La estrategia de medios cruzados o crossmedia es aquella que integra diferentes tipos de canales y soportes con el objetivo de lanzar un mismo mensaje al mercado. Su esencia marketiniana se basa en la adaptación de dicho mensaje a cada circunstancia y a cada uno de los canales utilizados; en definitiva, a cada contexto. El objetivo es que la marca pueda llegar a diferentes perfiles de usuario manteniendo siempre la coherencia estratégica.
Atrás quedaron los tiempos en los que observábamos como espectadores la impunidad con la que algunas de las grandes compañías mundiales utilizaban los recursos disponibles, ya fuesen medioambientales, sociales o humanos. Con la llegada de la conectividad y la globalización, surgió también la reivindicación de una conciencia colectiva que ponía voz a los desajustes sociales, éticos y humanos que se venían produciendo cuando el paradigma de las corporaciones se centraba en reducir costes mediante el impacto ambiental o la explotación de mano de obra.
Se habla mucho sobre el concepto de marca personal, pero pocos profesionales entienden qué es, por qué es importante y cómo deben construirla. Como reza un antiguo proverbio hindú, «solo somos dueños de aquello que no podemos perder en un naufragio». Cultivar efectivamente nuestra marca personal es, en un mundo volátil e incierto como en el que vivimos, no solo una forma de lograr una red nutrida de promotores y contactos, sino también un seguro ante eventuales percances profesionales.
Queda claro que estamos viviendo una situación altamente retadora en muchos sentidos. Se habla de un cambio de paradigma donde nada va a continuar igual, donde es necesaria una metamorfosis no solo en el modo en que funcionan las cosas, sino también en nuestra capacidad de gestión y reinvención. La pandemia de covid-19 ha puesto de manifiesto que nada es tan sólido como para permanecer inalterable y ha provocado una fuerte sacudida internacional, pero también una conmoción en cada uno de nosotros a nivel más personal. No hay opción: debemos cambiar.