“Lo Único Constante es el Cambio”, decía el filósofo Heráclito ya en la época antes de Cristo. Y así continúa siendo hasta nuestros días.
Del colegio, al instituto, a la universidad, para llegar un máster y luego al trabajo -todo esto en poco más de 23 años-. Las rutinas, las relaciones sociales, el cambio en las prioridades a lo largo del tiempo, el simple cambio de las estaciones, etc. Es un hecho que cada día de nuestras vidas nos encontramos con cambios, los cuales la mayoría de las veces no dependen de las decisiones que estén en nuestra mano de tomar. Y es que, desde la sociedad en su completa plenitud, hasta nosotros mismos en cuerpo y mente, experimentamos una continúa evolución, la cual nos afecta en todos los ámbitos.
No es de extrañar que todos estos cambios lleven a las personas a un estado de estrés, el cualm cuando no es controlable o manejable en el tiempo, puede desembocar en un profundo malestar, desconcierto, miedo e incluso depresión. Por ello, debido a que el cambio es algo inevitable y puede causar consecuencias adversas en caso de no saber manejarlo, es necesario que se conozcan mecanismos que permitan entender y comprender estos cambios, para incluso permitirnos controlarlos y sacar aspectos de provecho a lo largo del tiempo.
Así, tras realizar el curso Mentoring de Harvard sobre Change Management, me gustaría presentar un pequeño resumen, a modo de dos ideas principales, como manera de dar mi punto de vista sobre los tips nombrados en el cuso, los cuales tienen el fin de ayudarnos a gestionar dichos cambios constantes y estrés asociado a ellos.
Como primera gran idea general, y como ha sido ya comentado, no podemos ni podremos controlar los cambios que nos suceden y que ocurren a nuestro alrededor. Por ello, te digo que la actitud con la que se decida afrontar dicha situación es lo que marcará la diferencia. Identifica los sentimientos y emociones que sientas en el momento, son normales, son naturales e incluso debes disfrutar de experimentarlos. Una vez identificados, y con una consecuente preparación mental, visualiza dicho cambio como un reto, como una oportunidad de mejora, en vez de como un problema. Con todo esto, mediante la práctica y la repetición, esta mentalidad se convertirá en un hábito, el cual te repercutirá como un cohete de proactividad, positivismo y valentía consciente de cara a la vida.
Como segunda idea general, volvemos a otro gran filósofo, Aristóteles, y su gran frase “El hombre es un ser social”. Con esto se pretende transmitir que, no solo se aconseja, sino que es necesario comunicarse y apoyarse en la gente de nuestro alrededor a la hora de afrontar dichos cambios. Para ello, el hecho de construir un equipo, en el cual se respire un ambiente de confianza y respaldo para comunicar inquietudes y propuestas de mejora a cambios, es un aspecto a tener altamente en cuenta. Y es que, sucede que esto permite observar las situaciones desde diferentes puntos de vista, permitiendo obtener diferentes opiniones, soluciones y oportunidades, las cuales pueden servir de lanzadera para superar dicho cambio o situación. Como se ha comentado en la idea anterior, de esta manera los cambios de convierten en prometedoras oportunidades de ideas y proyectos.
Prácticamente es así, primero mediante una actitud valiente, resiliente y proactiva ante el cambio y, seguidamente con el hecho de compartir la situación con un entorno positivo ante un ambiente propenso cambio, como se presenta la solución de afrontar la situación de inestabilidad constante al que estamos sometidos en el actual entorno VUCA en el que vivimos.
Y es que, como siempre y vuelvo a repetir debido a su importancia: la actitud marca la diferencia.
BIBLIOGRAFIA
Harvard Manage Mentor. (2020). Spark. | Harvard ManageMentor. HMM Spark. https://myhbp.org/ping/sp/startSSO.ping?PartnerIdpId=sp%3Acl%3Ahbsp%3Asaml2&TargetResource=https%3A%2F%2Fmyhbp.org%3A443%2Fhmm12%2Fauthenticate%3Fcontinue%3D%252Fcontent%252Fassessments%252Fchange_management%252Fassessment.html