Equidad. Tratar diferente a quien es diferente

No me considero un gran activista en cuestiones de igualdad, ni pretendo dármelas de intelectual tratando un tema tan y tan complejo. Eso si… Me he propuesto hacer pensar a aquel que lea la siguiente palabra. IGUALDAD.

La igualdad, como nos dicen desde pequeños es tratar a todos por igual. Igualdad, también es la posibilidad de desarrollo igualitario de los seres humanos. Una guardería no obligatoria y privada hasta los 6 años, no permite un desarrollo igualitario para aquel niño que llega a la escolarización obligatoria. Aquel niño que viene sesgado por la condición de su familia.

Como individuales, dentro del conjunto de la sociedad, debemos ser responsables con nuestras acciones, ofrecer salarios justos y medidas de conciliación. Desafortunadamente, la escuela no puede hacer más que enseñar y es la familia (tribu) la que tiene la obligación de educar, heredando así la desigualdad en aquellas familias donde existe una falta de tiempo para educar en los valores de la tribu.

Nos hemos centrado en los más pequeños que están a la merced de sus adultos, son frágiles y vulnerables. Pero… Levanta la cabeza y mira un poco más arriba, una mascarilla para gente sorda o un ascensor en un incendio, en ambos casos estamos dejando personas atrás. La igualdad por si sola poco puede hacer. Es innegable que pocas escaleras se pueden bajar con una silla de ruedas y que llevamos sin vernos las caras desde el 13 de marzo de 2020.

Para lograr la igualdad hablar de justicia y equidad es estrictamente necesario. Haciendo referencia al título de este artículo, debemos tratar diferente a quien es diferente, esto da justicia y nos lleva a la equidad. Acaso no tratamos diferente a ese amigo que tiene conversación para estar hablando 3 horas o a ese otro amigo que es más reservado, pero que cuando habla dice cosas igual o más interesantes que el primero.

Para concluir esta secuencia de ideas, quiero destacar el conocimiento como el primer paso para llegar a la igualdad. Informarse sobre aquello que crea desigualdad en personas con otras capacidades o situaciones para actuar equitativa y responsablemente. Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia (Sócrates, Filósofo griego).

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