Traigo una mala noticia: por vuestro cuerpo circulan partículas tóxicas. Sí, están dentro de vosotros. Puede que aún no lo sepáis, pero corréis el riesgo de convertiros en seres tóxicos. Es duro, me consta, pero debéis afrontarlo.
Ciencia ficción parecía cuando comenzamos a oír las primeras voces que apuntaban a que se avecinaba algo más grave, pues acostumbramos a ser espectadores de este tipo de crisis siempre desde lejos. Vemos cine de ficción o leemos distopías, pero pensamos que nunca nos va a tocar. En contra de nuestra voluntad, ha llegado nuestro turno. Qué gusto dar vivir aquí salvo en tiempos de incertidumbre.
En tan solo una semana, como sociedad hemos dado pasos de gigante en cuanto a cambios organizacionales. Lo que hace unos días se contemplaba en el horizonte y no se abordaba, pues había otros asuntos más urgentes, al menos para algunas personas, ha pasado a ser el modus operandi en los equipos de trabajo. Entornos digitales, comunicación virtual, herramientas colaborativas y numerosas posibilidades que se abren a los ojos de los que pueden ver las oportunidades que se avecinan y los retos que ya estamos superando.
«Gestión es hacer las cosas bien; liderazgo es hacer las cosas», Peter Drucker Alguien, ¡importante, por supuesto!, dijo una vez que las organizaciones son las personas. No le faltaba razón para afirmar tal cosa. No obstante, y es mi opinión, son personas, organizadas, dotadas de recursos y con una dirección clara para conseguir un propósito. Creo que la mayoría podemos suscribir esa afirmación, aunque a algunos nos agradaría matizar los ribetes de esta definición, a saber: