Parar, respirar y ver con perspectiva.

El estrés es una cosa que nos afecta a todos los seres humanos, independientemente de la edad, sexo, raza, ideologías, gustos, preferencias, riqueza, aptitudes y actitudes. Podríamos decir que el estrés es algo innato y que nos trata a todos por igual, y que depende de nosotros saber tratarlo, aprender a vivir con el y sacarle el máximo partido.

Es probable que al hablar de estrés a todos nos venga a la mente alguna situación concreta que hayamos experimentado a nivel personal, familiar, laboral o en cualquier ámbito de nuestra vida. Pero todas esas experiencias se pueden resumir en los mismos pasos.

Normalmente cuando algo malo nos pasa y la situación nos agobia, altera y estresa, solemos pensar que somos la persona con la peor suerte que existe, que siempre nos pasa todo a nosotros y que no puede ser verdad la situación que estamos viviendo. Sin embargo, lo que debemos hacer es pararnos y centrarnos en la situación que nos ocupa y ponerle la mejor de las soluciones. Solo debemos acordarnos del acrónimo PROA.

  • P de parar
  • R de respirar
  • O de observar
  • A de actuar

En primer lugar, cuando nos veamos abrumados por la situación debemos parar, parar los malos pensamientos y los agobios del momento, debemos intentar que la situación no consiga dominarnos y nos consuma. En segundo lugar, debemos tratar de calmarnos, respirar profundo y relajarnos para poder pensar con claridad. Una vez hayamos conseguido calmar nuestros nervios y tranquilizarnos, debemos tratar de observar la situación con perspectiva, con una mirada analítica que nos pueda ayudar a ver las causas del problema y las posibles soluciones que podrían acabar con él. Y, por último, debemos actuar en consecuencia a las observaciones hechas previamente.

De esta manera, y siguiendo siempre los pasos detallados, podremos conseguir actuar de manera consecuente y con la cabeza fría frente a los problemas, sin dejar que estos nos lleven a actitudes erróneas o impulsivas que puedan desembocar en males mayores.

Es fundamental para todos los seres humanos saber controlar los nervios y cómo el estrés afecta a su día a día y sus decisiones. Sabemos de sobra que los humanos somos seres racionales, pero bajo los efectos del estrés o la ansiedad perdemos todo rastro de racionalidad y lucidez. Y es por ello que es fundamentar saber controlar nuestros impulsos y no dejar que estos nos guíen por el mal camino.

Plantéate algunas cuestiones con las que reflexionar:

  • ¿Alguna vez el estrés te ha llevado a hacer algo que no querías o a ir por un camino que no deberías haber tomado?
  • ¿No te ha pasado que a veces se te ocurren acciones o contestaciones después del problema cuando ya estas más tranquilo y ves las cosas con perspectiva?
  • ¿No crees que es más fácil solucionar los problemas de los demás que los tuyos propios?

Y si a todas las situaciones que te vienen a la mente les aplicas el método PROA, ¿les ves un final más claro?

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