Recuerdo que cuando yo tenía 5 años, mi familia decidió que nos mudaríamos de país, cambio que nos afectó por completo, pues cada uno de nosotros tuvo que volver a empezar en un nuevo ambiente, con un nuevo trabajo, nueva escuela y nuevos amigos. Hoy, 20 años más tarde, recuerdo con gran nostalgia mi etapa de adaptamiento, que aunque no fue fácil, resultó fructífera y satisfactoria, pues me dejó grandes experiencias y amigos. Sin duda la forma de vivirlo de una niña de 6 años, a unos padres de 40, fue totalmente distinta, pero ambos supimos adaptarnos y encontrar un hogar en el lugar que una vez sentimos incertidumbre al llegar.
Esto es solo uno de los muchos ejemplos de cambios que sufrimos en nuestra vida diaria, ya que actualmente vivimos en la era de los cambios constantes, donde día a día debemos enfrentarnos a nuevas situaciones que nos dejan en la incertidumbre, ya sea en nuestro ámbito personal, laboral y/o social. La forma en la que estos cambios impactan en nuestra vida dependerá en muchas ocasiones de la forma en la que hacemos frente a ellos y la actitud que tomamos.
Las grandes compañías también deben lidiar con cambios e imprevistos que pueden llegar a desequilibrar por completo su armonía empresarial, lo cual puede traducirse en cuantiosas pérdidas económicas. Nosotros, como futuros CEO de estas empresas, debemos aprender a manejar estas situaciones de la forma adecuada, para que tanto nuestro equipo, como la empresa, no se vean gravemente afectados. Además que, debemos considerar este tipo de experiencias como una oportunidad para desarrollar nuestras habilidades profesionales.
A continuación presentaré una serie de consejos a tener en cuenta para poder enfrentarnos a estas situaciones de cambio y poder transmitir confianza y seguridad a nuestro entorno:
- Crear un ambiente propicio para generar resultados positivos: para ello debemos tomar las riendas del asunto y liderar el cambio, de forma que seamos capaces de otorgar a nuestro equipo el empoderamiento necesario para afrontar el cambio, anticipándonos a la posible resistencia que pueda existir por parte de algún miembro.
- Tener inteligencia emocional: para poder liderar el cambio primero debemos ser capaces de manejar nuestras emociones, solo de esta manera podremos convertirnos en un modelo a seguir para los demás e influir en ellos de forma positiva. Para ello, podemos practicar algún tipo de deporte o incluso recurrir a la meditación.
- Desarrollar nuestras destrezas: este es un proceso que debe ser llevado a cabo lentamente, el cual implicará que aprendamos a administrar nuestros recursos y evaluar los resultados que obtenemos en el transcurso del tiempo.
- Transmitir seguridad: mostrándonos accesibles, involucrándonos con nuestro equipo y demostrando que nosotros también fallamos y cometemos erros, los demás miembros podrán confiar en nosotros y sentirán mayor seguridad para que puedan asumir riesgos, lo cual provocará que su productividad, compromiso y creatividad aumenten y, es ahí cuando debemos reunirlos en búsqueda de nuevas ideas y oportunidades de mejora para el proceso de cambio.
- Poner a prueba las ideas: a través del diseño de un prototipo podemos probar algunas ideas nuevas, la cuales nos permitirán obtener unos resultados confiables y a partir de ahí realizar los ajustes necesarios para seguir mejorando.
- Buscar aliados: en el caso de que nos encontremos con personas que se resistan al cambio, podemos aliarnos con aquellos miembros que se muestren entusiasmados por él, de forma que ellos también puedas probar e indagar la idea que se pretende introducir y animar al resto del equipo a seguir su ejemplo.
- Aliviar la carga de trabajo y establecer nuevos objetivos: el estrés que genera el cambio puede hacer que algunas personas se sientan sobrecargadas por todo el trabajo que tienen que realizar, por lo que lo más conveniente sería aligerar esta carga posponiendo las tareas, reasignándolas y/o pidiendo ayuda externa, para que así puedan centrarse en los nuevos objetivos.
Todos estos consejos nos ayudarán a conducir a nuestro equipo y lograr implementar cambios de forma exitosa en nuestra empresa. Si bien la empatía, el liderazgo y la participación grupal son indispensables, también debemos tener en cuenta que las decisiones que tomamos como líderes, deben ser flexibles y claras, donde cada miembro del equipo no solo se muestre involucrado, sino que también pueda saber a ciencia cierta en rol que está asumiendo y la tarea que se le ha asignado.
“El mundo odia el cambio, sin embargo, es lo único que ha traído el progreso”.- Charles Kattering-.