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10 pasos para triunfar en el marketing de contenidos

Marketing y Comunicación | Artículo
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  • Diciembre 2022
Gorka Zumeta

Gorka Zumeta

Profesor de ESIC y Corporate Education. Consultor de radio y comunicación. Imparte formación relacionada con distintas áreas comunicativas como habilidades de comunicación; presentaciones, construcción de mensajes y comparecencias eficaces en medios; cómo la comunicación es el eje central de la eficiencia de la empresa.

Todo ha cambiado desde que vivimos la disrupción digital, incluido el marketing. Internet nos ha obligado a modificar la estrategia en la búsqueda de clientes potenciales, y los contenidos, distribuidos a través de los distintos canales y medios digitales, se han revelado como la manera más eficaz de acercarlos y fidelizarlos de una forma mucho más natural. Lo que a continuación se explica constituye el decálogo del marketing de contenidos.

Principales puntos a tener en cuenta en tu estrategia de contenidos

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  1. Haz del contenido el centro de tu estrategia
  2. Genera solo contenidos de calidad
  3. Cuenta historias que emocionen
  4. Cuenta historias que sacien curiosidades
  5. Cuenta historias relacionadas con tu producto o servicio, o no
  6. Cuenta bien las historias
  7. Define muy bien a quién te diriges
  8. Optimiza la difusión de las historias
  9. Mide, analiza y mejora
  10. Cuida a tu público objetivo

 

Haz del contenido el centro de tu estrategia

Si has elegido el marketing de contenidos para llegar a tu público, debes partir de la premisa de que hay que construir la estrategia en torno a ellos. Tu centro de gravedad van a ser esos contenidos elaborados por tu propio equipo o subcontratados a un especialista (profesional o agencia).

Genera solo contenidos de calidad

Es imprescindible que les ofrezcas calidad. El público es muy exigente a la hora de elegir a qué dedica su tiempo y dispone de un criterio formado. Trabájate hasta la extenuación los contenidos y, solo cuando consideres que están a la altura de la marca que va a asociarse a ellos, dale al botón de ignición de la campaña.

Cuenta historias que emocionen

No solo somos, como afirmaba Aristóteles, seres racionales; también nos movemos por emociones. Resulta más directo entrar en una persona por el lado de las emociones que por el de las razones: una marca de automóviles no vende solo coches; vende conceptos como seguridad, comodidad y, ante todo, libertad. La publicidad de las marcas premium no vende las características técnicas del vehículo, sino las emociones que este provoca.

Cuenta historias que sacien curiosidades

Sin darnos cuenta, y está comprobado, en nuestro recorrido habitual por Internet, caemos en las redes de contenidos que nos atraen simplemente porque nos resultan curiosos. Atrapan nuestra atención por un titular o por una fotografía y tardamos milisegundos en clicar en el sitio e iniciar el proceso de avanzar en páginas que no nos van a llevar en realidad a ningún sitio más allá de realimentar, hasta que se agote, nuestra incontrolable curiosidad. Somos curiosos por naturaleza y hay que aprovechar esta condición humana.

Cuenta historias relacionadas con tu producto o servicio, o no

No es obligatorio dedicarse a generar contenidos que estén necesariamente relacionados con nuestro negocio. De lo que se trata es de vincular/fidelizar al potencial cliente con nuestra marca. El contenido se convierte al final en el enganche de esa fidelización. Una marca de pañales, por ejemplo, podría dedicarse a producir contenidos científicos sobre la evolución del cerebro de una persona desde su niñez hasta la vejez durante todo su recorrido vital. ¿Por qué no?

Cuenta bien las historias

Como docente en comunicación, he de apuntar la necesidad imprescindible de dotar a los contenidos de un aspecto atractivo y apetecible para su consumo. No solo hay que encontrar una buena historia, ¡es que hay que saber contarla bien! Y a hacer esto, como a casi todo, se aprende. Contar la evolución del cerebro humano a lo largo de su ciclo vital puede resultar un auténtico tostón o, por el contrario, apasionante. ¿Qué nos interesa más? No creo necesario responder…

Define muy bien a quién te diriges

No hay esfuerzo más improductivo que aquel que no sabes para quién lo haces. Debes tener muy claro a quiénes te diriges y por qué estás esforzándote en producir una serie de contenidos para ellos. Este es un viaje en dos direcciones que se realimenta: si tienes claro el público, enfocarás bien tus objetivos.

Optimiza la difusión de las historias

Debemos optimizar la difusión de nuestros contenidos a través de aquellos cauces (canales) que creamos más adecuados para hacérselos llegar y que pueden ser desde una red social hasta publicidad en webs, podcast o incluso en la radio local si nos podemos permitir el lujo de contratarla o de hacer una colaboración gratuita para visibilizar nuestra marca.

Mide, analiza y mejora

Nunca te quedes parado. Tienes que averiguar qué ocurre con tus contenidos: si gustan (se leen), si se rentabilizan (en visitas, en número de nuevos usuarios, en tiempo de lectura, etc.) y, sobre todo, si tu cuenta de resultados se mueve, si crece en paralelo al consumo de tus contenidos. Trata de conocer a tu audiencia lo más posible e, incluso, si dispones de una base de datos, intenta construir un grupo de trabajo (focus group) para permanecer siempre al tanto de la evolución de sus gustos y necesidades. Y premia su tiempo de dedicación a trasladarte datos.

Cuida a tu público objetivo

Solo hay una forma de crecer: vendiendo. Y solo hay una manera de lograrlo: a través del público que compra tus productos o contrata tus servicios. Esta perogrullada conviene tenerla presente en el día a día del negocio, porque nos ayudará a tener más cerca al público que logra que prosperemos. La fidelización es una estrategia que parte de una premisa: las empresas quieren (deben) cuidar a su público objetivo. Y, para ello, tratan de obsequiarle de alguna manera con descuentos, promociones, regalos, sorteos, etc. Y, ahora, a través de Internet, ese «cuidado personal» por el que apuestan las compañías con respecto a su audiencia puede personalizarse aún más (redes sociales, email, webs, WhatsApp, etc.).

 

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