El sector agroalimentario tiene una gran importancia para la economía de nuestro país. Nuestra cultura, gastronomía, tradiciones y paisaje están estrechamente vinculados a este sector. Se trata de un motor fundamental en la creación de empleo y en la producción de alimentos, imprescindibles para estabilizar la población rural. La oferta y el consumo de alimentos deben ser sostenibles para preservar el medio ambiente.