Cada vez más personas consideran cuidadosamente lo que comen y tienen más en cuenta la información sobre los alimentos. Hay acceso ilimitado a datos sobre los alimentos y sus ingredientes. La aparición de aplicaciones como Yuca, El Coco o MyRealfood hacen que esas búsquedas se puedan satisfacer a golpe de clic.
Las búsquedas abarcan desde la información nutricional hasta la categorización de “buenos” y “malos” ingredientes. Se demonizan las grasas trans o el aceite de palma mientras que se desean productos frescos, super alimentos o el aceite de oliva.
Lo saludable empuja muchas de nuestras decisiones de consumo, hay conciencia de que estar bien depende de cómo nos alimentemos. En este sentido la mayor parte de los individuos se preocupan por comer bien por salud, pero también por estética. Los indicadores de este cambio son varios, podemos apuntar el aumento del consumo de fruta fresca que según el Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación ha pasado de tener una penetración en los hogares españoles del 89,18% al 95,01% en 2019 (último año disponible).
Los consumidores intentan reducir los nutrientes “malos”, como el azúcar, la sal o los carbohidratos, y aumentar los nutrientes “buenos”. Una dieta equilibrada también significa que los consumidores se inclinan cada vez más por la versión “normal” de un producto con toda su grasa, pero a la vez consumen menos cantidad. En este sentido, los datos del ministerio indican que si en 2008, las leches enriquecidas tenían una penetración en los hogares del 33,35% en 2019 esta pasaba al 22,35%. Mientras que la leche entera va ganando penetración, la desnatada la va perdiendo.
Los productos “free from” también continúan su historia de éxito gracias a la creencia de que los productos “sin” son mejores, esto incluye productos sin lactosa, sin gluten, sin alérgenos… De hecho, en los últimos años la penetración de la leche sin lactosa ha crecido en más de dos puntos porcentuales. En otras áreas el interés por productos libres de OMG (organismos genéticamente modificados, sean transgénicos o no) también desempeñan un papel relevante.
Las marcas se adaptan, incluso las de categorías tradicionalmente más estáticas. En los últimos meses hemos vivido el nacimiento de una nueva categoría de bebidas alcohólicas con la llegada de versiones low alcohol. Tanto por decisión personal como grupal, el consumidor busca un consumo más controlado, en línea con la tendencia healthy y natural. Pernod Ricard apostaba por la categoría low alcohol con el lanzamiento de dos nuevas referencias: Beefeater Light y Ballantine’s Light. Ambas llegaban con un mensaje muy claro: “todo el sabor, pero la mitad de alcohol”. Con el cambio de graduación se amplían las opciones para las marcas ya que la legislación les permite hacer campañas de publicidad. De hecho, Beefeater ya ha hecho su primera campaña de publicidad en televisión, añadiendo al mensaje anterior que además Beefeater Light tiene la mitad de calorías. Un paso más allá ha sido el lanzamiento por parte de Diageo de Tanqueray 0.0%, la nueva versión llegaba al mercado con su sabor de siempre, pero siendo una ginebra sin alcohol.
La conciencia tiene que lidiar con la realidad de vidas complejas, complicadas e hiperdinámicas. Se planifican los menús semanales e incluso se cocina una vez para varios días. Para comer de forma sana y más económica, ya sea en casa o en el trabajo, se preparan tuppers. La idea es dejar provista la despensa para la semana para que alimentarse sea “ready to eat”. Esto es lo que se ha denominado batch cooking, fenómeno de tal magnitud que incluso periódicos generalistas como la Vanguardia publican sus menús para la semana siguiente.
Los individuos son cada vez más conscientes de los alimentos que consumen.
Alimentarse bien se ha convertido en motivo de satisfacción. Comer bien y variado, diseñar menús equilibrados… es cumplir las expectativas. Ese orgullo se comparte en las redes sociales. Instagram es el escaparate donde se comparten los logros e hitos culinarios. Es el mundo de los comidistas o “foodies” que han convertido su alimentación en un estilo de vida.
Parte de la culpa de la relevancia que ha adquirido la alimentación en los últimos años viene de la televisión y del hecho que los programas de cocina forman parte de las parrillas de las cadenas, con formatos diversos. Fenómenos como Masterchef han hecho de la cocina algo aspiracional para las familias. Sus distintas ediciones han logrado un seguimiento notable por parte de la audiencia. La final de la octava edición celebrada en 2020 tuvo una audiencia media de más de tres millones de personas, alcanzando un share del 30%.
Pero el fenómeno transciende y se crean programas para los más pequeños de la casa. En septiembre de 2019 el canal infantil de la televisión pública catalana TV3 estrenaba Manduka, un programa de cocina conducido por una chef de 12 años: Paula Alòs.
“Alimentación, nutrición, cocina, recetas, saludable, foodies o realfood” son algunos de los temas más buscados y seguidos en redes sociales lo que ha hecho que Chefs con más o menos enjundia se conviertan en personajes mediáticos. Pero también cuentas como Realfooding con más de 1,5 millones de seguidores son seguidas por consumidores ávidos de ideas para sus menús.
En definitiva, consumidores cada vez más conscientes de que somos lo que comemos.
Sergio Rodríguez Rodríguez, autor del libro “Consumidor consciente” de ESIC Editorial.
Sergio Rodríguez Rodíguez es doctor en Estudios Empresariales, licenciado en Investigación y Técnicas de Mercado y diplomado en Estadística por la Universidad de Barcelona. Máster en dirección de Marketing y Comunicación por la UOC.
Su experiencia profesional comienza a finales de los noventa en Ergo Advanced Research, como técnico de investigación de mercados cuantitativos. Posteriormente, pasó a formar parte de Millward Brown como account manager. En 2005 se incorpora al grupo de agencias de medios Omnicom Media Group, donde, en los primeros años, dio soporte a la agencia OMD en Barcelona para, al cabo de unos años, liderar el departamento de Insight del grupo en España, encargándose de la coordinación de análisis del consumidor y medios de las oficinas de Madrid y Barcelona.
Tras un breve paso como head of insight en la empresa de seguimiento de medios Acceso (actual Rebold), inició su andadura en el mundo de la consultoría de investigación de mercados y medios.
En la actualidad compatibiliza su faceta en la empresa con su labor docente. Es profesor asociado en la Universidad de Barcelona y en EAE/Ostelea. Tutor en el Máster de Marketing Digital de la UOC y docente en el postgrado en Business Data Analytics y Marketing Intelligence de IL3. Con una visión holística del mundo del marketing, imparte asignaturas de análisis del comportamiento del consumidor, investigación de mercados, investigación de la comunicación, patrocinio, etc.