Algunos modelos de información parecen diseñados para terminar con la atención: mientras veo las noticias, me cuesta no perderme. En la pantalla hay un locutor. Debajo de él se encuentra una barra por la que van pasando titulares de otras noticias. Detrás veo imágenes de la noticia que está dando, pero que reconozco de otra noticia que han emitido hace una semana. En la parte superior de la pantalla otra barra anuncia más noticias que pasan a un ritmo más lento; me parece recordar que son declaraciones de políticos.
Antiguamente, los vendedores funcionaban por intuición, o por olfato, pero la globalización ha llegado para quebrar este escenario. Las circunstancias han cambiado, de modo y manera que la comunicación comercial se ha tenido que readaptar a las nuevas coordenadas. Los comerciales ya no pueden basar su trabajo solo en la intuición, o en la experiencia. Resulta imprescindible, hoy en día, en los albores del siglo XXI, trabajar especialmente en el último escalón de este proceso: en el cliente. La mayor red de comerciales de una compañía está conformada por sus clientes satisfechos.
Con total seguridad, conoces sobradamente el significado CRM, e incluso algún que otro ejemplo de CRM. Aun así lo vamos a recordar: CRM es el acrónimo de Customer Relationship Management, es decir, gestión de la relación con los clientes.Sus principales objetivos son facilitar la adquisición de nuevos clientes y mejorar la persistencia/recurrencia de los existentes, gracias a ser capaces de entender sus necesidades, anticipándonos y sobrepasando sus expectativas.
Existen diversos procesos y dinámicas, posibilitados por las tics en las empresas, que permiten hacer frente a los retos de hoy en día desde el punto de vista industrial. Retos como la sostenibilidad del producto, la personalización de los componentes, la correcta gestión del ciclo de vida de los productos, y la disminución de los plazos de desarrollo, son abordados desde una perspectiva más eficaz gracias a las tecnologías que listaremos en este artículo.