Mario Alonso Puig: “Lo esencial es generar una experiencia humana profundamente inspiradora”

El cirujano y comunicador Mario Alonso Puig impartió su conferencia “El liderazgo y los equipos de alto rendimiento” en el Auditorio Axa de Barcelona el pasado 30 de marzo. La actividad, que contó con una asistencia de unas 400 personas, estuvo organizada por la institución de formación superior ESIC Barcelona y giró en torno a la siguiente pregunta: ¿qué es lo que diferencia a un equipo capaz de superar las adversidades y ser líder en lo que hace de uno que no lo es? Para encontrar respuesta a esta cuestión, el speaker se apoyó en sus experiencias vitales como doctor en medicina y profesional involucrado en el sector empresarial, extrayendo conclusiones basadas en el humanismo y en la cultura de ayudar a los demás para identificar qué nos hace ser eficientes y, en esencia, qué nos hace ser felices.

El cirujano especializado en cirugía digestiva por la universidad de Harvard quiso comenzar su conferencia destacando cómo el liderazgo es una disciplina que ha sido injustamente olvidada durante mucho tiempo. Según él, la mayoría de las personas “viven demasiado atrapadas en sus cabezas” y no son capaces de ver más allá por un objetivo común, razón que explica que existan muchos equipos de personas con miembros muy brillantes que, aún con ello, no consiguen funcionar correctamente. En este aspecto, puso en valor cómo le abrió los ojos el programa que realizó durante un año en colaboración con Bután, un país que consiguió poner en la agenda de la ONU lo que llamaron “el índice de la Felicidad Nacional Bruta” (FNB).

Pero, ¿qué es aquello que no nos permite ser felices y efectivos en nuestro trabajo? Alonso Puig expuso que el ser humano sufre debido a que está dividido en tres niveles: en su relación consigo mismo, en su relación con los demás y en su relación con su entorno. Además, añadió que el individuo busca controlar todos los procesos de su vida y que eso le suele traer problemas, ya que “hay muchas situaciones que no se pueden controlar” y que generan estrés. En referencia a esta reacción fisiológica, el profesional citó la ley de Yerkes-Dodson, un estudio elaborado en 1908 que relaciona el nivel de estrés con el nivel de rendimiento de las personas. El famoso gráfico resultante del estudio muestra cómo un cierto nivel de presión puede hacer que las personas hagan cosas grandes y den mucho de sí mismas, pero cómo, a la vez, un excesivo nivel de estrés puede hacer que terminen, en palabras de Alonso Puig, en “un lugar muy oscuro” lleno de negatividad y apatía.

El concepto de “apatía”, un estado mental y físico de indiferencia con lo que nos rodea, fue uno de los más repetidos por Alonso Puig. El cirujano dio una serie de consejos para ser capaces de alejarnos de ese círculo destructivo y volver a un cierto equilibrio vital. De entre estos destacó uno: escuchar a los demás. Actos como ese son un ejemplo del “poder de lo pequeño para hacer cosas grandes”, y es que, de acuerdo con el médico, los grandes profesionales, además de ser excelentes en sus campos de profesionalización, tienen en común un respeto profundo por las personas y un gran interés por lo que todas puedan decir.

Alonso Puig argumentó que no se trata solamente de ser los mejores en algo o poseer los mejores recursos, ya que “lo esencial es crear una experiencia humana profundamente inspiradora”, y puso varios ejemplos para ilustrar esta posición. Uno de ellos fue el hospital Anderson de Houston, un centro especializado en tratamientos de cáncer en el que él estuvo trabajando como cirujano invitado y que está considerado uno de los más importantes en la materia. El doctor reflexionó sobre cómo lo que convierte a ese hospital en un referente no es solamente la gran formación de sus médicos o los últimos avances tecnológicos que tienen a su alcance, sino la visión que todo el personal comparte, capaz de involucrar por igual a un médico que a alguien encargado de la limpieza, pues todos son fundamentales para conseguir ese objetivo último que es, en este caso, hacer menos dolorosa la estancia de los pacientes.

En el ámbito más creativo o artístico, Alonso Puig mencionó también al estudio de animación estadounidense Pixar, que según él no es el mejor del mundo por tener a su disposición lo último en tecnología de animación 3D, sino que lo es por haber creado una cultura humana en la que se escucha a los demás y en la que se entiende que todo el mundo es capaz de aportar algo nuevo y único.

Para finalizar el evento, el experto procedió a responder algunas de las preguntas del público, que estaban más relacionadas con el ámbito empresarial y buscaban aplicar al mundo del emprendimiento las enseñanzas del comunicador. Ante la pregunta “¿Qué debería hacer para convertirme en la mejor directora general?”, Alonso Puig dedicó las siguientes palabras: “los mejores directores de empresas del mundo buscan iluminar, no brillar. Un verdadero líder debe dar a los suyos raíces para crecer y alas para volar”.