La desigualdad social resulta de una sociedad organizada por jerarquías de clase, raza y género que distribuye desigualmente el acceso a los recursos y derechos.
Puede manifestarse en una variedad de formas, como la desigualdad de ingresos y riqueza, el acceso desigual a la educación y los recursos culturales, y el trato diferencial por parte del sistema policial y judicial, entre otros. La desigualdad social va de la mano con la estratificación social.
La desigualdad social se caracteriza por la existencia de oportunidades y recompensas desiguales para las diferentes posiciones o estatus sociales dentro de un grupo o sociedad. Contiene patrones estructurados y recurrentes de distribuciones desiguales de bienes, riqueza, oportunidades, recompensas y castigos.
El racismo , por ejemplo, se entiende como un fenómeno por el cual el acceso a derechos y recursos se distribuye injustamente entre líneas raciales. En el contexto de los Estados Unidos, las personas de color suelen experimentar el racismo, lo que beneficia a los blancos al otorgarles privilegios blancos , lo que les permite un mayor acceso a derechos y recursos que otros estadounidenses.
Hay dos formas principales de medir la desigualdad social:
- Desigualdad de condiciones
- Desigualdad de oportunidades
La desigualdad de condiciones se refiere a la distribución desigual del ingreso, la riqueza y los bienes materiales. La vivienda, por ejemplo, es la desigualdad de condiciones con las personas sin hogar y los que viven en proyectos de vivienda que se sientan en la parte inferior de la jerarquía, mientras que los que viven en mansiones multimillonarias se sientan en la parte superior.
Otro ejemplo es a nivel de comunidades enteras, donde algunas son pobres, inestables y están plagadas de violencia, mientras que las empresas y el gobierno invierten en otras para que prosperen y brinden condiciones seguras y felices a sus habitantes.
La desigualdad de oportunidades se refiere a la distribución desigual de las oportunidades de vida entre los individuos. Esto se refleja en medidas como el nivel de educación, el estado de salud y el tratamiento por parte del sistema de justicia penal.
La discriminación a nivel individual, comunitario e institucional es una parte importante del proceso de reproducción de las desigualdades sociales de raza, clase, género y sexualidad.
Hay dos visiones principales de la desigualdad social dentro de la sociología. Un punto de vista se alinea con la teoría funcionalista y el otro se alinea con la teoría del conflicto.
- Los teóricos funcionalistas creen que la desigualdad es inevitable y deseable y juega un papel importante en la sociedad. Los puestos importantes en la sociedad requieren más capacitación y, por lo tanto, deberían recibir más recompensas. La desigualdad social y la estratificación social, según este punto de vista, conducen a una meritocracia basada en la capacidad.
- Los teóricos del conflicto, por otro lado, ven la desigualdad como resultado de grupos con poder que dominan a grupos menos poderosos. Creen que la desigualdad social impide y dificulta el progreso social, ya que quienes están en el poder reprimen a las personas sin poder para mantener el statu quo. En el mundo actual, esta labor de dominación se logra principalmente a través del poder de la ideología, nuestros pensamientos, valores, creencias, cosmovisiones, normas y expectativas, a través de un proceso conocido como hegemonía cultural.
Sociológicamente, la desigualdad social puede estudiarse como un problema social que abarca tres dimensiones: condiciones estructurales, apoyos ideológicos y reformas sociales.