¿Qué pasó con Vine?

Logotipo de Vine

Desde su lanzamiento, Vine fue una aplicación centrada en los jóvenes, lo que se demostró en 2015, cuando llegó a tener unos 200 millones de usuarios activos al mes (según datos de Twitter), lo que demuestra el gran impacto que tuvo. Pero ¿por qué acabó desapareciendo?

¿Qué es Vine?

Vine era una aplicación que permitía crear y publicar vídeos cortos que se reproducían en bucle, de una duración máxima de 7 segundos, límite que en 2016 se amplió a 140 segundos (https://www.elmundo.es/tecnologia/2019/07/12/5d277350fdddffb04c8b457e.html ). Esta plataforma fue creada por Dom Hofmann y Rus Yusupov en junio del 2012, y adquirido por Twitter más tarde ese mismo año. Tras su lanzamiento, Vine fue estrechamente comparada con Instagram, cuya principal diferencia con respecto a la primera era que, en lugar de subir vídeos, los usuarios publicaban fotografías. Actualmente esto ya no es así, debido a que Instagram ha integrado también la función de los vídeos, pero en un primer momento le dejó a Vine un segmento totalmente abierto en el mercado a donde iba dirigido. No obstante, años más tarde acabaría desapareciendo de una forma agónica; en 2016 se anunció que ya no se podrían subir nuevos vídeos a la plataforma, aunque se seguiría permitiendo el acceso y el visionado de vídeos existentes, hasta que en 2017 se produjo el cierre de la plataforma tal y como se la conocía.
Según Carlos De La Ossa (asesor en estrategias digitales), “las redes sociales marchan si ofrecen funcionalidades atractivas para la audiencia y si construyen un ecosistema que haga que los usuarios permanezcan” (https://blog.digitalegia.com/inbound-marketing-y-ventas/vine-porque-murio). De acuerdo con él, Vine hizo muy bien lo primero, siendo pionero en la publicación de vídeos cortos y en bucle; pero no gestionó bien lo segundo, ya que otras plataformas adoptaron funcionalidades similares (como Snapchat o Instagram) que produjeron un gran impacto en Vine, reduciendo su número de usuarios.

Problemas a la vista

En cierto sentido, fue el mismo Twitter quien influyó en la caída de Vine, ya que, además de que no había comunicación entre las dos redes sociales (no aprovechando las sinergias que se podrían haber generado), fue el propio Twitter quien atacó a Vine al introducir la funcionalidad de vídeos más extensos, lo que le perjudicaba enormemente. También tuvo gran relevancia el hecho de que los ejecutivos y fundadores de Vine estuviesen en contra de la idea de monetizar la plataforma, a lo que se le sumó la presión de los anunciantes para crear contenidos de más de 6 segundos (https://es.digitaltrends.com/sociales/que-paso-con-la-red-social-vine/ ).Esto se dice que fueron los principales motivos por lo que se cerró la aplicación, que unido a la rápida pérdida de usuarios por la gran competencia de otras empresas aceleró el proceso.
Por otro lado, aun siendo pionero en la publicación de vídeos cortos, Vine no consiguió ofrecer una funcionalidad suficientemente atractiva como para fidelizar en cierto sentido a sus usuarios, lo que le perjudicó enormemente una vez que estas funcionalidades fueron adaptadas por otras plataformas como Instagram o Snapchat, que sí que siguieron estrategias más sólidas.

En un mundo paralelo…

Como posibles ideas que Vine podría haber implementado para redirigir su estrategia entre los jóvenes y no perder usuarios, contamos:

  1. Monetizar parcialmente la plataforma según el número de visualizaciones de los vídeos o de las reacciones que éstos generasen, manteniendo los mínimos exigidos en un nivel alto, para así minimizar este grado de monetización de la app. Por ejemplo, exigiendo a los creadores de contenido un mínimo de 500.000 seguidores para comenzar a ganar dinero de la plataforma.
  2. No permitir anuncios largos o demasiado numerosos, ya que eso tiene un impacto negativo en los usuarios. En el caso de que se hiciesen, que hubieran seguido las mismas normas que para el resto de los vídeos.
  3. Que fuese posible (y fácil) subir a la vez vídeos a Twitter y a Vine, teniendo la opción de publicarlo en un sitio u otro, o en los dos. Así se aprovecharían posibles sinergias entre las dos plataformas y se mejoraría la experiencia del usuario, haciendo el uso de las dos redes sociales más dinámico y entretenido.
  4. Sería interesante que Vine tuviera un apartado con vídeos más largos que fuesen tutoriales sobre cualquier tema que a la gente pudiera interesarle, de forma similar a lo que ocurre en otras plataformas competidoras como YouTube o TikTok. En estos vídeos, los usuarios podrían comentar y contestar al vídeo inicial con sus propios vídeos cortos explicando sus experiencias o cómo les ayudó o no el tutorial.
  5. En el caso de Vine, podría ser conveniente limitar el número de caracteres de los comentarios (como se hace en Twitter), al igual que hace con el límite en la duración de los vídeos. Esto sería interesante porque el mensaje que los usuarios publicarían sería más dinámico y fácil de leer, e iría acorde con la concepción inicial de la red social.
    Vine alcanzó gran popularidad gracias a que los vídeos que se generaban y compartían en la plataforma eran graciosos y entretenían a los jóvenes, y aún hoy en día se pueden encontrar algunos de estos vídeos en otras plataformas como YouTube. Sin embargo, esto no le valió para sobrevivir en el tiempo. Por este motivo, todas estas ideas y recomendaciones tendrían el objetivo principal de mejorar la experiencia de los usuarios, para conseguir así una mayor fidelización de éstos hacia Vine, que fue uno de los problemas que desencadenó su desaparición.

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