Han pasado casi 100 años desde que en 1924 Elton Mayo, sociólogo y profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, comenzó a interrogarse acerca de qué elementos podían contribuir a mejorar el bienestar productivo de las organizaciones.
La creatividad es fundamental, porque es la base de la innovación. Solo es posible construir una organización innovadora mediante una cultura de fomento de la creatividad. Y la mejora continua depende en buena medida también de esta.