hecho, la consultora Robert Half expone que “las empresas deben ser muy conscientes de la importancia de gestionar el cambio para reducir el impacto sobre los empleados” (Robert Half, 2020). La cultura organizacional debe adaptarse al cambio, aumentar la confianza de los empleados, no tener miedo al fracaso o al afrontar nuevos riesgos (Iberdrola, 2021).

Por otro lado, la crisis sanitaria y el inesperado confinamiento de 2020 ha cambiado la forma de relacionarnos, comprar y trabajar, entre otros, por lo que el cambio se ha vuelto inevitable. De hecho, el COVID-19 ha acelerado el proceso de transformación digital de todas las empresas, con un incremento del e-commerce, teletrabajo o nuevos modos de relación con el cliente. La pandemia obligó a las empresas a reestructurar su estrategia y proyectos definidos para su ejercicio económico, teniendo que ajustar los presupuestos ante los cambios en la demanda de los clientes, problemas en relación con la logística e interrupción en la cadena de suministros. Es más, hace unos años las empresas tuvieron que cambiar su modelo de negocio hacia otro más social y sostenible. Empezó a fomentarse la cultura de innovación social corporativa y la preocupación por el medioambiente. Muchas tenían deslocalizada su producción en paises subdesarrollados donde los costes eran menores y las condiciones laborales menos exigentes. A raíz de ello, desarrollaron una deslocalización a la inversa, como puede ser el caso de Ikea donde dejó Asia y apostó por Italia (Deloitte, 2020).

Por último, se debe agregar el papel del líder ante el cambio. Ante el cambio hay que escuchar a los stakeholders y actuar de acuerdo a los valores. Los líderes pueden afrontar el cambio como un riesgo y minimizar el daño o como una oportunidad y aprovecharla al máximo. El mundo cambia y hay que anticiparse a él, subirse a la ola y surfearla. Es clave mantener informados a los empleados y agentes involucrados, donde la claridad y concisión son relevantes (LLYC, 2020)

En definitiva, el cambio es lo único permanente ¿estás preparado? La ruta es la anticipación.

Bibliografía

Deloitte, 2020. [En línea] 
Available at: https://www2.deloitte.com/es/es/pages/about-deloitte/articles/10-medidas-adopcion-empresas-para-afrontar-pandemia.html

Iberdrola, 2021. https://www.iberdrola.com/talento/que-es-gestion-del-cambio. [En línea].

KPMG, 2021. [En línea] 
Available at: https://home.kpmg/co/es/home/services/advisory/management-consulting/corporate-services/capital-humano-y-cambio-organizacional/gestion-del-cambio.html

LLYC, 2020. DESAFÍO: COVID-19, s.l.: s.n.

Robert Half, 2020. [En línea] 
Available at: https://www.iberdrola.com/talento/que-es-gestion-del-cambio

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