Qué es y cómo funciona un webhook?

En el entorno digital actual, la capacidad de conectar herramientas, automatizar procesos y compartir información en tiempo real es esencial para el éxito de cualquier proyecto tecnológico. Los webhooks han surgido como una solución clave para facilitar esta comunicación entre plataformas de forma ágil y eficiente.  

Entender qué es un webhook y cómo funciona, aunque sea a nivel básico, permite descubrir nuevas formas de optimizar la interacción entre aplicaciones, mejorar la experiencia del usuario y simplificar tareas que antes requerían intervenciones manuales. 

Por lo tanto, en este artículo te explicamos qué es un webhook, cómo funciona, qué beneficios ofrece y en qué se diferencia de las APIs. 

¿Qué es un webhook? 

Un webhook es un mecanismo que permite la comunicación automática entre aplicaciones web, funcionando como un sistema de notificaciones en tiempo real que envía datos de una aplicación a otra cuando ocurre un evento determinado, sin necesidad de que la información sea solicitada de forma manual.  

En lugar de realizar consultas constantes para verificar cambios —proceso conocido como polling—, el webhook transmite los datos de forma instantánea, optimizando tiempo y recursos. 

Por ejemplo, una tienda online puede utilizar webhooks para notificar al sistema de inventario cada vez que se realiza un pedido, o un servicio bancario puede enviar alertas SMS cuando se efectúa una transacción.  

Los webhooks pueden configurarse para múltiples propósitos, como registrar transacciones financieras, gestionar interacciones de usuarios, actualizar pedidos de comercio electrónico, automatizar despliegues de código o realizar seguimiento de campañas de email marketing (entregas, aperturas o clics).  

Gracias a su flexibilidad y velocidad, los webhooks se han convertido en una herramienta esencial para integrar sistemas y mejorar la eficiencia en entornos digitales. 

¿Cómo funciona un webhook técnicamente? 

Técnicamente, un webhook funciona como un sistema de comunicación automatizado entre aplicaciones web mediante un mecanismo de tipo "callback HTTP". A diferencia de los sistemas tradicionales, no necesita consultar constantemente por actualizaciones, sino que recibe notificaciones instantáneas cuando ocurren eventos específicos. 

• Detección del evento: La aplicación emisora identifica un evento específico (por ejemplo, un pago completado o un formulario enviado). 

• Creación de la petición HTTP POST: El emisor genera una solicitud HTTP POST con la información relevante (payload), usando formatos comunes como JSON o XML. 

• Envío al receptor: La petición se envía a una URL pública (endpoint) previamente configurada en la aplicación receptora. 

• Recepción y procesamiento: El receptor recibe el POST, procesa los datos (almacena, actualiza registros o desencadena acciones internas) y responde con un código 200 OK si la operación fue correcta. 

• Uso de protocolo HTTP: El protocolo HTTP asegura compatibilidad universal entre aplicaciones, mientras que el método POST permite transferir datos extensos y estructurados. 

• Configuración del endpoint: El receptor debe exponer una URL accesible (generalmente con HTTPS) capaz de aceptar y procesar peticiones POST con seguridad. 

Webhook vs API: diferencias clave 

Aunque webhooks y APIs son tecnologías de integración, operan bajo paradigmas fundamentalmente distintos que determinan su eficiencia en diferentes escenarios. 

• Origen de la comunicación:

En el caso del webhook, el servidor envía datos automáticamente al receptor cuando ocurre un evento, mientras que en una API es el cliente que solicita activamente la información al servidor cuando la necesita. 

• Frecuencia de actualización de datos:

Los webhooks ofrecen actualizaciones en tiempo real, enviando datos justo después de que sucede un evento. Por el contrario, las APIs requieren que el cliente consulte periódicamente para detectar cambios, lo que puede generar retrasos o sobrecarga si se hacen demasiadas solicitudes. 

• Consumo de recursos y eficiencia:

El modelo push de los webhooks es más eficiente porque solo transmite información cuando hay cambios reales, evitando llamadas innecesarias. Las APIs, al funcionar con consultas constantes, pueden consumir más recursos y tiempo. Además, los webhooks suelen operar de forma asíncrona, enviando datos sin esperar respuestas complejas. 

• Cuándo usarlos:

Las APIs son ideales cuando se necesita consultar datos específicos de forma puntual, buscar flexibilidad o realizar operaciones síncronas con respuestas inmediatas. Los webhooks son preferibles para recibir notificaciones en tiempo real, optimizar recursos y manejar eventos asíncronos o impredecibles. En muchos casos, ambas tecnologías se complementan en un mismo sistema. 

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