¿Hasta qué punto vivir en un mundo conectado nos va a cambiar la vida? El problema de hablar del futuro es que ni siquiera se ha inventado el lenguaje apropiado para entender lo que todavía no existe. ¿Cómo adaptarse a algo que no existe todavía? ¿Qué cambios tenemos que hacer en nuestra carrera laboral y en nuestra empresa para adaptarnos a las tecnologías del futuro?
No se puede adivinar el futuro, pero sí mostrar las grandes tendencias que ya nos están cambiando la vida a una velocidad de años de perro. Pasan tantas cosas que cada uno que pasa parecen siete. Blockchain, big data y robotización son algunas de las pistas que ya tenemos del futuro. Pero para entender cómo va todo ello a cambiarnos la vida la mejor manera es fijarnos en lo que estamos a punto de dejar atrás. Eso sí que lo entenderemos. Cuando la innovación se acelera, toca despedirse de muchas otras cosas. Lo que venga lo entendemos, sobre todo, con aquello que se acaba. Por ejemplo: llega el fin del petróleo, el fin de las tiendas, el fin de los semáforos y hasta de las cajas registradoras.
Y no sólo las cosas caducan, también las ideas. Es muy improbable que dentro de veinte años conservemos nociones como las de la privacidad y el reloj biológico, conceptos ambos, muy del siglo xx. Y mucha atención al futurible más prometedor de todos: el fin del envejecimiento. También se acaba la fotografía como herramienta para la memoria y estamos presenciando el fin de la conversación y la paciencia.
El futuro es inmediato, estará siempre conectado y va más de usar que de tener. La inteligencia artificial no solo cambia nuestra manera de trabajar, de comprar y de vender, también la forma de pensar, de enamorarnos y hasta de tener hijos.
Este futuro ya está aquí. En la próxima década, las calles se llenarán de coches que se conducen solos, los trabajos de robots y las casas de asistentes virtuales que se activan con la voz. Y muchas de las profesiones que hoy conocemos correrán la misma suerte que en el siglo pasado vivieron los serenos, el fax y la Unión Soviética.
Si desaparecen, como apuntan cada vez más estudios, más de la mitad de los empleos que aún existen, habrá que reorganizar la sociedad entera. Incluso la idea misma del trabajo cambiará radicalmente. ¿Qué pasará con los millones de personas cuyos empleos dejarán de ser humanos? ¿Cotizarán los robots? ¿Se acabará la jubilación si alargamos la juventud? Son dilemas del presente en busca de solución.
Las mejores herramientas que puede dar un manual de instrucciones para el futuro son las preguntas. Y esta conferencia va a estar llena de ellas. Cuando todo cambia tan rápido, ante tanta incertidumbre, conviene dudar. Dudar mucho. Y más importante que presagiar lo que viene, es estar preparados para adaptarse al cambio en un mundo en permanente transformación. La clave está en cómo hacer para que con lo nuevo nos compense lo que dejamos atrás.
De vez en cuando hay que hacer un alto en el camino para echar un vistazo alrededor, descubrir dónde nos encontramos y, sobre todo, lo que vamos dejando atrás. Como le dice la reina a Alicia cuando llega al País de las Maravillas, tenemos que creer en cosas imposibles más a menudo. Sólo así estaremos preparados cuando se hagan realidad.
¿Por qué Marta García Aller?
Marta García Aller (Madrid, 1980) es periodista y escritora. El éxito de su último libro, ‘El fin del mundo tal y como lo conocemos’ (Planeta, 2017), la ha convertido en un referente de la transformación digital y el análisis de los cambios tecnológicos.
Antes de incorporarse al El Independiente, diario en el que trabaja desde su fundación, pasó por las redacciones de El Mundo, Actualidad Económica y la agencia Efe. Colabora a diario en el programa La Brújula de Onda Cero, como analista de economía y cronista de la actualidad.
Desde 2010 es profesora asociada del IE School of Human Sciences and Technology del IE Business School. Ha recibido algunos de los premios más prestigiosos del periodismo económico. ’El fin del mundo tal y como lo conocemos’ es su tercer libro.