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Next generation: la propuesta para recuperar Europa

Comercial y Ventas | Artículo
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  • Julio 2020
Francisco Isidro

Francisco Isidro

Profesor del Departamento de Economía de Finanzas de ESIC y miembro de los claustros docentes del MDF y EMBA. Consultor con una larga trayectoria en banca y mercados financieros; experto en finanzas internacionales y de empresa.

Llevamos ya unas cuantas semanas concentrados preparando nuestro respectivo «día después» —ese momento tan esperado por todos, social y económicamente—, actualizando la agenda, organizando actividades, recuperando el ritmo. 

En ese lapso, el viernes 12 de junio, el calendario pasó casi de puntillas por el 35 aniversario de la firma del tratado de adhesión de España a la que entonces se conocía como Comunidad Económica Europea.

Allí y entonces llegó nuestro país conducido por una generación valiente, valiosa y curtida en la dura posguerra, esa generación que no hemos sabido proteger ante esta terrible pandemia, esa generación a la que aquí y hoy, desde estas líneas, rindo mi particular homenaje.

A partir de aquel momento, España comenzó a disfrutar de los beneficios de esa política regional europea que, iniciada en los 70, transfería fondos a los países miembros más necesitados, como era nuestro caso, para el desarrollo económico y social.

Mi generación, hija de la de aquellos signatarios, pudo prepararse mucho mejor para el relevo, que asumimos además en un entorno más libre, más abierto, en una Europa sin fronteras, haciendo cuasi real el escenario imaginado en el informe Werner, la verdadera génesis de la Unión Económica y Monetaria que por fin se cerró en el 2000.

Por muchos errores que hayamos cometido durante el recorrido, no tengo dudas de que nuestro balance como país, como economía, es muy positivo y que solos, por nuestra cuenta, no hubiéramos llegado donde estamos.

Y recordando los beneficios de nuestra integración, precisamente ahora, frente a una crisis que por sus dimensiones sobrepasa la capacidad de respuesta local de los Gobiernos europeos, la propuesta lanzada por la Unión Europea se presenta, a mi modo de ver, como una solución eficaz, coherente y estratégica.

Objetivos de la "Next generation"

Es una propuesta eficaz por los tres objetivos que persigue y entre los que reparte los 750.000 millones de euros del plan:

  • Recuperar la economía de los Estados miembros a través de ayudas directas destinadas a inversiones y reformas estructurales en los respectivos países.
  • Respaldar la inversión privada mediante un instrumento de apoyo a la solvencia para colateralizar financiación para empresas.
  • Reforzar el sistema sanitario europeo, puesto en evidencia en esta crisis.

Es una propuesta coherente por los mecanismos de instrumentación con los que se ha diseñado:

  1. Por su integración con el llamado Marco Financiero Plurianual, es decir, el presupuesto a largo plazo de la UE donde, además de negociarse la aplicación de fondos —lo que se puede gastar—, se determina el origen de estos: los recursos propios de la UE y su forma de financiarlos.
  2. Por la fórmula prevista para acceder a los principales instrumentos del plan, que son:
  • El Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que distribuye sus fondos entre subvenciones (ayudas directas) y préstamos complementarios a los planes que, previamente revisados y aprobados por la Comisión, presenten los países miembros con proyectos económicos viables, sostenibles, digitales y que acrediten creación de empleo acorde al nuevo escenario poscovid.
  • El ya citado Instrumento de Apoyo a la Solvencia que, utilizando al Banco Europeo de Inversiones como canalizador de los fondos, se dirige a empresas solventes y con proyectos económicos viables.
  1. Por el mecanismo de financiación elegido, que también es novedoso, ya que será la primera vez que la UE emitirá deuda en los mercados —evitando así que los países miembros incrementen sus niveles particulares de deuda pública— y por su estructura de fondeo que, también por primera vez, amplía y diversifica las tradicionales fuentes de recursos propios.

Por último, pero no por ello menos relevante, esta propuesta es también estratégica. Lo es mas allá de las proyecciones de vencimiento en 2058 de la emisión de deuda que la sustenta financieramente o del amplio periodo, hasta 2027, del marco presupuestario que le da cabida.

En mi opinión, con esta propuesta la UE establece:

  • unas líneas de actuación precisas en torno a una solución conjunta anteponiéndose a soluciones locales, parciales, que deberían de ser adoptadas por unos países con evidentes asimetrías fiscales y de deuda pública;
  • una condicionalidad de acceso bajo la cual se estimulan verdaderos planes para una necesaria reconversión económica, industrial, energética y nuevas formas de entender las relaciones laborales y lo hace supervisando dichos planes, pero manteniendo intacta la iniciativa del país que los presenta;
  • una primera piedra hacia lo que para muchos, entre los que me incluyo, sería la tan necesaria unión o integración fiscal europea.

Este verano ya en puertas será el marco temporal de discusión de esta propuesta en el seno del Consejo Europeo, donde hay mayoría pero no unanimidad, con un legítimo disenso —creo que más de forma que de fondo— de los países que abogan por la austeridad, con Holanda a la cabeza; pero si las negociaciones llegan a buen puerto, será en enero de 2021 cuando comenzará la ejecución de este extraordinario esfuerzo presupuestario conjunto.

Como país gravemente herido por esta crisis, España tiene la oportunidad de presentar numerosos y serios planes para ser receptor de ese oxígeno económico europeo sin el cual va a ser difícil que volvamos a correr en un tiempo.

Como ciudadanos españoles y europeos, no podemos sentirnos ajenos al momento que vivimos: la oportunidad que se nos brinda es, al mismo tiempo, un desafío para evidenciar si somos o no capaces de integrar esos planes, de negociar juntos, de ceder, de renunciar para no confundir solidaridad con eficiencia y de asumir que la condicionalidad que se nos pide es tan legítima como la ayuda que se nos ofrece.

La España y la Europa que reconstruyamos a partir de hoy serán las que habiten la próxima generación.

Next generation: es el momento de Europa

 

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