
25
La comunicación en el marco de la Responsabilidad Social (Págs. 14 a 31 )
diálogo mediado, finalista y comprometido, en-
tre ciudadanos. Definición ésta que puede desa-
rrollarse atendiendo a cada término implicado:
Proyecto. Un proyecto consiste en la ordena-
ción de un conjunto de actividades interrelacio-
nas entre sí (Baizán, 2002:8). Todo proyecto in-
cluye un conjunto de ideas, de iniciativas,
considerando los recursos necesarios para su
ejecución, pero siempre en función de una fina-
lidad. Un proyecto es un proceso intencional, es
una visualización o una representación anticipa-
da de una idea, de una iniciativa. Dado que todo
proyecto combina recursos humanos, materia-
les, financieros y técnicos, los proyectos sociales
se caracterizarían no sólo por sus objetivos, so-
ciales o solidarios, sino por la prioridad y compro-
miso muy especialmente en el ámbito de las per-
sonas. El proyecto es proceso, pero, para superar
una concepción meramente mecanicista del mis-
mo, en la comunicación el proyecto debe enfo-
carse desde la perspectiva de la persona, como
principal dinamizador del ideograma que se an-
ticipa. La idea de proyecto implica también una
planificación, concepto que desarrollamos más
adelante.
Diálogo. Comunicación, frente a información,
implica correspondencia, simetría, equiparación
de situaciones, circularidad. De ahí que la comu-
nicación responsable no pueda ser unidireccio-
nal, sino que se sugiera, espere y atienda una
respuesta, que se comunique por atención prio-
ritaria a los públicos. El término sinónimo ade-
cuado para no incluir la palabra a definir dentro
de la definición (comunicación) sería el de diálo-
go. Lo dialógico siempre supera las carencias de
la unicidad y la unidireccionalidad. Dialógico
como lógica de lo que es, se identifica y consen-
súa, entre dos o más partes iguales e interlocuto-
res. De ahí que una actitud dialógica es también
una actitud autocrítica, ya que toda pregunta tie-
ne dirigirse hacia uno mismo en primer lugar
para ser siquiera entendida. El diálogo no es una
mera argucia para convencer, ni un mero proce-
dimiento retórico para bien aparecer de cara a
un público expectante y ajeno, el diálogo no es
una mera teatralización en la que cada personaje
representa un papel previamente asignado por
un poder autoritario o por una mera conjunción
azarosa de circunstancias. El diálogo no es un
mero ajuste de herramientas para enmascarar el
logro de intereses, incluso legales, pero no solida-
rios. La actitud dialógica en comunicación es
una aventura compartida en pos de un fin a con-
cretar en cada momento (Gadamer, H. C.
1984:457-458) y del que al inicio tan sólo cons-
tatamos la preocupación, la tensión o la carencia
respecto al contexto común, sea social, laboral,
medio ambiental, en fin, referido a los Derechos
Humanos. Frente a la vieja hegemonía de emiso-
res y medios, la comunicación responsable prio-
rizaría a los públicos (no sólo a los destinatarios,
sino a todas las personas implicadas en el proce-
so de comunicación) y actuaría por atención
prioritaria a ellos.
El diálogo, cada vez más, se trata entre públi-
cos activos y no entre meros emisores y receptores.
Se adopta cada vez de forma más activa y com-
petente una actitud crítica, reivindicativa y dia-
lógica (Habermas, J. 1981:65)
Mediación. Es importante destacar la idea de los
medios de comunicación no tanto como difuso-
res, sino como mediadores influyentes en la con-
figuración social (Nos y Gámez, 2006:13). El
concepto de mediación implica toda una serie
de ideas: correspondencia, igualación, interacción,
integración, pluralidad, alteridad entre a y b. Un
puente siempre relaciona y altera, en su sentido
más etimológico, la relación, y esa relación es su-
aDResearch-6-libro6.indb 25 18/06/12 12:29